Los pa¨ªses industriales mantienen sus diferencias sobre tipos de inter¨¦s pese a acordar la reactivaci¨®n econ¨®mica
Los pa¨ªses industriales se han mostrado de acuerdo, en las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial, en la necesidad de reactivar la econom¨ªa mundial, pero han sido incapaces de alcanzar un consenso sobre c¨®mo y cu¨¢ndo hacerlo. La negativa de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) y Jap¨®n a bajar inmediatamente sus tipos de inter¨¦s, pese a las presiones de Washington, y la renegociaci¨®n de la deuda mexicana, que ha salvado la estrategia de contenci¨®n de la deuda del Tercer Mundo conocida como el plan Baker, han sido los principales resultados.
El fracaso de la Administraci¨®n Reagan a la hora de convencer a Bonn y Tokio para que bajen en medio punto su tasa de descuento b¨¢sico (del 3,5% al 3%, en ambos casos), se recordar¨¢ como una de las campa?as m¨¢s orquestadas y fallidas de la historia. James Baker, secretario del Tesoro norteamericano, no ha podido convencer a sus colegas de que s¨®lo bajando los tipos de inter¨¦s de una manera coordinada podr¨ªa alejarse el riesgo de la recesi¨®n mundial, abierta tras confirmarse que la econom¨ªa estadounidense atraviesa desde el segundo semestre del a?o un momento de estancamiento. Baker a?ad¨ªa que ¨¦sta seguir¨¢ postrada durante el resto del a?o si, adem¨¢s, no consigue equilibrar su d¨¦ficit exterior (183.000 millones de d¨®lares) mediante un cambio del d¨®lar m¨¢s favorable.Pero el ministro de Finanzas alem¨¢n, Gerhard Stoltenberg, ha resistido numantinamente los ataques de su colega del Tesoro, hasta el extremo de forzar al germano a desvelar la verdadera causa de su oposici¨®n. "Incluso si estuvi¨¦ramos de acuerdo en bajar los tipos, no podr¨ªamos hacerlo. Dar¨ªamos entonces la impresi¨®n de que cedemos ante Washington.Y no podemos olvidar que tenernos elecciones federales el pr¨®ximo enero", dijo el ministro alem¨¢n.
La firme intervenci¨®n de los bancos centrales europeos a lo largo de la ¨²ltima semana, evitando un mayor deterioro del d¨®lar respecto a sus propias monedas, ha rechazado, por activa, el resto del argumento de Baker, que, pese al apoyo del propio Ronald Reagan en su intervenci¨®n durante la sesi¨®n de apertura de la asamblea anual, ha recibido quiz¨¢ el mayor correctivo pol¨ªtico de su vida. "Baker aprender¨¢, de ahora en adelante, a lavarse la boca antes de lanzar las campanas al vuelo. La pol¨ªtica de coordinaci¨®n tiene sus propios l¨ªmites", comentaba en privado un banquero nip¨®n, totalmente de acuerdo con su Gobierno.
Pese al agrio cruce de palabras que ha caracterizado una buena parte de la asamblea del FMI y Banco Mundial, ¨¦sta ha desvelado que los pa¨ªses ricos est¨¢n mucho m¨¢s de acuerdo sobre la estrategia global a seguir de lo que indicaban las notas de Prensa.
La reuni¨®n del Grupo de los Cinco (G-5), ampliada a los siete en su ¨²ltima fase, concluy¨® el s¨¢bado de la semana pasada, con uno de los comunicados finales m¨¢s decididos de las recientes reuniones de este foro.
En la l¨ªnea marcada por el ¨²ltimo informe revisado sobre perspectivas econ¨®micas, elaborado por los t¨¦cnicos del FMI, el comunicado de los siete (EE UU, RFA, Reino Unido, Francia, Jap¨®n, Italia y Canad¨¢) destacaba que uno de los tres objetivos de su estrategia econ¨®mica para los pr¨®ximos meses deb¨ªa ser: "....el mantenimiento de pol¨ªticas monetarias s¨®lidas que apoyen un crecimiento no inflacionario y que contribuyan al ajuste internacional y al mantenimiento de las condiciones para la confianza empresarial y para unos tipos de inter¨¦s m¨¢s bajos".
El pr¨®ximo enero es muy probable que el Grupo de los Siete vuelva, una vez celebradas las elecciones federales en RFA, a reunirse. Para entonces es posible que alg¨²n pa¨ªs haya dado un paso en la direcci¨®n marcada y reducido sus tipos de inter¨¦s. Es tambi¨¦n muy probable, como ya demostr¨® el ¨²ltimo dato sobre comercio exterior hecho p¨²blico por Washington, de que algunos de los problemas que han originado la pol¨¦mica atl¨¢ntica haya comenzado a corregirse. Tal es el caso del d¨¦ficit exterior, que en agosto present¨® indicios de recuperaci¨®n, probablemente reflejando la baja cotizaci¨®n del d¨®lar.
M¨¢s dinero
La segunda cuesti¨®n debatida ha quedado, al menos, aparcada por un a?o m¨¢s. Se trata del temido crack financiero que, reflejado en las portadas de los ¨²ltimos n¨²meros de las revistas especializadas Euromoney e Institutional Investor, se producir¨ªa si uno de los grandes pa¨ªses deudo res del Tercer Mundo se negara a seguir pagando su deuda o, buscando disculpas, retrasara el abono de intereses bajo el argumento de que la recesi¨®n mundial se lo impide. El peligro qued¨® despejado en gran medida con la soluci¨®n feliz, el pasado martes, de la renegociaci¨®n de M¨¦xico con sus bancos acreedores, que le suministraron 6.000 de los 12.000 millones (la otra mitad correr¨¢ a cargo de las entidades institucionales) que necesita para pagar los intereses de una deuda que ronda la cifra m¨¢gica de los 100.000 millones de d¨®lares. El paquete incluye 3.500 millones de dinero fresco, con lo que M¨¦xico podr¨¢, adem¨¢s de mantener el programa de ajuste de su econom¨ªa y las inversiones que requiere, pagar los 9.000 millones del servicio anual de su deuda. "De lo que se trata es de hablar y de dejarnos como impagados unos cr¨¦ditos que pesan como una losa en nuestros balances", comentaba un banquero brit¨¢nico.
Pero M¨¦xico ha conseguido algo m¨¢s. El perfil de su deuda se ha alargado a 20 a?os y el tipo de inter¨¦s efectivo es inferior ya a un punto por encima del Libor. Su carga en intereses se ha estabilizado y, al menos por el momento, la viabilidad de su econom¨ªa est¨¢ garantizada. No ha conseguido, sin embargo, imponer su demanda para que el pago de intereses quedara condicionado a la evoluci¨®n de los tipos de inter¨¦s. Pero de hecho, Mexico ha salvado el plan Baker, que consiste en convencer a los bancos de que sigan aportando recursos a los pa¨ªses deudores, incluso por encima de lo que requieren para abonar el servicio de la deuda. Brasil se ha apuntado inmediatamente a la renegociaci¨®n y lo mismo se espera de Argentina. Per¨², por su lado, ha abandonado la posici¨®n firme de su presidente, Alan Garc¨ªa, y ha pedido la renegociaci¨®n.
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