El Gobierno se plantea como objetivo que salarios y pensiones suban el pr¨®ximo a?o un 4%
El objetivo gubernamental de subida media en los salarios y las pensiones fiara el pr¨®ximo a?o ser¨¢ del 4%, porcentaje en el que, asimismo, el Ejecutivo desea situar sus previsiones de inflaci¨®n, seg¨²n las impresiones recogidas entre los funcionarios y altos cargos que han pasado esta semana, por la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, de Santander. Para el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, ambos objetivos ser¨¢n compatibles con el mantenimiento de la capacidad adquisitiva y con la aceleraci¨®n del consumo privado, aun cuando el empleo dificilmente crecer¨¢ durante 1987 en los 150.000 puestos previstos para 1986, (el? 1,5% de la poblaci¨®n ocupada).
Los objetivos para las tres principales magnitudes que determinan cada a?o el reparto de la renta -salarios y pensiones, precios y empleo- ser¨¢n definitivamente fijados por el Gobierno el pr¨®ximo, mes, al cerrar los presupuestos generales del Estado para 1987. Haya o no acuerdo en las negociaciones de concertaci¨®n social, las fuentes consultadas manifestaron que el gabinete est¨¢ dispuesto a reafirmar como objetivo de inflaci¨®n el 4% apuntado hace varias semanas por el Ministerio de Econom¨ªa, as¨ª como alinear con el mismo los sueldos de: los funcionarios y las pensiones de la Seguridad Social, lo cual implicar¨¢ una indicaci¨®n para el sector privado.
Esto supone reducir a la mitad en un solo a?o los aumentos nominales de tales rentas. La tasa anual de subida de los precios al consumo est¨¢ todav¨ªa en el 8,9% y el aumento medio plactado en los 1.651 convenios registrados durante, el primer semestre para m¨¢s de tres millones de trabajadores ha sido el 8,2%, la parte alta de la banda del Acuerdo Econ¨®mico y Social 198-5-1986. La ganancia media por hora trabajada iba en abril, ¨²ltimo dato que ha publicado el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, por el 8,8%.
No obstante, el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda espera que, a partir de enero de 1987, la tasa anual del ¨ªndice de precios se pondr¨¢ en poco m¨¢s del 5%, una vez que deje de formar parte de ella el 2,8% de la subida correspondiente a enero ¨²ltimo, atribuida al IVA.
Inc¨®gnita sobre el empleo
El secretario de Estado de Econom¨ªa, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, quien expres¨® en Santander su confianza en que habr¨¢ concertaci¨®n social, precis¨® a este peri¨®dico que el 4% de inflaci¨®n prevista y un aumento salarial similar son totalmente compatibles con el mantenimiento del poder adquisitivo y el objetivo de aumento para el consumo privado (un 3% en t¨¦rminos reales) del que depende casi todo el crecimiento econ¨®mico buscado. Aunque el empleo dif¨ªcilmente podr¨¢ volver a crecer tanto como lo previsto para 1986 -el 1,5% sobre los 10,35 millones de ocupados estimados en promedio durante 1985-, dijo que el incremento de las prestaciones sociales y de otras rentas de las familias ser¨¢ suficiente para cubrir el consumo esperado.
Pese a la importancia macroecon¨®mica de los salarios, tanto la Administraci¨®n como la patronal CEOE y el sindicato UGT pretenden girar el foco de su atenci¨®n hacia otros contenidos: productividad, pol¨ªtica fiscal, aumento de la inversi¨®n p¨²blica, reconversi¨®n tecnol¨®gica, participaci¨®n en la empresa, fondos de pensiones, movilidad laboral y los dos asuntos pendientes del AES (facilidades para los despidos colectivos y reforma de la Seguridad Social). Por ello, las fuentes consultadas aseguraron que, si se pactan estos asuntos, el 4% de objetivo de inflaci¨®n bien podr¨ªa convivir con una banda salarial que incluyera la referencia de hasta el 5%.
En todo caso, la intenci¨®n gubernamental es que la idea de que haya concertaci¨®n no impedir¨¢ que este a?o se incumpla el mandato constitucional de que los presupuestos del Estado hayan llegado a las Cortes ante del 1 de octubre.
Prioridades para la pol¨ªtica de empleo
Moderar los salarios con bandas diferenciadas, para cada sector e incluso para cada tipo de empresa, entroncar sobre estos dos niveles el acuerdo marco interconfederal, y redincidir los tipos de cotizaci¨®n empresariales a la Seguridad Social fueron las prioridades m¨¢s destacadas para una futura pol¨ªticia de empleo por Antonio Garc¨ªa de Blas, director general de Pol¨ªtica Econ¨®mica del Ministerio de Econom¨ªa y Hacierida.Al expresar su opini¨®n personal -es uno de los m¨¢ximos expertos espa?oles en mercado de trabajo-, Garc¨ªa de Blas subray¨® que un reciente informe de la OCED-, plantea la estrecha relaci¨®n entre costes laborales y empleo por cada descenso de un punto en los salarios reales sube el empleo del 0,2 al 0,5%) y recomienda a los pa¨ªses miembros el aplicar los beneficios de la baja de precios del petr¨®leo 31 del tipo de cambio del d¨®lar a reducir las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social.
Para compensar este nuevo coste p¨²blico, propuso eliminar las bases m¨¢ximas de cotizaci¨®n e incluir en la Seguridad Social a nuevos colectivos, antes de acu dir a un aumento de transferen cias del Estado que repercuta sobre el d¨¦ficit p¨²blico.
Tras incluir en este grupo de altas prioridades la vinculaci¨®n entre productividad y salarios y el coordinar los tipos y retenciones fiscales con la pol¨ªtica de empleo, defendi¨® la necesidad de flexibilizar el salario m¨ªnimo interprofesional y las horas extras, abrir nuevas v¨ªas de contrataci¨®n, reordenar la protecci¨®n al desempleo en la misma l¨ªnea de Francia y la Rep¨²blica Federal de Alemania (ambos han limitado el subsidio mientras duran los efectos econ¨®micos de las indemnizaciones por despido), ampliar los per¨ªodos de formaci¨®n obligatoria, eliminar restricciones a la movilidad y primar la cualificaci¨®n al repartir en cada empresa o sector el aumento de la masa salarial sin que en ning¨²n caso se repitan las subidas lineales.
Para medio y largo plazo dej¨® la reducci¨®n de la jornada, por entender que solo genera empleo si va acompa?ada de la disminuci¨®n en los salarios reales. Revel¨® que la reducci¨®n de jornada legal realizada en 1984, seg¨²n una encuesta del Ministerio de Econom¨ªa, solo fue compensada por una quinta parte de las empresas encuestadas con nuevas contrataciones.
Frente a esta posici¨®n, Luis Toharia, profesor de Fundamentos; de Econom¨ªa, afirm¨® que no existe correlaci¨®n necesaria entre reducci¨®n de los salarios reales y aumento del empleo, m¨¢s que por la relaci¨®n a largo plazo entre aumento de los excedentes ernpresariales, luego de la inversi¨®n y despu¨¦s del empleo.
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