Agua poco mineralizada y casi de sierra

Los madrile?os beben mejor que comen, como se demuestra en el control que se realiza en la secci¨®n de An¨¢lisis de Aguas. Las 16 muestras diarias que se recogen en fuentes p¨²blicas o domicilios particulares permiten afirmar que el agua que se consume es buena, muy poco mineralizada y casi, casi de sierra.En bebidas alcoh¨®licas, especialmente vinos cervezas, que son las de mayor consumo entre los madrile?os, s¨®lo se detectan alteraciones o fraudes como el aguado en el caso del vino, un grado alcoh¨®lico incorrecto o la presencia de alg¨²n conservante.

Varias secciones se encargan en el Laboratorio Municipal de Higiene de garantizar que los alimentos que consumen los madrile?os cumplen lo que prometen y, sobre todo, se ajustan a la legislaci¨®n.

La secci¨®n de microbiolog¨ªa investiga la presencia de g¨¦rmenes pat¨®genos y de contaminaci¨®n fecal en todos los alimentos. La de toxicolog¨ªa se encarga de detectar los metales pesados en cantidades superiores a las permitidas, as¨ª como de analizar los residuos de pesticidas en frutas y verduras, aunque los casi 1.000 productos que se utilizan para fumigar impiden un estudio exhaustivo de los mismos.

La secci¨®n de grasas y aceites estudia de forma especial el fraude, que se puede convertir en la puerta de un problema sanitario, como ya ocurri¨® en el caso de la colza. Tambi¨¦n investiga las dosis de antioxidantes en los aceites de semillas, aditivo permitido, pero que en cantidad superior a establecido puede ser perjudicial para la salud a largo plazo.

En la secci¨®n de productos de origen animal se realizaron en el ¨²ltimo a?o campa?as de control de huevos, chorizos frescos, crust¨¢ceos, miel, carne picada, cefal¨®podos, conservas de pescado y productos tratados por el calor, tales como jam¨®n y paleta cocidos y magro de cerdo. En estos ¨²ltimos, se detect¨® en una minor¨ªa la adici¨®n de fosfatos en cantida,des superiores a las autorizadas, mientras que en los chor¨ªzos frescos se observ¨® la presencia de colorantes.

En la carne picada envasada, en la que est¨¢ prohibida la utilizaci¨®n de aditivos, se encontr¨® metabisulfito, conservante admitido en algunos productos, pero no en la carne, por ser un producto perecedero y de gran potencial bacterol¨®gico que exige un consumo r¨¢pido.

La adici¨®n, tambi¨¦n, de metabisulfito en cantidades muy superiores a las permitidas es la anomal¨ªa principal que se encontr¨® en los crust¨¢ceos. Este conservante, en cantidades excesivas, destruye la vitamina B. Su presencia en exceso se puede averiguar por el sabor ¨¢cido del producto.

La secci¨®n de productos de origen no animal se encarga del resto de los alimentos.