La Embajada de Espa?a en Santiago de Chile fue espiada por la polic¨ªa secreta de Pinochet
La Embajada de Espa?a en Chile fue espiada durante al menos dos meses por miembros de la polic¨ªa secreta del pa¨ªs suramericano, que se apoderaron de documentos secretos y algunos cifrados en clave, confirmaron ayer fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, que rebajaron la importancia de los informes obtenidos. El espionaje lo realizaron dos funcionarios de la Central Nacional de Informaciones (CNI), que posteriormente desertaron de ese servicio. Al menos cinco embajadas m¨¢s, entre las que se encuentra la de EE UU, han sido tambi¨¦n espiadas por la CNI en los ¨²ltimos meses.
El embajador espa?ol en Chile, Miguel Solano Aza, ten¨ªa previsto entrevistarse ayer, a las 22.00 horas (las 16.00 horas en Chile), con el titular del Ministerio chileno de Asuntos Exteriores, al que, de acuerdo con instrucciones recibidas desde Madrid, pensaba pedirle explicaciones sobre lo sucedido.Adem¨¢s de las embajadas de Espa?a y EE UU, las de Italia, Holanda, Venezuela y Uruguay fueron tambi¨¦n v¨ªctimas de este tipo de espionaje. La CNI ten¨ªa destinada una red al espionaje de las representaciones diplom¨¢ticas.
Los cabos retirados de la Armada Patricio Geldres, de 33 a?os, y V¨ªctor Enriqui, de 31, hicieron estas revelaciones poco antes de salir de Chile con rumbo a otro pa¨ªs. Seg¨²n contaron, el procedimiento para filtrar la Embajada espa?ola en Santiago fue sencillo. A diario recog¨ªan la basura y desperdicios que la representaci¨®n arrojaba y con los restos de papel reconstru¨ªan, en un verdadero rompecabezas, los documentos originales manuscritos. La CNI tiene la capacidad de procesar hasta el material roto por la trituradora de papel, armando los restos. Adem¨¢s, usaron un sistema de lectura de las cintas de m¨¢quinas de escribir utilizadas y pod¨ªan descifrar con m¨¦todos criptogr¨¢ficos las comunicaciones en clave y cifradas, entre la Embajada y el Gobierno espa?ol.
De esta manera, la polic¨ªa secreta chilena se apoder¨® de material confidencial. En manos de EL PA?S se encuentran 11 cartas privadas del embajador espa?ol en Chile, Miguel Solano Aza, y dos del encargado de negocios, Mariano Vidal, dirigidas al Ministerio de Exteriores, informando sobre la situaci¨®n pol¨ªtica local y fechadas entre el 17 de mayo y el 9 de julio. Tres de ellas tienen el ep¨ªgrafe "cifrado" y una est¨¢ dirigida al subsecretario de Asuntos Exteriores, Fernan o Perpi?¨¢ Robert. Los originales est¨¢n manuscritos y corresponden a los borradores de mensajes enviados por la Embajada al Gobierno espa?ol.
Fuentes de la Embajada en Santiago, sin embargo, no quisieron confirmar ni desmentir el espionaje y se negaron a hacer declaraciones al respecto. Se limitaron a decir que la representaci¨®n diplom¨¢tica ten¨ªa "toda las medidas de seguridad tomadas, propias de los pa¨ªses signatarios de la OTAN".
Contactos con la oposici¨®n
Los agentes Geldres y Enriqui renunciaron a la CNI y se fueron de Chile porque dijeron estar "asqueados" de este tipo de labor. Ambos se relacionaban con la red a trav¨¦s de un jefe, que ten¨ªa contacto con los agentes dedicados a otras embajadas y llevaban la basura hasta la sede central de la CNI.
Preguntado sobre el motivo de la actuaci¨®n del espionaje chileno, un alto cargo pol¨ªtico espa?ol que dijo conocer los hechos se?al¨® que, desde hace meses, algunos dirigentes de la oposici¨®n al r¨¦gimen de Pinochet han mantenido contactos y conversaciones con diplom¨¢ticos espa?oles destinados en Santiago de Chile, extremo que ha podido originar que, como en los casos de otras embajadas, los servicios chilenos de informaci¨®n incrementasen su control sobre la sede diplom¨¢tica espa?ola.
Un portavoz del Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores se?al¨® que el Gobierno espa?ol "estaba al corriente de los hechos desde hace m¨¢s de un mes" y que, en cuanto se tuvo constancia del espionaje al que estaba sometida la sede diplom¨¢tica, se reforzaron las medidas de seguridad con una doble finalidad: impedir que se realizaran esas actividades y conocer qu¨¦ tipo de informes o documentos hab¨ªan obtenido los servicios chilenos de informaci¨®n.
De acuerdo con dicho portavoz, los resultados de las medidas de seguridad adoptadas han consistido, de un lado, en la comprobaci¨®n de que ninguno de los empleados en la Embajada espa?ola est¨¢ implicado en los hechos y, de otro, en la constataci¨®n de que los esp¨ªas "han obtenido escasos frutos". Siempre seg¨²n este portavoz, los servicios chilenos de informaci¨®n s¨®lo llegaron a apoderarse de informaci¨®n no secreta -"en ocasiones recortes de peri¨®dicos"- y de copias de "documentos sin inter¨¦s".
No es un caso ¨²nico
El mismo portavoz hizo gran hincapi¨¦ en el hecho de que la Embajada espa?ola en Chile no ha sido la ¨²nica en ser espiada, sino que tambi¨¦n han sido objeto de id¨¦ntico trato "varias embajadas europeas". Fuentes oficiosas precisaron que, adem¨¢s de varias sedes diplom¨¢ticas europeas, el espionaje chileno ha efectuado una intensa labor sobre la Embajada de Estados Unidos en Santiago de Chile.
La misma fuente puso de relieve la situaci¨®n que en los ¨²ltimos meses vive el r¨¦gimen dictatorial de Pinochet, cuyos dirigentes conocen las actividades que han sido desarrolladas por distintos pa¨ªses, a trav¨¦s de sus embajadas, para lograr caminos de apertura pol¨ªtica en Chile, donde en los ¨²ltimas protestas callejeras se han registrado violentas intervenciones policiales con el resultado de varios muertos. Algunos de los contactos mantenidos desde las embajadas han incluido conversaciones con altos mandos militares que recientemente se han expresado de forma cr¨ªtica contra el r¨¦gimen dictatorial de Augusto Pinochet.
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