Preocupaci¨®n en Israel por la conferencia que propone Mosc¨² para Oriente Pr¨®ximo

La ¨²ltima iniciativa diplom¨¢tica del l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, en relaci¨®n con el conflicto de Oriente Pr¨®ximo ha suscitado una gran preocupaci¨®n en el Gobierno israel¨ª, sobre todo tras el visto bueno dado por el presidente Franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, a la propuesta de Mosc¨² de celebrar una conferencia de las cinco principales potencias mundiales, miembros permanentes, del Consejo de Seguridad, para examinar el asunto.

Uno de los objetivos de la visita del ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Edvard Shevernadze, a Londres -que concluy¨® el pasado jueves- era sondear a la primera ministra Margaret Thatcher sobre este tema. Al parecer, la respuesta fue positiva. Si China tambi¨¦n dice "s¨ª", al presidente norteamericano, Ronald Reagan, le ser¨¢ dificil rechazar la propuesta sovi¨¦tica.Hasta ahora Mosc¨² hab¨ªa propuesto constantemente la misma f¨®rmula: una conferencia internacional sobre Oriente Pr¨®ximo con la participaci¨®n de "todas las partes interesadas", es decir, las grandes potencias, los pa¨ªses ¨¢xabes, la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) e Israel. ?sta fue rechazada categ¨®ricamente por Israel -con el apoyo de EE UU-.

Los dirigentes israel¨ªes sospechan que los Estados ¨¢rabes prefieren este tipo de "conferencias de paz internacionales", porque ello les permite eludir la necesidad de negociar directamente con Israel.

Recienternente, con el fin de aproximarse a la URSS,el primer ministro Sim¨®n Peres hizo una concesi¨®n: las grandes potencias, incluida la URSS, podr¨ªan "acompa?ar", "dar la se?al de comienzo" a las negociaciones directas israelo-¨¢rabes.

La causa de la desconfianza de Israel en este terna se debe a que todos los Gobiernos de este pa¨ªs se han opuesto siempre a la celebraci¨®n de cumbres (entre dos o entre cinco) sobre Oriente Pr¨®ximo por temor a un "dictado" por parte de las grandes potencias.

Hay que hacer referencia a las protestas desarrolladas en Jerusal¨¦n cuando EE UU y la URSS formularon algunos principios que, en su opini¨®n, deben guiar la b¨²squeda de la paz israelo-¨¢rabe, indicados en el documento Vance-Gromiko de octubre de 1977. El presidente Reagan, hasta ahora, se hab¨ªa mostrado comprensivo con la postura israel¨ª. La iniciativa hist¨®rica de Anuar el Sadat y las negociaciones de paz entre Egipto e Israel, demuestran esta tesis.

Actualmente, sin embargo, el Gobiemo egipcio de Hosni Mubarak parece querer abandonar esta l¨ªnea de conducta. El diario cairota Al Ajbar, de tendencia ofic¨ªalista, ha manifestado su apoyo a la iniciativa de Gorbachov, ya que "toda negociaci¨®n directa con Israel est¨¢ destinada al fracaso debido a su intransigencia".