Tres cuerpos de polic¨ªa investigan por separado el asesinato

Tres cuerpos policiales -la Ertzantza (polic¨ªa auton¨®mica), la Guardia Civil y el Cuerpo Superior de Polic¨ªa- investigan por separado el asesinato de la ex dirigente de ETA Mar¨ªa Dolores Gonz¨¢lez Catar¨¢in, Yoyes, ocurrido el mi¨¦rcoles. La participaci¨®n de estos tres cuerpos en investigaciones paralelas ha suscitado cr¨ªticas y creado cierto malestar entre ellos.La Ertzantza estuvo encargada oficialmente de dirigir la investigaci¨®n mientras no se produjera la reivindicaci¨®n de ETAm, hecho que, una vez comprobado, permite considerar formalmente un asesinato como un atentado terrorista y someterlo a la jurisdicci¨®n de la Audiencia Nacional. ?ste es el primer supuesto atentado terrorista cuya investigaci¨®n recay¨® provisionalmente en la Ertzantza.

Antonio Mar¨ªa Loidi, el propietario del coche Renault 5 utilizado por el comando y ¨²nica persona que ha accedido a testificar, ha tenido que prestar declaraci¨®n ante los tres cuerpos policiales. Fuentes de las fuerzas de seguridad del Estado se?alan que las irregularidades en la investigaci¨®n empezaron con el levantamiento del cad¨¢ver, ordenado por un secretario del juzgado y no por el juez, y continuaron con la no delimitaci¨®n espacial de la figura que compon¨ªa el cad¨¢ver en el momento de su muerte.

El asesinato fue obra de un comando experimentado de ETA Militar, formado, casi con toda seguridad, por elementos liberados (dedicados en exclusiva a la organizaci¨®n), seg¨²n indicaron ayer fuentes policiales encargadas de la investigaci¨®n del caso. Esta conclusi¨®n se sustenta, a juicio de las mismas fuentes, en la t¨¦cnica utilizada en el atentado y en el comportamiento mismo de los asesinos, que actuaron a cara descubierta, a plena luz del d¨ªa, en una zona poblada y sin muestras de nerviosismo.

El atentado fue cometido con el procedimiento habitual de los comandos de ETA Militar, y estuvo precedido del robo de un coche, abandonado luego con una bomba-trampa de dos kilos de Goma 2, dispuesta para estallar cuando la polic¨ªa abriera el cap¨®. En su huida, el comando, formado por tres individuos, se vio envuelto durante m¨¢s de un minuto en un atasco de tr¨¢fico y los activistas permanecieron en el interior del coche sin dejarse llevar por la precipitaci¨®n.

Los asesinos robaron el coche Renault 5 gris, a punta de pistola, a unos 200 metros del lugar del atentado; y obligaron al propietario a acompa?arles hasta el lugar del asesinato, para a continuaci¨®n abandonarle all¨ª mismo sin molestarse en quitarle el carn¨¦ de identidad. ?sta era una pr¨¢ctica habitual de los etarras cuando robaban un coche a punta de pistola.