El concurso de los patios de colores

Los vecinos de 49 fincas de La EIipa convirtieron ayer sus patios en pistas de circo, en r¨¦plicas de establecimientos tradicionales o en calles de finales del siglo pasado. La decoraci¨®n, que se lleva en secreto para evitar el espionaje, se hace manualmente y con un gasto que llega a las 80.000 pesetas. Por la tarde, la intensa lluvia ca¨ªda sobre Madrid deterior¨® algunos decorados y oblig¨® a posponer hasta hoy el fallo del concurso para elegir el patio m¨¢s bonito.

La llegada del jurado estaba prevista para ayer a las ocho. A esa hora, la lluvia ya hab¨ªa causado estragos en los decorados. Algunos patios quedaron sembrados de guirnaldas y flores de papel maltrechas. Otros capearon mejor el temporal, protegidos con pl¨¢sticos. Seg¨²n manifestaron varios vecinos, los miembros del jurado decidieron dar un d¨ªa de plazo para arreglar algunos decorados. A¨²n as¨ª, prometieron tener hoy "cierta manga ancha", conscientes de los destrozos causados por la lluvia.Hace nueve a?os, los vecinos de algunas casas del barrio de La Elipa decidieron decorar con las cl¨¢sicas cadenetas y farolillos los patios existentes entre los bloques de viviendas. El deseo de alegrar este espacio se convirti¨®, sin embargo, en una amistosa lucha, en especial desde que hace cinco a?os la junta municipal de distrito comenz¨® a dar premios a los mejores.

A partir de entonces, los vecinos que quieren concursar suelen reunirse con antelaci¨®n para decidir el tema central de-ese a?o y saber cu¨¢ntos est¨¢n dispuestos a participar econ¨®micamente o pueden. dedicarse fisicamente a la instalaci¨®n. Luego comienza una callada labor: comprar el material y repartir del trabajo.

'Espionaje industrial'

S¨®lo tres o cuatro d¨ªas antes del concurso, los vecinos empiezan a decorar su patio. 'La raz¨®n es que no, queremos que otros portales se enteren de lo que vamos a hacer hasta el ¨²ltimo momento para evitar que nos roben las ideas", dice una vecina, recogiendo un sentimiento casi generalizado.Este temor al espionaje industrial hace que las chapas de madera pintada se guarden en trozos en los salones de estar. Cualquier habitaci¨®n se convierte en improvisado taller donde hacer una fuente, una docena de abanicos o las ruedas de un tren antiguo que, pocos d¨ªas antes de la visita del jurado, Ver¨¢n la luz al instalarse el decorado.

"Este a?o hemos hecho cientos de flores de papel. S¨®lo en material nos hemos gastado m¨¢s de 20.000 pesetas", dice una de las vecinas del n¨²mero 28 de la calle del Marqu¨¦s de Corbera, una de las nueve comunidades de tres portales que este a?o han participado en el concurso junto a otras 22 fincas individuales.

En el patio de al lado, en el n¨²mero 30, tambi¨¦n se ha usado papel, pero de forma distinta. Jes¨²s Mart¨ªnez y Mar¨ªa P¨¦rez llevan mes y medio haciendo pelotitas de papel, de seda, que luego, pegadas en chapas de madera pintada, han permitido confeccionar chulapos de tama?o natural, un sim¨®n y un escudo gigante de Madrid. "No sabemos cu¨¢ntos miles de pelotillas de ¨¦stas hemos hecho, puede haber un mill¨®n", dice Mar¨ªa P¨¦rez, que calcula en unas 50.000 pesetas los gastos.

"El Ayuntamiento da 6.000 pesetas por portal, pero eso no es suficiente", dice un vecino del 34 de la misma calle recordando las cerca de 80.000 pesetas que se gast¨® la comunidad el a?o pasado, en que quedaron los primeros.

Francisco Cano, soldador de profesi¨®n, retocaba ayer las fuentes de Cibeles y Neptuno y la fachada de la ermita de San Isidro hecha en madera. Otro vecino terminaba de colorear payasos en grandes chapas de madera como parte de una pista de circo. Durante cuatro d¨ªas, en los festivos patios de La Elipa, hasta los rollos de papel higi¨¦nico se transforman en elegantes cadenetas de colores.