Los principales archivos sovi¨¦ticos sobre la guerra civil espa?ola siguen siendo secretos
Una obra de teatro ha revisado la figura de Andr¨¦ Marty, dirigente de las Brigadas Internacionales
Las cr¨ªticas que, en la obra, lanza Ernest Hemingway a Andr¨¦ Marty, constitu¨ªan no s¨®lo el ataque a un stalinista sino tambi¨¦n, indirectamente, un ataque al propio Stalin. "Es una cuesti¨®n muy dif¨ªcil para nosotros y temo profundizar en ello", dec¨ªa el director del teatro Leninski Konsomol Mark Zajarov. "Esperamos", se?alaba, "que continuar¨¢ el proceso de reflexi¨®n sobre la historia y sus lados oscuros, cuyas consecuencias sentimos".En la obra de teatro La dictadura de la conciencia, que llenaba la sala de bote en bote, Hemingway atacaba la intervenci¨®n de Marty en la guerra de Espa?a y le acusaba de ser "fan¨¢tico, asesino y peor que el fascismo". El autor de la obra, Mijail Shatrov, se quej¨® a Mijail Gorbachov del dif¨ªcil acceso a los archivos hist¨®ricos.
Entre quienes han gozado del privilegio limitado de consultar los archivos del Konsomol est¨¢ la profesora Svetlana Pazharskaia, de 58 a?os, miembro del Instituto de Historia General de la Academia de Ciencias de la URSS y una de las m¨¢ximas autoridades en historia de la Espa?a contempor¨¢nea que hay actualmente en la URSS. Pazharskaia cree que "Marty hizo mucho da?o con su sectarismo" y, en funci¨®n de los textos escritos por el activista a finales de los a?os veinte y principios de los treinta, cree que Marty "no comprend¨ªa lo que pasaba en Espa?a y enviaba a. Mosc¨² una imagen inexacta y equivocada de lo que all¨ª suced¨ªa".
Otro de los m¨¢s importantes especialistas sovi¨¦ticos sobre la guerra civil espa?ola -es el profesor Marklen Meshcheriakov, de 59 a?os, vicejefe de c¨¢tedra en la Academia de Ciencias Sociales dependiente del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS). Meshcheriakov es autor de un libro titulado La Rep¨²blica espa?ola y el Komintern, que fue publicado en 1981. Los datos de Meshcheriakov constituyen la ¨²ltima palabra sovi¨¦tica en cuanto a cifras de ayuda militar y civil a la Rep¨²blica espa?ola por parte de la URSS.
Pazharskaia y Meshcheriakov se consideran miembros de la segunda generaci¨®n de historiadores sovi¨¦ticos sobre la guerra civil, j¨®venes graduados de los cincuenta que vivieron la guerra como parte de sus mitos juveniles.
Influencia trotskista
En una conversaci¨®n con esta corresponsal, tanto Mishcheriakov como Pazharskaia daban mucha importancia al 202 congreso del partido comunista y al per¨ªodo de la desestalinizaci¨®n, cuando se comenzaron a publicar las memorias de los veteranos de Espa?a. El 20? congreso "limpi¨® mucho la atm¨®sfera en el pa¨ªs y tambi¨¦n en las ciencias sociales y en la historia aunque los planteamientos del tema de la revoluci¨®n espa?ola no sufrieron grandes cambios", seg¨²n Meshcheriakov.
La URSS de finales de los a?os treinta recibi¨® mal a quienes hab¨ªan luchado en Espa?a y hab¨ªan estado sometidos -seg¨²n la campa?a estalinista- a las influencias del trotskismo o el fascismo. Muchos murieron en los campos de internamiento o fueron ejecutados. Entre quienes corrieron esta suerte estaba el jefe de la misi¨®n militar sovi¨¦tica, general PavIovich Berzin; el c¨®nsul general en Barcelona, VIadimir Antonov Ovseenko; el consejero comercial Arthur Stashevski; el embajador Marcel Rosenberg, y el corresponsal de Pravda Mijail KoItzov. El diario espa?ol, un conjunto de art¨ªculos de KoItzov durante su estancia en Espa?a, ha sido reeditado este a?o en dos tomos.
Editado ha sido tambi¨¦n un libro escrito por Aleksei Eisner -El hombre con tres nombres-, dedicado al internacionalista h¨²ngaro Matazalka (conocido por el nombre de general Lukacs). Eisner, muerto en 1984, estuvo 16 a?os y medio en los campos de concientraci¨®n de Stalin a su regreso a la URSS. A su salida ayud¨® a poner orden en los archivos del Instituto de Historia, donde hab¨ªa filmaciones documentales de la Rep¨²blica espa?ola que estaban sin ca¨ªdo. A la rehabilitaci¨®n de Eis ner colabor¨® Ilia Ebreriburg, corresponsal de Izvezia durante la guerra. Una colecci¨®n de sus art¨ªculos -Reportajes espa?oles- se acaba de poner a la venta.
Una fortaleza kafkiana
Pazharskaia y Meshcheriakov se?alan que, aparte de los militares que cometieron errores durante la II Guerra Mundial, los combatientes y pol¨ªticos sovi¨¦ticos que estuvieron en la guerra de Espa?a fueron rehabil¨ªtados en tres tandas: despu¨¦s de la guerra con Finlandia -"cuando se vio que la URSS necesitaba conservar todos los cuadros militares disponibles"-, tras la II Guerra Mundial y tras el 202 congreso del PCUS.Los procesos de los a?os treinta son, seg¨²n Meshcher¨ªakov, "una p¨¢gina sombr¨ªa de la historia" de la URSS, pero los "excesos" cometidos en la guerra civil espa?ola son "una cuesti¨®n muy dificil" y "no es justo adjudicar a la URSS todas las muecas crueles de la guerra". Los consejeros sovi¨¦ticos -cuyo n¨²mero no pas¨® de los 600 a la vez como m¨¢ximo, seg¨²n la versi¨®n oficialten¨ªan orden de "no mandar", seg¨²n Meshcheriakov, pero su situaci¨®n "no era f¨¢cil". "No teniendo documentos, s¨®lo podemos decir que los asesinatos pol¨ªticos dentro del campo republicano ocurrieron", dice.
Tres importantes fuentes de documentos hay en la URSS en relaci¨®n con la guerra de Espa?a: el archivo del Instituto de Marxismo-leninismo del Comit¨¦ Central, el archivo del Museo de la Revoluci¨®n y el archivo del Museo de la Revoluci¨®n de Octubre. Estos dos ¨²ltimos fondos son estatales y est¨¢n sometidos al r¨¦gimen general de archivos, que para los investigadores extranjeros -no comunistas- es pr¨¢cticamente una fortaleza kafkiana y laber¨ªntica, seg¨²n fuentes afectadas por la experiencia.
Adem¨¢s de los archivos citados est¨¢ el archivo militar, cerrado al p¨²blico, y el archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores. En el Instituto de Marxismo-leninismo est¨¢ la colecci¨®n de documentos del Komintern y se guarda, seg¨²n Pazharskaia, una "estupenda" colecci¨®n de prensa del tiempo de la guerra, que incluye publicac¨ªones centrales y regionales. En el Museo de la Revoluc¨ª¨®n hay una colecci¨®n de panfletos y octavillas, adem¨¢s de una colecci¨®n de carteles pol¨ªticos que se quedaron en la Uni¨®n Sovi¨¦tica tras una exposici¨®n en 1937.
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