Los ministros de Agricultura de los 'doce' estudian un plan para reducir los cereales

Los ministros de Agricultura de los doce empezaron ayer a examinar un ambicioso plan de la presidencia brit¨¢nica de la Comunidad Europea (CE) para reducir la producci¨®n de cereales, en el curso de un encuentro informal de dos d¨ªas celebrado en Bowness, al borde del lago Windermere, situado al norte de Manchester.

Inspirada en parte en el plan norteamericano PIK Program, la propuesta presentada por el titular brit¨¢nico de la cartera de Agricultura, Michael Kopling, pretende impedir que de aqu¨ª a 1991 los almacenamientos existentes de cereales se multipliquen por cinco, hasta alcanzar 80 millones de toneladas, cuya compra para mantener los precios costar¨ªa a la CE 10.000 millones de ECU (unidad de cuenta europea) suplementarios (1,37 billones de pesetas).Los progresos gen¨¦ticos provocan un constante incremento de la cosecha cerealera, mientras las regiones del mundo tradicionalmente importadoras como Extremo Oriente empiezan a ser autosuficientes y, en el caso de algunos pa¨ªses -India, Indonesa y China-, exportadores netos. Hasta la Uni¨®n Sovi¨¦tica logra, por fin, reducir sus importaciones, que este af¨ªo ascender¨¢n tan s¨®lo a 15 millones de toneladas en lugar de los 50 millones comprados en 1985.

La guerra. comercial que libran los pa¨ªses exportadores para deshacerse de sus excedentes es cada vez m¨¢s intensa. En agosto, Washington propuso a Mosc¨² venderle cuatro millones de toneladas al precio de 12.000 pesetas la tonelada, y el pasado fin de semana la CE acept¨® suministrar a la URSS un mill¨®n de toneladas al precio de 10.000 pesetas, equivalente a aproximadamente un tercio de su coste de producci¨®n.

Programa voluntario

Por todos estos motivos, Kopling hizo hincapi¨¦ ante sus hom¨®logos en que era "indispensable acabar con la producci¨®n cerealera en una proporci¨®n significativa de las tierras de la Comunidad", que eval¨²a en tres millones de hect¨¢reas, que ahorrar¨ªan en cinco a?os 12.000 millones de ECU, aproximadamente unos 4.000 millones por cada mill¨®n de hect¨¢reas.

Los agricultores que se acojan a este programa voluntario y acepten interrumpir por un per¨ªodo m¨ªnimo de cinco a?os o incluso definitivamente su producci¨®n cerealera tendr¨¢n, seg¨²n el plan, tres opciones: dejar sus tierras en vald¨ªo, reconvertir sus cultivos o plantar ¨¢rboles.

Aqu¨¦llos que elijan la primera opci¨®n recibir¨ªan una ayuda anual de 300 ECU (41.100 pesetas) por hect¨¢rea. Los que se inclinen por producciones deficitarias en la CE -lino, girasol, prote¨ªnas vegetales- tendr¨¢n que conformarse con 60 ECU (8.200 pesetas) por a?o y hect¨¢rea, y ninguna cifra ha sido hasta ahora proporcionada sobre los est¨ªmulos econ¨®micos a la repoblaci¨®n forestal.

Las previsiones de Kopling apuntan a que aproximadamente la mitad de los tres millones de hect¨¢reas ser¨¢ convertida en barbecho, mientras en el resto aparecer¨¢n nuevos cultivos. El coste anual de la operaci¨®n se elevar¨¢, seg¨²n sus estimaciones, a 1.300 millones de ECU (178.000 millones de pesetas), de los cuales el 71% ser¨¢ financiado por la Comisi¨®n Europea, y el 29%, directamente por los Estados miembros de la CE.

Aunque no forma parte del plan brit¨¢nico, los titulares de Agricultura tambi¨¦n estudian, al borde del lago Windermere, medidas colaterales tendentes a reducir la poblaci¨®n rural en 1,5 millones, concediendo la jubilaci¨®n anticipada a campesinos que han cumplido los 55 a?os y que dif¨ªcilmente pueden a esa edad aprender otro oficio.