Quejas de los lectores sobre las ediciones de Andaluc¨ªa y Madrid
Varios lectores han coincidido en los ¨²ltimos d¨ªas al denunciar diversas lagunas informativas observadas en la edici¨®n andaluza de EL PA?S. Desde Granada, Doroteo Soloz¨¢bal se queja: "Las noticias producidas a partir de las 10.30 de la noche no aparecen en el ejemplar que llega a Andaluc¨ªa, lo cual no impide que al d¨ªa siguiente se haga referencia a ellas ?sin haberlas dado! Propongo como una soluci¨®n repetir en la edici¨®n andaluza las noticias y comentarios del d¨ªa anterior que fueron s¨®lo en otras ediciones. ?No le parece?". Rafael Caparr¨®s desde M¨¢laga y Jos¨¦ Manuel Ortega Almanza desde Tabernas (Almer¨ªa) concretan en sus cartas varias reclamaciones sobre acontecimientos deportivos que tienen lugar en las horas siguientes al cierre temprano de edici¨®n y tambi¨¦n proponen la recuperaci¨®n posterior.Hemos requerido a los responsables m¨¢s pr¨®ximos de esta edici¨®n para que se pronuncien sobre las posibles soluciones. Sebasti¨¢n Garc¨ªa, delegado de EL PA?S en Andaluc¨ªa, se?ala: "Se est¨¢ buscando remedio a estos problemas y establecer, al menos temporalmente, un sistema de recuperaci¨®n de noticias de un d¨ªa a otro en las ediciones que se cierran antes, que no s¨®lo es la de Andaluc¨ªa. No obstante, los lectores deben comprender que el cierre temprano es, una ¨²nica soluci¨®n para poder leer el diario a una hora razonable". Por su parte Alfredo Rela?o, redactor jefe de Deportes, al explicar que el original m¨¢s tard¨ªo de su secci¨®n est¨¢ en talleres a las 22.15, reconoce: "Esto nos lleva a empobrecer inevitablemente la Secci¨®n de Deportes en la primera edici¨®n, que carece de las noticias generadas por los partidos nocturnos. Lo inevitable de esta situaci¨®n nos ha llevado a crear una especie de rueda de recuperaci¨®n de noticias, de forma que en la primera edici¨®n del d¨ªa, siguiente se procura recuperar las noticias que no se han dado en la v¨ªspera. As¨ª, el Suplemento de Deportes del pasado lunes constaba, en la primera edici¨®n, de las alineaciones, goleadores y peque?as cr¨®nicas de los tres partidos disputados el s¨¢bado por la noche, y que no pudieron ir en la primera edici¨®n del domingo. Del mismo modo hemos recuperado sistem¨¢ticamente, salvo un descuido que se produjo en la partida, 16? y que ha sido subsanado repiti¨¦ndola completa el pasado mi¨¦rcoles, las partidas de ajedrez para la primera edici¨®n".
El mea culpa y los buenos prop¨®sitos son expresados, por ¨²ltimo, por el redactor jefe de noche, Jes¨²s Ceberio: "La decisi¨®n de publicar dos ediciones espec¨ªficas en Andaluc¨ªa y Valencia no rebaja en nada el contenido informativo que antes del mes de marzo llegaba a un lector de EL PA?S en esas comunidades aut¨®nomas, ya que tambi¨¦n entonces el ejemplar que era vendido en Sevilla, por poner un ejemplo, se hab¨ªa cerrado en la redacci¨®n hacia las diez de la noche, mientras que la ¨²ltima edici¨®n de Madrid se manten¨ªa abierta hasta las dos de la madrugada. En todo caso, las nuevas ediciones le dan al lector una informaci¨®n suplementaria local, incluyendo servicios como farmacias de guardia y cines. Que sea poco es probable y es un tema que est¨¢ en estudio.
Realmente lo que quiz¨¢ no est¨¢ del todo resuelto es la recuperaci¨®n de determinadas informaciones que han salido en la edici¨®n de Madrid y que por obvias razones de horario no se incluyeron en las ediciones de Andaluc¨ªa y Valencia. A t¨ªtulo general el principio, que a veces no se cumple, es que todo lector de EL PA?S tiene derecho a encontrarse en sus p¨¢ginas con todos los hechos que tengan inter¨¦s, al margen de que por razones t¨¦cnicas haya salido ya en una de las ediciones del diario. El ¨²nico problema est¨¢ en que a veces cumplimos mal nuestras propias convenciones".
