A Espa?a le hasta empatar con Hungr¨ªa para clasificarse
JUAN-JOS? FERN?NDEZ, La dif¨ªcil goleada conseguida ante un floj¨ªsimo equipo de Israel devolvi¨® ayer al waterpolo espa?ol un soplo de esperanza.. Hoy, ante la renovada, pero siempre dificil, Hungr¨ªa, le basta el empate para alcanzar la fase semifinal. Se entrar¨ªa en ella con dos puntos menos que: Italia, nuestro, verdugo el jueves, pero, al menos, no se har¨ªa el rid¨ªculo a ojos de los no iniciados.
En el juego acu¨¢tico resulta dif¨ªcil mantener ante los aficionados que Espa?a es un equipo de elite, que se codea con los mejores, y que las diferencias son tan m¨ªnimas que entre el fracaso o el ¨¦xito media un simple gol o un tiro al poste. Eso se sabe ya en baloncesto, por ejemplo, y a nadie le supo tan rematadamente mal el pasado quinto puesto del Mundial por perder un partido clave con Brasil. Se cumpli¨® despu¨¦s sobradamente frente a la URSS, aunque tambi¨¦n se perdi¨®, y eso dej¨® buen sabor de boca. Con Hungr¨ªa hoy puede su ceder lo mismo. Y nadie se acordar¨¢ de niveles, porque las ocasiones ¨²nicas, un Mundial en Espa?a, hay que aprovecharlas, aunque la popularidad nunca pueda ser la misma que en otros deportes.
Espa?a, tras la derrota de los h¨²ngaros ante Italia en el partido anterior por la misma diferencia de un gol, no pod¨ªa tener otro objetivo frente a Israel que conseguir mejor resultado que el 16-2 (+ 14) de Hungr¨ªa el jueves. Seg¨²n el reglamento del torneo, en caso de empates a puntos entre dos equipos, se clasifica el que mayor diferencia de goles general posea.
Al equipo espa?ol, en cuanto pas¨® de los 16 tantos marcados, incluso le bastaba ya con lograr los mismos, 14 goles de la diferencia exigida, pues en caso de nueva igualdad por el coeficiente general, se da primac¨ªa al mayor n¨²mero de tantos marcados. Sin embargo, en ese momento el marcador era de 16-3 y todav¨ªa faltaba un tanto. Los sufrimientos hispanos en los Mundiales acu¨¢ticos parecen no tener fin. Despu¨¦s de haber ,arrollado en los tres primeros tiempos de juego a un limitad¨ªsimo rival (con medias de cinco goles en s¨®lo siete y ocho ataques), nuevamente volvieron los fallos. Israel, de forma casi increible, marc¨® dos tantos m¨¢s, el primero de ellos mientras el entrenador espa?ol, Esteller, gritaba desaforadamente a Carmona que bajara a ayudar en defensa. La angustia, por ello, sigui¨®: 16-6, 17-5,_ 17-6. Esteller meti¨® a Aguilar y Gonz¨¢lez y los refrescos surtieron efecto. Estiarte, que se hab¨ªa mostrado al nivel normal de su gran efectividad al no jugar ante Italia, puso el 20-6 que ya serv¨ªa. Incluso Carmona logr¨® el 21-6 a falta de 8 segundos. El respiro estaba conseguido. Pero a¨²n queda evitar el ahogo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.