Mucho mimo

Los hijos de pap¨¢-torero-famoso van por las ferias entre algodones, y ya empieza a caer mal tanto mimo. Los mimos, en casa. A los hijos de pap¨¢-torero-famoso les pusieron delante, ayer en Guadalajara, una novillada que era la risa. Un bodeguero riojano exig¨ªa a voces, desde el tendido: "?Que salga el barberooo!". Todos los novillos ol¨ªan a after shave y el cuarto apestaba. Cuando el cuarto, el bodeguero riojano ped¨ªa la oreja para el ?barberooo!Al pastue?o cuarto lo tore¨® Jerezano corno al primero, que fue un bomb¨®n: derechazos y naturales corrientitos, a manera de cimborrio para sustentar la c¨²pula de su personalidad art¨ªstica, que consiste en empalmar pases de pecho. Empalm¨® 100. El empalme de pases de pecho hace furor. Hasta el m¨¢s indocto lo practica. Qu¨¦ tendr¨¢ el empalme de pases de pecho.

Jerezano -eso s¨ª- se quedaba quieto. Tambi¨¦n se quedaban quietos los hijos de pap¨¢-torero-famoso, que esa es otra, pues alientan casta valiente, como tienen demostrado en otros fastos frente a novillos de mayor fuste. En cambio, el toreo no les sal¨ªa bueno ayer, a veces ni siquiera ortodoxo, y esa es se?al de alarma.

Litri, en lugar de correr la mano, tamplando y mandando seg¨²n dictan los c¨¢nones, lo que hac¨ªa era retirar precipitadamente la muleta de la cara de la bestieja moribunda. Tales trazas, claro, dejaban fr¨ªo al cotarro y, para confortarlo, se puso a pegar mlinetes de rodillas a la primera bestieja. A la segunda, no; que ten¨ªa m¨¢s geniecillo y peso, y le desarm¨® tres veces.

Correr la mano, eso lo hizo mejor Camino, que cita con garra, abre el comp¨¢s, manda. Ayer mandaba a un borreguillo tullido que rodaba continuamente por la arena, y as¨ª cualquiera. A, otro tambi¨¦n inv¨¢lido, aunque serio y cuajado, le sac¨® pases valentones.

Tiene su m¨¦rito. Ahora bien: todo el escalaf¨®n de novilleros, desde la chiquiller¨ªa de las escuelas taurinas hasta los veteranos que se retirar¨¢n sin alternativa -pues no los contratan-, habr¨ªa sacado el mismo partido, o mejor, a esa novillada de risa. Lo cual a nadie del mundillo importa: seguir¨¢n igual que hasta ahora. Los taurinos, a los novilleros sin padrino, les echan g¨¦nero correoso, para hundirlos. En cambio les dan teta y les dicen ajo a los hijos del cuerpo. Cuando los pap¨¢s son famosos y ricos, por supuesto; hasta ah¨ª podr¨ªamos llegar.