Paella
Una, revista de informaci¨®n general ha hecho una encuesta entre turistas extranjeros para detectar su conocimiento de Espa?a. A la vista de los resultados de la encuesta, una de tres: o no sabemos explicarnos o los extranjeros son m¨¢s imb¨¦ciles de lo que hab¨ªamos supuesto o las cosas son como son y ya vendr¨¢ el verano.Evidentemente no sabemos explicarnos y la prueba la tenemos cuando hacemos promoci¨®n de la oferta ol¨ªmpica espa?ola recurriendo al t¨®pico de la casta?uela o cuando inauguramos unos campeonatos mundiales de nataci¨®n en una plaza de toros, sin ni siquera tener la imaginaci¨®n de llenarla previamente de agua y lanzar un torero rana dispuesto a torear una ballena. Seguimos sin sabemos explicar cuando no retiramos la licencia a tanto criminal gastron¨®mico que intoxica el paladar de los turistas mediante paellas que parecen fallas valencianas realizadas por esquimales para que se las coman los bosquimanos. ?Y qu¨¦ decir de esa horrorosa sangria embotellada que deber¨ªa estar tan prohibida por la Constituci¨®n como la naranjada incorrupta de Iberia?
Tambi¨¦n es evidente que en el extranjero no son tan listos como nos hab¨ªamos creido, desde la evidencia de que a los turistas que nos visitan les hasta con pagar las cuentas y es obligaci¨®n nuestra suscitar su curiosidad por algo m¨¢s que el sol y la paella acr¨ªlica. Los que creemos en la lucha de clases con todo el descafeinamiento que se quiera, llegamos a la conclusi¨®n, de que normalmente los menos ricos son menos sabios, salvo excepciones y a nosotros suelen vistamos los extranjeros menos ricos, dotados de una sabidur¨ªa convencional aportada por los peri¨®dicos m¨¢s amarillos de Europa y m¨¢s desinformados de Estados Unidos.
No s¨¦ si vale la pena iniciar una campa?a de clarificaci¨®n pregonando que esa paella que se comen no existe, que en Espa?a es mejor el cordero castellano que el toro de lidia y que donde se ponga un vino de cosechero del a?o fresquito que se quite la sangr¨ªa de oleoducto y luego ya a por el Cid, Lope de Vega, Don Quijote, Julio Iglesias y Pl¨¢cido Domingo. 0 bien admitir que las cosas son como son y que ya vendr¨¢ el verano.
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