El crecimiento del consumo el¨¦ctrico indica un fuerte aumento de la actividad sumergida en la econon¨²a espa?ola

El crecimiento regional y porcentual del consumo el¨¦ctrico indica, en los ocho primeros meses de este a?o, un fuerte aumento de la actividad sumergida en la econom¨ªa espa?ola, seg¨²n la interpretaci¨®n realizada por expertos de los datos disponibles de generaci¨®n y consumo de energ¨ªa el¨¦ctrica en Espa?a. Por otro lado, la participaci¨®n del petr¨®leo en esta industria es este a?o, pese al descenso en los precios del crudo, pr¨¢cticamente nula, con una ca¨ªda del 59% con relaci¨®n al a?o anterior.El consumo de energ¨ªa el¨¦ctrica ha crecido un 3,2% entre el primero de enero y el 24 de agosto, pr¨¢cticamente la previsi¨®n contenida en el Plan Energ¨¦tico Nacional (PEN) vigente. El consumo, que ha sido superior este a?o a la generaci¨®n o producci¨®n el¨¦ctrica, debido al inferior saldo en los intercambios internacionales, presenta un reparto desigual por regiones espa?olas, lo que resalta la fuerte transformaci¨®n estructural que est¨¢ experimentando la actividad econ¨®mica en Espa?a.

As¨ª, la zona centro-Levante, donde existen numerosos talleres e industrias agr¨ªcolas y transformadas de peque?a escala, ha exper¨ªmentado un aumento del consumo del 9,3%, pr¨¢cticamente tres veces superior a la media estatal. Lo mismo ha sucedido con la zona catalana, con aumento del 6%, y de la andaluza, que tiene una tasa de crecimiento del 3,8%. Por el .contrario, zonas tradicionalmente industriales como la centro-norte y, en menor escala, la noroeste presentan descensos acentuados en el crecimiento del consumo. En el primer caso es del 4, 1 %, y en el segundo, del 0, 1 %. La zona aragonesa tambi¨¦n presenta un aumento (0,9%) inferior a la media.

Pero la estad¨ªstica que m¨¢s sorprende, a la hora de considerar la orientaci¨®n industrial, es el aumento que han experimentado los consumos industriales de baja tensi¨®n, precisamente el de los clientes con actividades empresariales de peque?o y mediano tama?o, y donde, de hacer caso a los expertos, se concentra la econom¨ªa sumergida en Espa?a. El aumento del consumo en este sector es del 7,7%, seg¨²n datos acumulados al mes de mayo. Tambi¨¦n lo ha hecho, en m¨¢s escala, el consumo dom¨¦stico (8,1%), pero esto puede deberse al rigor invernal. La actividad industrial de alta tensi¨®n, sin embargo, apenas ha crecido un 0,1%.

Las estad¨ªsticas elaboradas por Unidad El¨¦ctrica (UNESA) y por Redesa tambi¨¦n indican que el consumo de combustibles en las centrales t¨¦rmicas cl¨¢sicas est¨¢ experimentando, m¨¢s bien acentuada, una tendencia de disminuci¨®n de la importancia del petr¨®leo y un crecimiento del carb¨®n y del gas. As¨ª, entre enero y mayo, s¨®lo se quemaron 191.938 toneladas de fuel-oil en las centrales t¨¦rmicas espa?olas. El dato es llamativo si se tiene en cuenta que hace unos a?os se llegaron a quemar hasta ocho millones de toneneladas en un ejercicio. El gas, por su lado, ha aumentado su participaci¨®n en 1,2% y el carb¨®n en un 15,5%.

La estructura de producci¨®n global de energ¨ªa el¨¦ctrica, al 24 de agosto pasado, mostraba a su vez un fuerte aumento de la participaci¨®n de la energ¨ªa nuclear, con incrementos del 30%. En este momento, uno de cada tres kilovatios de los que se producen Espa?a procede de las centrales nucleares. Ha disminuido, por otro lado, la generaci¨®n hidroel¨¦ctrica, debido a las condiciones climatol¨®gicas, y ha aumentado conyunturalmente la termoel¨¦ctrica cl¨¢sica, que este a?o fue del 44% del total. La hidroel¨¦ctrica, que disminuy¨® un 24% respecto al a?o anterior, participa en un 24%,6%.