La discriminaci¨®n cl¨¢sica
Soy periodista y actualmente estudio ingl¨¦s en Londres. Tambi¨¦n trabajo en esta ciudad para el Instituto Internacional de Prensa, lo que me da oportunidad de leer la prensa diaria espa?ola y seguir la actualidad de mi pa¨ªs. Veo por ella que uno de los temas que ocupan sus p¨¢ginas es la discusi¨®n en torno a la ausencia de mujeres ministras en el nuevo Gabinete socialista. Tema que desemboca, por propia naturaleza, en el otro ya cl¨¢sico de la discriminaci¨®n sexual.Al respecto, EL PA?S transcribi¨® recientemente un extracto del art¨ªculo que Shery Buchanan public¨® en The International Herald Tribune acerca del acoso sexual en el trabajo. El hostigamiento por parte de superiores e iguales que sufre la mujer en su profesi¨®n y oficio diarios es tan antiguo como el trabajo mismo. Esto no extra?a pero s¨ª indigna. Como tambi¨¦n indigna otro sexismo, quiz¨¢ m¨¢s sutil y menos reconocible, que padece la mujer en cualquier esfera de su vida cotidiana. Cuando una mujer, por ejemplo, entabla conocimiento profesional con un miembro del sexo opuesto, sus atributos son distribuidos y presentados mediante el siguiente baremo de juicio: sexo, edad, f¨ªsico y, por ¨²ltimo, como el calificativo menor que siempre se nos queda escondido tras la sarta de elogios, profesi¨®n. As¨ª no es extra?o o¨ªr hablar a¨²n hoy de esta "se?orita, tan joven y atractiva...", abogada, o m¨¦dica, o psiquiatra, o economista, o periodista. Poco despu¨¦s de salir de Espa?a ofrec¨ª mi colaboraci¨®n desde Londres a diversas revistas y peri¨®dicos espa?oles. Uno de ellos me contest¨®, y en su carta, como colof¨®n final y a modo de simp¨¢tica alabanza, a?ad¨ªa que la redacci¨®n de dicho medio "era muy sensible a la belleza femenina". Tan "sensible redacci¨®n" s¨®lo hab¨ªa recibido mi carta de presentaci¨®n y un escueto curr¨ªculo. Ni una fotograf¨ªa.
?Por qu¨¦? Es la pregunta que las mujeres actuales nos planteamos diariamente, cuando los piropos al sexo al que pertenecemos empiezan a sonarnos pedantemente familiares. Si a una profesional se la juzga como tal, que se elogien sus
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