Un fiscal solicita la libre absoluci¨®n de dos m¨¦dicos acusados de negligencia
El ministerio fiscal solicit¨® la libre absoluci¨®n para dos m¨¦dicos, Francisco de Paula Borras y Antonio Sans, procesados por el supuesto delito de negligencia profesional y juzgados ayer en la Secci¨®n Segunda de lo Penal de la Audiencia de Barcelona. Manuel Luengo, un joven de 14 a?os, fue sometido a cuatro intervenciones quir¨²rgicas durante el mes de marzo de 1981. En la ¨²ltima de ellas el paciente sufri¨® un paro card¨ªaco y desde entonces el joven permanece en una silla de ruedas, sin capacidad de conocimiento, ni de comprensi¨®n, ni de habla. Este estado se denomina m¨¦dicamente como decorticaci¨®n cerebral, y significa que la persona s¨®lo mantiene sus funciones vegetativas.Manuel Luengo ingres¨® de urgencias en el hospital, del Esp¨ªritu Santo de Igualada, a consecuencia de un accidente de circulaci¨®n, el 3 de marzo de 1981. Presentaba m¨²ltiple fractura en un brazo y contusiones en la cabeza y otras partes del cuerpo. Seg¨²n testificaron los m¨¦dicos procesados, anestesista y traumat¨®logo, la fractura era compleja y se requer¨ªa m¨¢s de una operaci¨®n. En la ¨²ltima, el 27 de marzo, el joven sufri¨® un paro card¨ªaco cuyas causas residieron, seg¨²n los testimonios de los procesados y de otros doctores que testificaron, en un accidente anest¨¦sico. Este tipo de accidente es imprevisible, de acuerdo con las declaraciones. El joven fue trasladado el mismo d¨ªa a la residencia del Valle Hebr¨®n, donde ya se diagnostic¨® la irreversibilidad de las lesiones cerebrales.
Los acusados aseguraron en el juicio que la crisis card¨ªaca fue detectada a los pocos segundos, y que inmediatamente se hicieron los masajes de reanimaci¨®n. Sin embargo, seg¨²n el testimonio prestado por el doctor Manuel Rodr¨ªguez Pazos, profesor de la facultad de Medicina, la aparici¨®n de secuelas tras un paro card¨ªaco son muy escasas si se controla r¨¢pidamente. Este doctor puntualiz¨® que las lesiones cerebrales graves se producen cuando no se ha conseguido reanimar al paciente en un t¨¦rmino de tres o cuatro minutos desde la aparici¨®n de la crisis.
Tanto el letrado defensor como el fiscal solicitaron la libre absoluci¨®n de los acusados, por entender que no exist¨ªan pruebas que confirmasen la existencia de una negligencia profesional. El fiscal matiz¨®, adem¨¢s, que la medicina no es una ciencia exacta y por este motivo no se puede exigir responsabilidades a los m¨¦dicos ante la imposibilidad de calcular todas las situaciones imprevisibles.
Seis milones de indemnizacion
Esta argumentaci¨®n fue rebatida por el acusador particular, en representaci¨®n de la familia del joven, quien subray¨® que no se puede aludir a las limitaciones m¨¦dicas para justificar que una persona s¨®lo este capacitada para, desarrollar las funciones vegetativas. Este letrado solicit¨® la imposici¨®n de seis a?os de prisi¨®n menor para cada uno de los procesados, adem¨¢s del pago de una indemnizaci¨®n de 10 millones y la determinaci¨®n de una pensi¨®n vitalicia.
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