El Rey de Espa?a

THE NEW YORK TIMES

Cuando don Juan Carlos de Borb¨®n y Borb¨®n fue coronado Rey de Espa?a, hace ahora 11 a?os, numerosos espa?oles le ve¨ªan como un inepto. Decian que se le conocer¨ªa hist¨®ricamente como Juan Carlos el Breve.Pero cuando Juan Carlos se dirija a la Asamblea General de las Naciones Unidas y se re¨²na con el presidente Reagan en Nueva York llegar¨¢ con una imagen muy distinta.

Hablar¨¢ como un Rey frecuentemente mencionado como candidato al Premio Nobel de la Paz por haber llevado a Espa?a hacia la democracia.

Es respetado tanto por la derecha como por la izquierda, asimismo por los militares. A pesar de que tiene muy poco poder real, en 1981, desbarat¨® un secuestro militar del Parlamento y dio a los espa?oles la seguridad de que las Fuerzas Armadas se quedar¨ªan en sus acuartelamientos.

"Defender¨ªa la democracia hasta el fin", declar¨® en una reciente entrevista el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez.

Un espa?ol que se re¨²ne frecuentemente con el Rey ha dicho: "Cu¨¢ndo hay problemas, como ahora con el terrorismo vasco, la gente le toma como punto de referencia." Como otras personas cercanas al Rey no quiso ser ?dentificado para no faltar a lo que aqu¨ª representa la inviolabilidad de la instituci¨®n real.

La popularidad del Rey se debe en parte a su estilo informal, aunque raramente concede entrevistas; en p¨²blico es relajado y abierto, y es conocido por su sentido del humor en privado.

Durante la visita a un museo con su esposa, do?a Sof¨ªa, en el transcurso de un viaje oficial a Dubl¨ªn, se dio cuenta de que un oficial espa?ol vest¨ªa una chaqueta rosa similar en el color al vestido de la Reina. El oficial coment¨® posteriormente que el Rey le llam¨® aparte y le susurr¨®, inexpresivo, "no s¨¦ si a la Reina le gustar¨¢ que le copie usted".

Pero tras el estilo del Rey se encuentra una idea moderna de una monarqu¨ªa constitucional. (...)

Seg¨²n opini¨®n general, el Rey mantiene muy buenas relaciones con Felipe Gonz¨¢lez, socialista. Ambos moderados y pragm¨¢ticos, se entrevistan casi semanalmente, y se aprecia que algunas personas conocidas del Gobierno quieren restringir las apariciones del Rey para que no ensombrezcan la figura del primer ministro. (...)

La democracia en Espa?a se ha consolodidado. Este rey de 48 a?os de edad se ha desdibujado tras los pol¨ªticos para proteger su papel de Rey de todos los espa?oles, como dice ¨¦l mismo.

El Gobierno escribe sus discursos. Pero personas cercanas comentan que es ¨¦l quien facilita los temas y contenidos. (...)

Juan Carlos se muestra reservado en lo referente a temas internacionales. Censur¨® a los conservadores que promovieron el boicoteo al refer¨¦ndum sobre la permanencia de Espa?a como miembro de la Alianza Atl¨¢ntica. Hubo una importante cobertura por parte de la televisi¨®n cuando el Rey, que apoyaba el ingreso en la Alianza, emiti¨® su voto (...) Abrumado por las multitudes durante sus viajes por Latinoam¨¦rica, donde se le conoce por su af¨¢n de crear una especie de Commonwealth de pa¨ªses similar a la organizaci¨®n de pa¨ªses ligados por lazos coloniales a Gran Breta?a, habla frecuentemente sobre los efectos da?inos de la deuda exterior latinoamericana.

Juan Carlos hace repetidos llamamientos para una mayor cooperaci¨®n internacional frente al terrorismo. (...)

"Creo que los espa?oles apoyan sinceramente la monarqu¨ªa constitucional", dijo recientemente el Rey, "y est¨¢n convencidos de su utilidad para organizar pac¨ªficamente la vida nacional, mirando hacia el futuro".

22 de septiembre