Ausencia en EL PA?S del Madrid perif¨¦rico
Santiago Gonz¨¢lez es un comunicante asiduo que conecta desde Madrid telef¨®nicamente con el ombudsman y nos comenta los fallos que ¨¦l observa en EL PA?S. En anteriores conversaciones ya hab¨ªa se?alado lo que denomina carencia de informaci¨®n perif¨¦rica en la edici¨®n madrile?a del peri¨®dico". El defensor de los lectores pas¨® esta demanda al entonces jefe de la secci¨®n local, Victorino Ruiz de Az¨²a, quien prometi¨® plantearse el tema seriamente. La realidad es que el tiempo ha transcurrido y la situaci¨®n sigue igual en la Secci¨®n Madrid.
Un somero estudio que hemos realizado sobre estas p¨¢ginas durante todo el mes de septiembre nos demuestra la casi nula atenci¨®n dedicada a la informaci¨®n cotidiana de la provincia madrile?a. El llamado n¨²cleo central capitalino se refleja bastante fielmente en las informaciones y los reportajes. Por otra parte, poblaciones como Legan¨¦s, M¨®stoles, Alcorc¨®n, Alcal¨¢ de Henares o Getafe, que est¨¢n entre los 125.000 a 170.000 habitantes y superan en n¨²mero de habitantes a 24 capitales espa?olas de provincia, raramente encuentran una columna en EL PA?S para reflejar su convivencia.
Escogemos tres ejemplos para comprobar la valoraci¨®n de las noticias y su reflejo en las p¨¢ginas de Madrid. El pasado d¨ªa 11 de septiembre se dedicaba casi media p¨¢gina a cuatro grupos de barrio que compet¨ªan en un concurso de rock en la Elipa y en 20 l¨ªneas nos escatimaban datos e informaci¨®n sobre el tema de las 5.650 viviendas de protecci¨®n oficial que est¨¢n vac¨ªas en nueve ciudades dormitorios. D¨ªas m¨¢s tarde, a cuatro columnas, con foto, se nos contaba el premio obtenido en el II Concurso de la Canci¨®n Hortera de Canillejas, mientras en escasos p¨¢rrafos nos evitaban la peque?a gran historia del homenaje a la persona m¨¢s anciana de la regi¨®n, que en la localidad de Campo Real hab¨ªa cumplido 105 a?os. Para terminar recordaremos que el d¨ªa 19 se dedicaban dos p¨¢ginas a amplios reportajes, uno sobre la iglesia madrile?a de las Reparadoras, que el episcopado alem¨¢n quiere restaurar, y el otro a los encierros de Fuenlabrada, donde se explicaba concienzudamente c¨®mo se puede apalear y apuntillar un toro desde una excavadora; en otra media p¨¢gina se hab¨ªan resumido los siguientes temas: Paralizada la construcci¨®n de aulas prefabricadas en M¨®stoles, Un hombre se libra de sus secuestradores en un banco, El 72,5 por ciento de los madrile?os ha pagado la contribuci¨®n, Trabajadores y pacientes denuncian la presencia de 'camellos' en el hospital del Rey.
Las protestas de Santiago Gonz¨¢lez y otros comunicantes sobre la escasa atenci¨®n que EL PA?S dedica a la provincia madrile?a parecen razonables. La falta de inter¨¦s que les demuestra el peri¨®dico no se corresponde con el aprecio que le hacen en estas zonas de poblaci¨®n, donde, seg¨²n la gerencia del diario, se venden m¨¢s de 35.000 ejemplares, superando, por ejemplo, a Valencia, que es la provincia que est¨¢ a la cabeza en ventas despu¨¦s de Barcelona.
El subjefe de la Secci¨®n de Madrid, Javier Mart¨ªn, se?ala las dificultades que existen para conectar con una efectiva red de corresponsales en estos lugares. Si bien es cierto que hasta 1979 esta red exist¨ªa y el entonces jefe de la secci¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Baviano, hab¨ªa conectado con una serie de colaboradores que le ofrec¨ªan amplia informaci¨®n. Baviano reconoce: "Era otra ¨¦poca. Cuando el asociacionismo de barrio perdi¨® fuerza fueron desapareciendo los informadores". Javier Mart¨ªn, que reconoce la realidad actual, consuela a nuestros comunicantes: "En estos meses se ha vuelto a la idea de crear la red de informadores". Mientras tanto, sigue la orfandad informativa en estos n¨²cleos de poblaci¨®n.
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