La falsa oportunidad

Los apoderados de los toreros que ayer hicieron el pase¨ªllo en la plaza de toros de Las Ventas les hab¨ªan dicho: "Ten¨¦is una gran oportunidad, vais a torear en Las Ventas, la primera plaza del mundo". Pero la oportunidad, en este caso, era falsa. Como es desgraciadamente tradicional en este coso en las tardes de agosto, tres toreros modestos y con muy pocas actuaciones se enfrentaron a toros de ganader¨ªa hoy sin prestigio, de los que las figuras no quieren ni ver.Salir por el propio pie al t¨¦rmino de un festejo de este tipo ya es un triunfo por s¨ª solo. Un triunfo que, desde luego, no trae nuevos contratos a los esforzados espadas.

Valor espartano

La sangre que corre por las venas de los toros de El Sierro que se pudieron ver ayer en Las Ventas est¨¢ m¨¢s pr¨®xima a las de las reses de matadero y estofado que a las bravas de lidia. La corrida fue una aut¨¦ntica moruchada con mucho peligro para los matadores.

Frente a ellos destac¨® la enorme decisi¨®n, ganas y coraje de Franco Cadenas. Con un valor espartano e inconsciente consent¨ªa de continuo a sus enemigos, a los que recibi¨® aporta gayola, salv¨¢ndose de milagro de sendas cornadas.

El milagro sigui¨® produci¨¦ndose durante sus intentos de faena con la pa?osa, a lo largo de toda la tarde. Aun as¨ª, Franco Cadenas dibuj¨¦ detalles interesantes y las mayores ovaciones restallaron justamente desde los tendidos en honor a este joven matador. Pero mat¨® tan mal c¨®mo sus compa?eros de cartel, Juan Jos¨¦ y El Cafi, que tambi¨¦n afearon su labor digna, aseada y valerosa -aunque no tanto como la de Franco- en sus m¨ªtines a espadas.