La funci¨®n de la polic¨ªa

En el diario EL PA?S, y en los apartados de Cartas al Director, aparece un escrito el d¨ªa 9 de julio del a?o en curso, realizado por don Emilio Mart¨ªn Azara, desde Palencia, el cual titula su escrito refiri¨¦ndose a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado como de "locos con licencia". Si usted me lo permite quisiera realizar una r¨¦plica a este se?or de Palencia, dejando bien claro que la misma ser¨¢ con el mayor de los respetos a dicha persona, sin utilizar ning¨²n tipo de calificativos contra ¨¦l. Le quedo agradecido por dicha publicaci¨®n.Mire usted, se?or Emilio, estoy de acuerdo en que cualquier hecho consecutivo de criminalidad o de ¨ªndole semejante a los que se refiere en su escrito, sean castigados de acorde a la ley, pero en lo que no estoy de acuerdo con usted es'en que se castigue penalmente al funcionario de polic¨ªa o de la Guardia Civil m¨¢s severamente que a cualquier otra persona, ya que se incurrir¨ªa en desigualdad y se rozar¨ªa el propio art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n espa?ola.

Tambi¨¦n dice que somos, as¨ª lo entiendo yo, unos "locos con licencia", y que costamos 25 millones, refiri¨¦ndose al desgraciado hecho -que no deja de ser lamentable- que le ocurri¨® al abogado se?or Slepoy. Le pedir¨ªa, se?or Emilio, que no fuera tan dr¨¢stico en este tipo de afirmaciones. Sabe que cuando un presunto delincuente -que por cierto en estos tiempos abundan mucho y digo presunto para que no se me acuse de que, afirmo sin pruebas- comete un hecho delictivo, como puede ser un atraco a una joyer¨ªa, ocasionando la muerte tr¨¢gica del dependiente o propietario de dicho establecimiento con la consecuente desgracia a su familia que por vida padecer¨¢n por haber perdido a un ser querido al haberlo decidido un presunto atracador; ?sabe usted cu¨¢nto dinero cuesta esa desgracia? Yo no sabr¨ªa calcularla.

Al narrar este hecho, tambi¨¦n le podr¨ªa contar innumerables delitos que tambi¨¦n cuestan lo suyo a la sociedad y que siempre paga el buen ciudadano; ejemplos: violaciones, tirones de bolso, robos de radiocasete en veh¨ªculos, asaltos a pisos y un gran etc¨¦tera.

Lo que nos faltaba, la alegr¨ªa que se llevar¨ªan los terroristas y dem¨¢s delincuentes si encima a los polic¨ªas se les desarmara. Veo y observo que usted generaliza y se refiere a todo el colectivo de la polic¨ªa y la Guardia Civil de que estarnos mal de la cabeza y que encima vamos armados. Pues le voy a decir en pocas palabras que estas armas que portamos, efectivamente el ciudadano contribuye a pagarlas, pero quiero que tenga muy presente que sirven como sus efectivos humanos, para los derechos y libertades de usted y dem¨¢s ciudadanos garantizando la seguridad ciudadana, tal como dice el art¨ªculo 104-2 de la Constituci¨®n espa?ola.

Tambi¨¦n alega y exige que se constituya un colectivo oficial aut¨®nomo, con psiquiatras y psic¨®logos que se encarguen de inspeccionar el estado mental de los opositores y que anualmente se revise a los ya incorporados. Pues todo lo que usted exige y pide ya existe. Lo que no se hace -si no es necesario, salvo alguna excepci¨®n- es revisar o mirar anualmente a sus miembros, ya que no es necesario, porque en la labor diaria se observa un estado normal y porque, si se hiciera; como usted ¨¦xige, es cuando habr¨ªa que dudar de nuestra salud mental.-

Secretario de Formaci¨®n Provincial, en L¨¦rida, del Sindicato Unificado de Polic¨ªa.