La sombra del h¨¦roe
El Steaua, el equipo del Ej¨¦rcito rumano, intent¨® desplegarse anoche sobre el Bernab¨¦u con la misma disciplina t¨¢ctica que exhibi¨® en la batalla del 7 de mayo, en el S¨¢nchez Pizju¨¢n, de Sevilla, en aquella final de la Copa de Europa que signific¨® el Waterloo del Barcelona. Pero ayer hab¨ªa un peque?o detalle que iba a hacer imposible la repetici¨®n de la victoria: faltaba el h¨¦roe.La sombra de Ducadam vol¨® ayer sobre el segundo partido del Trofeo Bernab¨¦u y la genialidad de Butrague?o, la precisi¨®n de Michel y la izquierda de Hugo S¨¢nchez no perdonaron. Ducadam, el h¨¦roe, el portero que entr¨® en la leyenda del f¨²tbol europeo al detener cuatro penaltis a los azulgrana Alexanco, Pedraza, Pichi Alonso y Marcos, sufri¨® el mes pasado una trombosis y tuvo que ser intervenido quir¨²rgicamente en su brazo derecho. Hace cinco a?os ya tuvo problemas en una arteria, aunque representantes del conjunto rumano se muestran esperanzados en recuperar para que vuelva a ejercer su profesi¨®n, la de detener penaltis.
Gracias a las cuatro parada del h¨¦roe en la ¨²ltima final europea, el equipo rumano ha paseado por Europa la gloria de su corona continental durante los ¨²ltimos meses y ha engordado sus arcas con una gira del m¨¢s puro estilo occidental: ha jugado en Francia, B¨¦lgica , Italia, Holanda, Grecia y, por ¨²ltimo, en Madrid, en el Bernab¨¦u, tras hacer escala de tres horas el lunes en el aeropuerto barcelon¨¦s de El Prat.
Stingaciu, un buen guardameta, intent¨® ayer ser el Ducadam bis. "S¨¦ que los ojos de todos los aficionados en el Bernab¨¦u estar¨¢n pendientes de m¨ª y que todos, me compararan con ¨¦l". Stingaciu hizo lo que pudo y exhibi¨® aceptables condiciones bajo el marco, pero no pudo con la inspiraci¨®n individual de los jugadores madridistas ni con el recuerdo de Ducadam. Las sombras de los h¨¦roes suelen ser demasiado alargadas para simples porteros de f¨²tbol.
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