Fraga agradece o¨ªr en Perbes lo que callan en Madrid los 'pelotas'
El presidentede AP madruga, se ba?a en el mar aunque llueva y est¨¢ acostado antes de medianoche
Frente a la r¨ªa de, Betanzos, entre Mi?o y Puentedeume, una de las numerosas casitas que asoman al mar gris¨¢ceo tiene adosada una r¨²stica construcci¨®n de madera y uralita. En su sencillo y acogedor interior resalta una bandeja plateada. La pared sobre la que cuelga abriga, casi todas las tardes, la espalda de un ilustre vecino mientras barrunta la jugada con las fichas blanquinegras y la inscripci¨®n recuerda una partida de domin¨®: la celebrada el pasado d¨ªa 7 "entre Jorge Posada y Claudiano Gonz¨¢lez, y don Manuel Fraga y compa?ero". Todo un recuerdo, y un rasgo de humildad, si se tiene encuenta que la pareja del l¨ªder conservador fue derrotada por dos vecinos de Santa Mar¨ªa del P¨¢ramo (Le¨®n) y que uno de: ellos era. ciego.
En este "palacio del domin¨®" -como le conocen sus asiduosacondicionado con un frigor¨ªfico, una caja de puritos; y una veintena de botellas con otras tantas modalidades de aguardientes gallegos, Fraga prolonga muchos d¨ªas hasta avanzada la tarde la tertulia que ocupa buena parte de sus horas vespertinas de veraneo en Perbes. El presidente nacional de AP, que resalta que en esas charlas oye "de todo lo que hay que o¨ªr", asegura que este a?o ha tertido "unas vacaciones magn¨ªficas", de las mejores que ha tenido en su vida. El motivo: estar en Perbes, haber restringido al m¨¢ximo las salidas a actos of¨ªciales, trabajar poco, meditar mucho, pasear y salir al mar.Por las ma?ar¨ªas, es el primero que se levanta, "con gran descontento de otros miembros de la familia". "Por lo que tengo que andar de puntillas y salir al jard¨ªn a hacer la gimnasia", explica Fraga, quien asegura que el viernes pasado estaba paseando por la playa a las 7.30, "que es la hora simp¨¢tica", apostilla regocijado con su relato, "porque es la, hora en la que est¨¢n los hombres de la limpieza".
A cambio, a las doce de la noche est¨¢ en la cama -"pero yo a las doce lo que esto, es durmiendo, ?je,je!"- e incluso algunos d¨ªas se acuesta una hora antes y se queda un rato leyendo. Apenas ve la televisi¨®n, porque en Galicia prefiere "ver un pinar", pero en una inequ¨ªvoca muestra de sosiego vacacional advierte que ese comentario, "no es una cr¨ªtica".
Seg¨²n su propia versi¨®n, no deja un solo d¨ªa de darse un ba?o en la playa por la ma?ana y otro por la tarde, "aunque caigan chuzos". "Si llueve", relata con orgullo, "llevo un paraiguas a la playa y pongo debajo una chaqueta para pon¨¦rmela al salir del ba?o, que es cuando hace un poco de fresco. Pero en el agua se est¨¢ muy bieja. Y no pasa nada".
Sus vecinos de Perbes est¨¢n ya habituados a la presencia en la playa del veterano pol¨ªtico, que, por otra parte, no suele salir mucho del muro de piedra que rodea su casa -situada al borde de la playa-, ni mucho menos frecuentar los bares locales. Alguno de ellos no duda incluso en relacionarle con las facilidades para lograr la construcci¨®n del polideportivo local u otros servicios p¨²blicos.
Al lado de su residencia hay un restaurante donde cada verano, y especialmente a su llegada. a Perbes, Fraga deja dilatada constancia de su afici¨®n a la tortilla de patatas. La calidad de los alirnentos de la tierra y la copiosidad de las cornidas hace precisamente, seg¨²n el l¨ªder conservador, que no salga m¨¢s de casa.
"Por una parte invitan a un buen reposo y, por otro lado, la abundancia y una elemental cortes¨ªa hacen que se: coma el doble cuando se va fuer:a. Y yo no es que haya decidido adelgazar, pero s¨ª e no engordar m¨¢s". Su r¨¦gimen bromea, consiste en almorzar Ic m¨¢s posible en casa, porque "y,est¨¢ mi mujer, que es la Guardi Civil, y se encarga....". No obstan te, Fraga no desaprovecha oportunidad de hacer una revela ci¨®n. "Esta noche hay p¨²din de ca bracho en esta casa, pero con ca brachos que he pescado yo".
Mal dibujante, peor violinista
Salir al mar, a por "pescados de roca", como la faneca, "que son poco conocidos pero los m¨¢s finos", argumenta, es uno de: sus entretenimientos preferidos. No dibuja -"quiz¨¢ dibujar es la cosa que peor hago, por eso no fui ingeniero de caminos, que era la carrera que en su momento m¨¢s me gastaba", reconoce- ni escribe versos, "por la misma raz¨®n dej¨¦ de tocar el viol¨ªn: lo hac¨ªa muy mal". A cambio, el pasado fin de semana iba por el tomo octavo de una enciclopedia sobre Historia de Euskadi.
Vestido con una guayabera y unos pantalones de ch¨¢ndal, Fraga sentencia: "Veranear en la tierra de uno tiene incluso ventajas morales. Uno siente m¨¢s la continuidad, las obligaciones morales. Est¨¢ uno cari?osamente atendido por parientes y amigos, a los que adem¨¢s se da el derecho a decir cosas que no le dicen a uno los pelotilleros que surgen en cualquier organizaci¨®n. As¨ª que uno no tiene las ventajas de estar en su elemento, como dec¨ªa aquel negro que se ba?aba en el mar Negro, je, je!".
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