La m¨²sica de la 'nueva era'
Sonidos blandos para gustos exquisitos en las tiendas norteamericanas
En las tiendas de discos norteamericanas ha aparecido una nueva secci¨®n. Est¨¢ reservada a la new age music (m¨²sica de la nueva era) y acoge a un pi¨¦lago de artistas cuyo principal punto de contacto est¨¢ en la presentaci¨®n gr¨¢fica de sus surcos y en el hecho de que son consumidos por un p¨²blico adulto que rechaza las estridencias del rock o la vetusta tradici¨®n del jazz. Lo de new age music es una bandera de conveniencia, un feliz hallazgo de la mercadotecnia que agrupa experiencias sonoras dificilmente clasificables
La new age musie tiene su mito fundacional, su historia de bravos pioneros que lucharon contra circunstancias; adversas para establecer los cimientos de un imperio. Hace ahora 10 a?os un guitarrista llamado Will Acker man convenc¨ªa a conocidos y fa miliares para que le ayudaran a pagar un prensaje de 300 copias de su primer disco, En busca del ombligo de la tortura. Hoy la compa?¨ªa que Will Ac kerman fundara de modo tan humilde es un s¨®lido basti¨®n de la industria discogr¨¢fica: Windliam. Hill ha registrado incrementos constantes en el volumen de ventas -en un a?o llegaron a multiplicar por 10 los resultados del ejercicio anterior- y, el mejor indicativo de su ¨¦xito, compite ahora con abunclantes nuevos sellos (Private Music, Terra, Coda, New Age, Gramavision, American Gramophone, Caeles te Arc) en un mercado que est¨¢ en expansi¨®n. Los consumidores son yuppies que precisan bella m¨²sica ambiental para amueblar sus momentos de descanso y poner a prueba las prestaciones de sus equipos estereof¨¢nicos, personas agobiadas con necesidad de sonidos tranquilizantes, inquietos degustadores de m¨²sicas diferentes.
No es casualidad que la sede de la casa discogr¨¢fica Windham Hill est¨¦ en Palo Alto (California), muy cerca del famoso Silicon Valley: aspira a ser la banda sonora del presente, expresi¨®n intimista de un tiempo marcado por la alta tecnolog¨ªa.
Para intentar acotar la naturaleza de la new age music lo mejor es buscar precedentes. Est¨¢ emparentada con la escuela del minimalismo norteamericano; hoy los discos recientes de Philip Glass, Steve Reich o Terry Riley se venden al lado del producto de Windham Hili.
La m¨²sica de la nueva era es heredera de la tradici¨®n de magos del sintetizador alemanes (kosmische musik) o franceses (musique planante) que se desarroll¨® especialmente en los a?os setenta. Recoge experiencias del trabajo de Br¨ªan Eno, experto en creaci¨®n de ambientes para uso particular o colectivo. Extiende la labor de instrumentistas heterodoxos, a lo John Fahey o Paul Horn, que partieron de lenguajes existentes -folk, jazz, cl¨¢sica para crear mundos musicales propios.
Influencia de ECM
Finalmente, la gran influencia es el sello alem¨¢n ECM, cuyo jazz de c¨¢mara anticip¨® muchos de los hallazgos de Windliam. Hill: grabaciones impecables, cuidados prensajes, exploraciones reflexivas, portadas identificables y levemente impresionistas. Pero el sonido ECM resulta frecuentemente intimidatorio: la estrella de la compa?¨ªa, el pianista Keith Jarrett, no favorece un culto masivo con sus bruscos virajes, su arrogancia o sus caja de 10 elep¨¦s plagadas de improvisaciones de piano. Por el contrario, el equivalente a Keith Jarrett en Windham Hill es George Winston, la estrella m¨¢xima del sello norteamericano, que ha conseguido extraordinarias ventas con discos l¨ªricos y accesibles. Tambi¨¦n demasiado vaporosos para muchos oyentes habituados a experiencias m¨¢s intensas. "George Winston hace lo que yo podr¨ªa hacer si me sentara un d¨ªa tranquilo a jugar con el piano, m¨²sica que no plantea problemas y que puede impresionar a alguien que no sepa tocar el piano", dice Joe Jackson.
Un g¨¦nero proteico
La heterogeneidad de f¨®rmulas que se agrupan bajo el paraguas comercial de new age music hace imposible lanzar juicios globales.
William Ackerman reacciona agresivamente cuando se presenta a Windhain Hill como proveedor de m¨²sica tibia e inocua, alegando que el grupo Shadowfax o el guitarrista Michael Hedges tienen los dientes bien afilados. Igualmente, hay oc¨¦anos de distancia entre los buc¨®licos panoramas del arpista suizo Andreas Vollenwe¨ªder o los rigurosos trabajos del Kronos Quartet, cuarteto de cuerda cuyo repertorio incluye numerosas obras de Philip Glass o Terry Riley. Tambi¨¦n es preciso recordar que muchos de estos artistas trabajan con par¨¢metros muy particulares: as¨ª, el prol¨ªfico Steve Halpern, un psic¨®logo y terapeuta con inclinaciones musicales, se presenta como parte de "la alternativa antifren¨¦tica", con discos que aseguran carecer de "impetuosos ritmos o apremiantes progresiones mel¨®dicas y arm¨®nicas", ya que lo que busca es provocar "un delicioso estado de relajaci¨®n y disfrute", fruto de sus estudios del efecto del sonido en el sistema nervioso. A vista de p¨¢jaro, la new age music es un terreno donde todo vale, desde una dama como Lucia Hwong, que toca instrumentos orientales, hasta el ¨²ltimo Juan Palomo del sintetizador, pasando por flautistas que graban con delfines o solistas en los m¨¢s inesperados artilugios. Un ¨¢rea donde se cocinan platos de merengue y complicadas recetas para paladares que buscan huir de las hamburguesas habituales. Zona de libertad que produce m¨²sicas inofensivas y ensayos provocadores, (tal vez) el sonido del futuro.
La versi¨®n espa?ola
Las grabaciones de Windham Hill son distribuidas en Espa?a por Polygram. Se trata de prensajes originales, con el obsesivo control de calidad de Will Ackerman. Nuevos Medios tambi¨¦n ofrece abundante material de los sellos Gramavisi¨®n y ECM, en ediciones nacionales y discos importados. Por lo que respecta a la producci¨®n original, Grabaciones Accidentales cobija abundantes aventuras que en Estados Unidos ir¨ªan directamente a las estanter¨ªas de new age music, tales como los discos de Suso Saiz, Finis Africae o La Orquesta de las Nu bes. Lo mismo se podr¨ªa decir de las producciones del sello El Cometa de Madrid, patrocinado tambi¨¦n por Grabaciones Accidentales. Y el trabajo de francotiradores como el barcelon¨¦s Michael Huygen, de amplia trayectoria, o Ars Mundi, seud¨®nimo del productor Juli¨¢n Ruiz. Discos que sufren ahora mismo de la dificultad para encuadrarlos y el escaso eco de los medios de comunicaci¨®n.Aparte de ocasionales apariciones en el Metr¨®polis televisivo, se pueden o¨ªr muestras de new age music en el programa Di¨¢logos (Nacional 3 FM) o en espacios radiof¨®nicos locales como el de Juan Alberto Arteche en Onda Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.