Buenos gestos, viejas tensiones

Se puede decir que las relaciones entre dos pa¨ªses se encuentran bien encaminadas cuando existen serios esfuerzos para Regar al entendimiento y minimizar las tensiones. Espero que la cumbre de Reikiavik ayude a alcanzar ese tipo de relaci¨®n entre Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Las causas de las tensiones entre nuestras dos naciones se mantienen y no debemos perder este hecho de vista. 126.000 soldados sovi¨¦ticos permanecen todav¨ªa en Afganist¨¢n. Los problemas regionales a¨²n nos separan. Nos irritan las violaciones de los derechos humanos y nos preocupa el incumplimiento de los tratados internacionales. No debemos confundir la continuaci¨®n del di¨¢logo con la soluci¨®n a estos problemas reales.Es posible que el tema de las armas nucleares de alcance intermedio sea el que m¨¢s haya avanzado en los ¨²ltimos meses. El asunto de los SS-20 en Asia es muy importante, pues son misiles m¨®viles que pueden ser transportadas por ferrocarril o por camiones. El hecho de estar en Asia un d¨ªa no significa que tres d¨ªas despu¨¦s no est¨¦n en Europa otra vez. Adem¨¢s, tenemos aliados tanto en Asia como, en Europa cuya seguridad estamos comprometidos a intentar proteger. Queremos una eliminaci¨®n total de todas las armas nucleares de alcance intermedio de ambos lados. Siempre puede aducirse, claro est¨¢, que cualquier reducci¨®n disminuye la posibilidad de alcanzar los objetivos militares fijados. Nosotros tambi¨¦n tenemos inter¨¦s en mantener nuestras armas de alcance intermedio.

Otro tema de gran importancia para EE UU es el de la verificaci¨®n. Tenemos demasiada experiencia en la firma de acuerdos que luego son ignorados, malinterpretados y hasta violados

En cuanto a ligar un acuerdo sobre fuerzas estrat¨¦gicas a una prohibici¨®n de la SDI (Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica), nuestra respuesta es no. Nunca utilizaremos la SDI como pieza de intercambio para conseguir un acuerdo en el ¨¢rea del armamento estrat¨¦gico. El inter¨¦s de la paz y de los pueblos del mundo est¨¢ en explorar -esto es la SDI- la posibilidad de una defensa contra estos horribles misiles bal¨ªsticos.

Horribles misiles

Ser¨ªa irresponsable que EE UU renunciara a ese proyecto. Somos tambi¨¦n conscientes de que los sovi¨¦ticos desarrollan un programa similar; ser¨ªa una locura el que nosotros renunci¨¢ramos a ¨¦l.

La SDI, adem¨¢s, no constituye una violaci¨®n del Tratado ABM, de 1972, sobre limitaci¨®n de misiles antimisiles. Estamos discutiendo la posibilidad de limitar la adhesi¨®n a este tratado por un per¨ªodo de tiempo concreto. Hemos propuesto cinco a?os y que tanto EE UU como la URSS se comprometan, por siete a?os, a no instalar ninguno de estos sistemas de defensa.

Sobre el tema de las pruebas nucleares pensamos que el tipo de programa propuesto por los sovi¨¦ticos no va en inter¨¦s de la paz ni de la humanidad, ni tampoco eliminar¨ªa una sola arma, sino lo contrario.

A menudo me pregunto si ha habido un cambio en el comportamiento de los sovi¨¦ticos a la hora de negociar. Pero todav¨ªa no he encontrado una respuesta. Desde la llegada al poder de Gorbachov veo que hay m¨¢s iniciativas por parte de los sovi¨¦ticos, lo cual me parece positivo, siempre y cuando no se trate de iniciativas propagand¨ªsticas. La realidad est¨¢ por ver.

Los negociadores norteamericanos queremos que la historia demuestre que hemos hecho lo posible por reducir las tensiones mundiales. Si por el momento es necesario pagar alg¨²n precio, estamos dispuestos a ello.

Este art¨ªculo resume una entrevista celebrada el pasado 3 de octubre con Max Kampelman, jefe de la delegaci¨®n negociadora norteamericana para el control de armamentos.