Accidentes de tr¨¢fico

En su nueva r¨¦plica del d¨ªa 21 de agosto, el director general de Tr¨¢fico afirma que, seg¨²n sus servicios t¨¦cnicos, "en un 20% [de los accidentes] influye la situaci¨®n en las v¨ªas". Por mi experiencia, la cifra confesada resulta alarmante.Al igual que el pariente de Ricardo Hern¨¢ndez, mi padre, mi familia y yo tuvimos la mala estrella de toparnos, una noche de 1980, en Daimiel, con un tramo de carretera mal se?alizado. Pero eso no es lo que consta en el parte estad¨ªstico, que adolece, como el atestado del accidente, de m¨²ltiples inexactitudes. Cuando me lo permitieron las grav¨ªsimas lesiones que sufr¨ª, inici¨¦ un contencioso administrativo contra el MOPU, a¨²n en curso. Los escritos que he recibido a lo largo de cinco a?os han propiciado mi escepticismo y probado mi paciencia.

La arbitrariedad de algunos ha llegado hasta la exigencia de que, para fundamentar mi reclamaci¨®n, aportara "el testamento o auto de declaraci¨®n de herederos" de mi difunto padre y justificara "los perjuicios causados por su p¨¦rdida".

En otro se asevera que en el punto en cuesti¨®n -"que no es por ahora el m¨¢s peligroso de la provincia" (sic) "reconocemos que no existe se?al de curva " -una curva que se ha cobrado muchas v¨ªctimas- pese a lo cual "no creemos que, a no ser por distracci¨®n, un conductor experimentado y prudente provoque un accidente, dada la se?alizaci¨®n con que cuenta".

Dicho tramo se ha variado en su totalidad -s¨®lo llevaba dos a?os en funcionamiento- y ya hay se?al de curva, porque "en el expediente inicial se?alaban los reclamantes que no exist¨ªa". Ello no es ¨®bice para que, a efectos estad¨ªsticos, mi padre, mi familia y yo seamos ya para siempre un muerta, y tres heridos inexistentes para el

20% mencionado y para que, en cambio, hayamos ido a engrosar ese 65%, de accidentes achacables a error o infracci¨®n de los conduc tores, como, cabe pensar, qui¨¦n sabe cu¨¢ntos otros basados en simples "apreciaciones de la forrna en que pudieron producir ' se".

Alegr¨¦monos de que "por primera vez en muchos a?os" el MOPU haya decidido mejorair la red de carreteras. Pero tarde llega el consuelo a quien ya tiene su propio muerto. No obstante, la lucha que libro contra el MOPU no nace del dolor ni de la rabia sino del inconformismo que no acepta el descargo basado en estad¨ªsticas ficticias y meras conjeturas, enarbolado por una Administraci¨®n " responsable del buen funcionamiento de la circulaci¨®n", frente a la certidumbre de unos hechos vividos y presenciados de forma muy distinta, frente a la realidad de una muerte inapreciable e, injusta. Vidas humanas, para unos; para otros, porcentajes y cifras.- Liliana Piastra