Botha se muestra favorable a anticipar las elecciones generales en Sur¨¢frica
La sombra de Nelson Mandela, un prisionero ¨²nico en el mundo, se cierne sobre el ¨²ltimo congreso regional del Partido Nacional del presidente surafricano Pieter Botha que se abre hoy en East London. Botha es partidario de convocar elecciones generales anticipadas, para el 26 de noviembre, capitalizando as¨ª el estado de emergencia y el clima creado por las sanciones econ¨®micas tomadas desde el exterior contra el r¨¦gimen de Pretoria. La plataforma de este congreso puede servirle al presidente para lanzar su campa?a electoral.
Tras las barras de su celda en la prisi¨®n de Pollsmoor, Nelson Mandela, l¨ªder del Congreso Nacional Africano (ANC) proyecta una influencia sobre la escena pol¨ªtica casi m¨¢s poderosa que la ejercida por el propio presidente Pieter Botha. El nacionalista negro es quiz¨¢ el mayor responsable de que los vientos de reforma, anunciados por el r¨¦gimen surafricano hace a?os, sean sobrepasados hoy por el hurac¨¢n levantado en la conciencia de la mayor¨ªa negra y la opini¨®n mundial.La liberaci¨®n de Nelson Mandela y la legalizaci¨®n del Congreso Nacional Africano, son la clave de toda reforma en Sur¨¢frica. Se trata de exigencias que han hecho suyas, aparte del ANC, instancias tan diversas como el moderado Sam Motsuenyane, l¨ªder empresarial negro, el Partido Laborista mestizo -que controla el Parlamento propio de la poblaci¨®n de raza mixta o colored- industriales blancos, anglicanos, profesores de universidad y dirigentes de potencias occidentales. Todos han convergido, desde su disparidad, en una sola f¨®rmula: libertad para Mandela.
El tren de la reforma
Con su sola negativa a aceptar la condici¨®n del presidente Pieter Botha para ponerle en libertad -renunciar a la violencia como arma pol¨ªtica- Mandela ha hecho descarrilar el tren de la reforma, tan cuidadosamente dise?ado por el Gobierno. Los esfuerzos de Botha por atraer representantes negros a un futuro Consejo Estatutario Nacional -un organismo consultivo de alto nivel del presidente- tambi¨¦n fracasaron cuando hasta el l¨ªder zul¨² Mangosuthu Buthelezi se neg¨® a participar en ¨¦l en tanto Mandela no fuera liberado. Otros l¨ªderes negros no se han atrevido a dar ese paso, y subirse al tren de la reforma emprendida desde el poder, por miedo a represalias de los negros radicales.
Botha ha sido m¨¢s flexible que sus predecesores. Pero no ha sido tan flexible como para llevar a la pr¨¢ctica los cambios reales capaces de frenar cuando menos las flojas sanciones impuestas hasta el momento desde el exterior.
El diario de Johanesburgo Business Day comentaba as¨ª el curr¨ªculum parlamentario del presidente: "Empez¨® haciendo la reforma y ha logrado un tr¨¢gico desbarajuste; prometi¨® reducir la burocracia y, sin embargo, ha permitido un ruinoso crecimiento de la misma; no ha sido capaz de proteger ni la seguridad nacional ni la moneda del pa¨ªs; ha dejado que la inflaci¨®n (a un 18%) y el desempleo (estimado en seis millones) empobrezcan a la gente; ha dejado que las leyes queden incumplidas y los alquileres sin pagar, y ni siquiera es capaz de evitar que la gente sea linchada o quemada viva. "Peor a¨²n", contin¨²a el diario, "no cuenta con una pol¨ªtica definida: desmantela una porci¨®n del apartheid pero no sabe qu¨¦ poner en su lugar; trata de compartir el poder [con la mayor¨ªa negra] sin compartirlo y de reformar sin reformar".
Botha es partidario de convocar elecciones legislativas para el 26 de noviembre, pero algunos miembros de su Gabinete prefieren esperar hasta abril del a?o pr¨®ximo. Seg¨²n fuentes pol¨ªticas cercanas al partido gubernamental, Botha tratar¨¢ de volver a empezar sobre la base del nuevo mandato de cinco a?os que espera obtener en los comicios. Y ello, si no opta por dimitir y cederle el puesto a otro. Animado por la s¨®lida victoria de su partido en una reciente elecci¨®n regional, el presidente pretende capitalizar en su favor la amenaza de sanciones exteriores, que han logrado el efecto de unir a sus partidarios, y utilizar las prerrogativas del estado de emergencia para controlar los brotes de violencia previsibles durante las elecciones. Y todo ello antes de que la ultraderecha se haga m¨¢s fuerte.
Si bien el cometido del congreso de East London es tan s¨®lo hacer llegar sus recomendaciones a los ¨®rganos centrales del partido, es de esperar que Botha aproveche los tres d¨ªas de debates para lanzar su campa?a electoral.
Meztizos e indios
Los Parlamentos para mestizos e indios tienen todav¨ªa tres a?os de vida, pero no se descartan elecciones anticipadas para aprovechar la protecci¨®n que brinda el estado de emergencia contra las violentas presiones de los radicales negros en el curso de la campa?a. Ya en 1984 las primeras elecciones para estas C¨¢maras se vieron salpicadas por la violencia. Para los militantes radicales estas C¨¢maras no tienen ning¨²n peso en la pol¨ªtica del pa¨ªs y como prueba aducen la forma en que el Gobierno sac¨® adelante la legislaci¨®n de emergencia, temporalmente frenada por las C¨¢maras indias y mestizas, pasando por encima de las formalidades del sistema.
El l¨ªder mestizo Allan Hendrickse, ministro sin cartera en el Gobierno de Botha, ha declarado que a principios del pr¨®ximo a?o piensa reconsiderar la participaci¨®n del Partido Laborista en este Parlamento paralelo. Y Amichano Rajbansi, m¨¢ximo representante de la C¨¢mara india, est¨¢ siendo presionado por su propia familia para abandonar tambi¨¦n su peque?o redil parlamentario. Sin duda, los parlarnentarios de ambas C¨¢maras preferir¨ªan una s¨®lo foro pol¨ªtico donde poder discutir con los blancos.
Pieter Botha, a sus 70 a?os, bien pudiera optar poi, su retirada pol¨ªtica tras las elecciones, finalizando as¨ª con honores su carrera pol¨ªtica despu¨¦s de caso 40 a?os de oficio. Los pr¨ªncipes herederos podr¨ªan ser F.W. de Klerk, ministro de Asuntos Internos, Gerrit Viljoen -un brillante acad¨¦mico que dirige el Ministerio de Educaci¨®n-, Roeloff Pik Botha, ministro de Asuntos Exteriores, o Chris Heunis, ministro para Asuntos Constitucionales y dise?ador de un sistema de relaciones entre las diversas razas que tan s¨®lo ¨¦l parece entender cabalmente.
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