La vueIta de la tortilla

La actual direcci¨®n del Kremlin est¨¢ consiguiendo dar una vuelta efectiva a la tortilla de informaci¨®n-propaganda que se consum¨ªa habitualmente en las reuniones internacionales de la era Breznev: monta?as de noticias y comentarios procedentes de fuentes norteamericanas y apenas unas l¨ªneas de encorsetadas declaraciones oficiales sovi¨¦ticas. Siempre eran los norteamericanos quienes informaban a su manera de lo que ocurr¨ªa a puerta cerrada.La situaci¨®n en Reikiavik ha sido bien distinta. Desde el pasado jueves, portavoces muy cualificados de la pol¨ªtica sovi¨¦tica han mantenido contactos diarios y extensos con la Prensa en un centro habilitado a ese respecto en la discoteca del hotel Saga.

Valentin Falin, director de la agencia Novosti; Vitali Shurkin, vicepresidente del Instituto de Estados Unidos de la Academia de Ciencias Sovi¨¦ticas; Georgi Arbatov, director del mismo instituto; Eznui Premakov, director del Instituto de Econom¨ªa; Nikolai Shiskin, portavoz del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y Eugueni Belichov, vicepresidente de la Academia, han sido algunos de los oradores que han protagonizado esos contactos, abiertos a los m¨¢s de 1.500 periodistas acreditados por las autoridades de Islandia.

Restricci¨®n norteamericana

En cambio, el grueso de la informaci¨®n norteamericana ha sido dirigida exclusivamente a un selecto grupo de 300 periodistas norteamericanos y corresponsales en Washington acreditados por la Casa Blanca, que han sido los ¨²nicos autorizados a entrar en la sala de prensa habilitada por la delegaci¨®n norteamericana. El portavoz presidencial, Larry Speakes, ha canalizado casi toda esta informaci¨®n, que la mayor¨ªa de los periodistas presentes en la cumbre ¨²nicamente ha podido seguir a trav¨¦s de las transmisiones en directo realizadas v¨ªa sat¨¦lite por una cadena privada de la televisi¨®n norteamericana. S¨®lo hubo una excepci¨®n a esta regla: la conferencia de prensa dada el viernes por la subsecretaria de Estado para Europa, Rozane Ridgway, que estuvo abierta a todos los periodistas.

Este planteamiento parece reflejar el hecho de que para la Administraci¨®n de Estados Unidos la importancia de esta cumbre, celebrada a escasas semanas de unas elecciones legislativas, se sit¨²a fundamentalmente en el plano de la pol¨ªtica interna, en tanto que el Kremlin ha aprovechado las reuniones de Reikiavik, convocadas por iniciativa sovi¨¦tica, para promover su imagen en el exterior.