Un error del piloto de Aviaco originado por la niebla provoc¨® el choque de dos aviones en Barajas en diciembre de 1983

El accidente registrado el 7 de diciembre de 1983 en el aeropuerto de Barajas -en el que murieron 93 personas- se origin¨® por "la incursi¨®n inadvertida" del DC-9 de Aviaco pilotado por Augusto Almoguera en la pista por la que despegaba un Boeing 727 de Iberia, contra el que choc¨®. El informe oficial de la comisi¨®n investigadora se?ala que la irrupci¨®n del DC-9 se produjo "porque las condiciones de visibilidad debidas a la niebla impidieron a la tripulaci¨®n obtener referencias visuales suficientes para determinar que ¨¦se no era el recorrido correcto".

El accidente se produjo a las 9.39, cuando el DC-51 de Aviaco, que ten¨ªa que viajar a Santander con 42 personas a bordo, realizaba la maniobra de acercamiento a la cabecera de pista de despegue y, debido a un error del comandante de la nave, el avi¨®n se introdujo por un tramo equivocado -denominado Juliet 1- y accedi¨® a la pista de despegue en direcci¨®n contraria a la que llevaba el 727 de Iberia que, con 93 pasajeros a bordo, hab¨ªa iniciado la carrera de despegue con direcci¨®n a Roma.Veinti¨²n segundos antes del impacto, la tripulaci¨®n del DC-9 comunic¨® a la torre de control sus dudas sobre el lugar exacto en que se encontraba el aparato, y ¨¦ste inici¨® un extra?o giro a la derecha. Por eso, el impacto se produjo cuando el DC-9 estaba ladeado. "Como consecuencia del impacto e incendio instant¨¢neo, la aeronave DC-9 qued¨® totalmente destruida y perecieron todos sus ocupantes", dice el informe. Jos¨¦ Bellido, secretario de la comisi¨®n, explic¨® ayer que el ala izquierda del 727 seg¨® toda la estructura del DC-9 "a la altura de los apoyabrazos de los asienitos".

Circunstancias influyentes

A consecuencia del violento impacto -el 727 rodaba a cerca de 200 kil¨®metros por hora-, el aparato de Iberia perdi¨® el ala izquierda y parte del tren de aterrizaje gir¨® 180 grados y se arrastr¨® por la pista a lo largo de 460 metros. Los aviones llevaban un total de 19.800 kilos de corribustible, y el incendio, que se origin¨® destruy¨® los aparatos y origin¨® la muerte de varias decenas de personas que quedaron conmocionadas en el interior del 727.El informe oficial describe detalladamente las circunstancias que pudieron contribuir al accidente. Recuerda que Barajas estaba bajo m¨ªnimos en aquel momento para los aterrizajes, y que la niebla permit¨ªa una visibilidad que oscilaba entre los 200 y los 300 metros. Sin embargo, Bellido explic¨® que, seg¨²n los c¨¢lculos de la comisi¨®n, y teniendo en cuenta los ¨¢ngulos muertos y otras circunstancias, el comandante Almoguera s¨®lo pod¨ªa ver puntos situados a menos de 35 metros de su cabina.

El avi¨®n recibi¨® autorizaci¨®n para dirigirse al punto de despegue a trav¨¦s de la pista de rodadura -paralela en un largo tramo a la de despegue-, pero, en lugar de acceder a ella, Almoguera la cruz¨® y se introdujo en la de despegue. El punto en el que se produjo el error ten¨ªa en el suelo V'arias l¨ªneas amarillas -unas repintadas y otras no, seg¨²n precis¨® Bellido-, adem¨¢s de una se?al con las palabras No entry, que no debi¨® ver el piloto a causa de la niebla.

En Barajas hab¨ªa ese d¨ªa luces de se?alizaci¨®n fundidas en la pista de rodadura y una se?al met¨¢lica volcada en la que se le¨ªa 9-0, cuando deb¨ªa decir 0-6, pero esas anomal¨ªas, seg¨²n Bellido, no influyeron en el accidente, porque el. DC-9 no pas¨® por la zona.

Ya en la pista de despegue, el IDC-9 recorri¨® alrededor de 181 metros, a pesar de que las luces de la pista son blancas, mientras las de rodadura son de colores. En un momento determinado, parece que Almoguera debi¨® de ver alguna de esas luces blancas, porque no s¨®lo gir¨® el aparato a la derecha para apartarse de la zona central, no que, cuando desde la torre se le requiri¨® por radio para que diera su posici¨®n, el copiloto respondi¨®: "Mire, en tierra no se ven las indicaciones del Oscar 5 -punto

Por el que deb¨ªa haber pasado en su recorrido correcto-, estamos rodando con rumbo cero, con rumbo cero diecinueve, con rumbo ciento noventa, perd¨®n, y aparerentemente entr¨¢bamos en el tramo".

"Bien, recibido. S¨ª, entiendo, ya est¨¢. Un momento, por favor", respondieron, desde la torre. Unos segundos despu¨¦s se produjo el violento choque. En la torre pensaron inicialmente que el 727 hab¨ªa reventado una de sus ruedas y los controladores estaban convencidos de que el DC-9 continuaba su camino por la pista de rodadura.

En el informe, y al referirse al extra?o giro a la derecha dado por Almoguera, se indica que "el comandante dio prioridad a una maniobra que consideraba le sacar¨ªa de la situaci¨®n en que se encontraba al comunicar que pod¨ªa estar en la pista de vuelo, esperando para precisarlo que el copiloto terminase la transmisi¨®n que estaba realizando". El informe destaca que ni la tripulaci¨®n del DoC precisi¨®n su posici¨®n ni el controlador de la pista de rodadura pidi¨® aclaraciones al comandante y al copiloto, y agrega que en Barajas "no hab¨ªa, un plan espec¨ªfico para el rodaje de aeronaves en condiciones de mala visibilidad".

Con independencia de la investigaci¨®n de la comisi¨®n oficial, encuadrada en el Ministerio de Transportes, existe un procedimiento judicial pendiente para dirimir las responsabilidades periales o econ¨®micas derivadas de la cat¨¢strofe.