Los implicados en el esc¨¢ndalo del f¨²tbol italiano esperan las peticiones del fiscal

El tribunal de la comisi¨®n disciplinaria deportiva que enjuicia desde el pasado lunes, en Mil¨¢n, a 54 profesionales del f¨²tbol italiano por el esc¨¢ndalo conocido como totonero, har¨¢ p¨²blicas hoy sus peticiones de penas. El esc¨¢ndalo ha llevado ante los jueces deportivos a tres equipos de Primera Divisi¨®n: Bari, N¨¢poles y Udine, y a nueve de Segunda Divisi¨®n: Brescia, Cagliari Empoli, Lazio, Palermo, Perusa, Sambenedettese, Trieste y Vicenza. En la vista de ayer se produjo una nueva acusaci¨®n contra el N¨¢poles de haber negociado su encuentro contra el Udinese. En el curso de dicho encuentro fue expulsado Maradona.

El n¨²mero total de partidos que se sospecha fueron domesticados para favorecer las quinielas negras o clandestinas es de 29. De ah¨ª que los expertos afirmen que si los clubes implicados acabaran condenados y la comisi¨®n diera por buenas las acusaciones hechas contra los 54 jugadores o entrenadores involucrados hasta el momento, este a?o podr¨ªa cambiar radicalmente el rostro de la Liga de f¨²tbol.Todo ello se une a otro esc¨¢ndalo que est¨¢ zarandeando a los 22 jugadores de la selecci¨®n italiana, que en 1982 ganaron en Madrid, con imponente j¨²bilo nacional, la copa de campeones del mundo.

Los 22 jugadores han sido acusados de haber aprovechado que volv¨ªan a Italia en el avi¨®n del ex presidente de la Rep¨²blica Sandro Pertini -que hab¨ªa asistido, junto al rey Juan Carlos, a la final¨ªsima Italia-Rep¨²blica Federal de Aleinania- para llevarse, sin declararlo a Hacienda, los 40 millones de pesetas recibidos en d¨®lares estadounidenses por contratos publicitarios. S¨®lo Graziani, que declar¨® la cantidad a la vuelta, est¨¢ exluido del proceso.

Todo este esc¨¢ndalo ha coincidido con la resistencia mostrada en las ¨²ltimas horas por los jugadores del Mil¨¢n ante la decisi¨®n de su nuevo propietario, Silvio Berlusconi, el rey de la televisi¨®n privada, de abolir todas las primas a los jugadores excepto una a final de a?o, y s¨®lo en caso de que el equipo haya quedado clasificado entre los cinco primeros. El equipo se ha levantado en armas porque quiere una prima cada vez que gane un partido, como sol¨ªa hacerse hasta ahora.

Mientras tanto, en el proceso en curso en Mil¨¢n contra los imptitados del totonero, el espect¨¢culo no es peque?o. La sala del proceso ha estado organizada con todo el confort moderno. Hay espacio para 250 espectadores, y ha sido un desfile de cosas pat¨¦ticas, rid¨ªculas, dram¨¢ticas, humor¨ªsticas y hasta indignantes. Ha habido arrepentidos (por primera vez en el f¨²tbol), y arrepentidos de haberse arrepentido; quien ha negado ante la comisi¨®n disciplinaria lo que hab¨ªa jurado ante el tribunal penal, y, quien ha desvelado secretos ante los periodistas que se hab¨ªa comido ante los jueces (por ejemplo, Armando Carbone, el cual, por este motivo, ha sido de nuevo convocado ante la comisi¨®n disciplinaria del proceso de Mil¨¢n).

Pero, ?qu¨¦ est¨¢ sucediendo entre bastidores del proceso? Seg¨²n Lamberto Mazza, presidente del Udine, uno de los equipos que est¨¢n bajo el vendaval de las acusaciones, "est¨¢ pasando de todo". Asi, por ejemplo, Carbone, ya condenado por los jueces, sigue tramando, haciendo ofrecimientos de dinero bajo cuerda para condicionar el proceso.

Y el mi¨¦rcoles mismo, debajo de la puerta del domicilio del presidente de la comisi¨®n que lleva el proceso, el abogado Di Biasi, manos an¨®nimas metieron una carta de amenaza contra ¨¦l y contra otros tres miembros del tribunal. Una amenaza muy lac¨®nica, pero muy expl¨ªcita, con claras resonancias de car¨¢cter mafioso: una cruz al lado de cada nombre y apellido.

Otro golpe de escena se produjo cuando, durante los interrogatorios, el jugador del Cagliari Giacomo Chinellato, tras haberse retractado de todas sus anteriores deposiciones ante los jueces, se present¨® bajo los pa?os del arrepentido, y con una frase quem¨®, quiz¨¢ para siempre, la carrera profesional de Renzo Ulivieri, que era su entrenador hace un a?o. El jugador declar¨® -"para quitarme por fin", dijo un peso que llevaba sobre la conciencia"- que un d¨ªa, mientras se calentaba en el campo, sele acerc¨® Ulivieri y le pidi¨® que arreglase las cosas, para llegar a un empate.

Maradona

En medio de este ambiente se produjo ayer el retorno a suelo italiano de Diego Armando Maradona, reciente campe¨®n del mundo con Argentina, y jugador del N¨¢poles, uno de los clubes implicados y sobre cuya posible sanci¨®n existe la m¨¢xima expectaci¨®n. El N¨¢poles est¨¢ acusado de haber acordado un empate con el Udinese en partido en el que Maradona fue expulsado por agredir visiblemente a un rival, en represalia por una entrada dura. Maradona, asaltado por los informadores a su llegada al aeropuerto romano de Fiumicino, dijo: "Dios es justo y no permitir¨¢ que el N¨¢poles sea castigado, porque es inocente".