'Yoyes', un homenaje a la libertad
Los mitos venidos a menos son peligrosos, o m¨¢s bien venenosos, como dice Rougemont. El imperio de sangre y fuego que ETA, casi en exclusiva, ha establecido en Euskadi hace que su mito de liberaci¨®n sea contemplado con total escepticismo por la mayor¨ªa del pueblo vasco. En el dilema de a m¨¢s muertes m¨¢s libertad s¨®lo creen los fascistas.El aparato de ETA, internamente dominado por la din¨¢mica irracional de los ex comandos de aut¨®nomos y berezis, y manipulado en su pol¨ªtica exterior por pa¨ªses tercermundistas, pretende utilizar al pueblo vasco como moneda de trueque en su pretendida negociaci¨®n con los sectores m¨¢s reaccionarios del Ej¨¦rcito centralista. Para los etarras, Espa?a es propiedad del sector facha del Ej¨¦rcito y Euskadi es su monopolio. Igual que en la jungla, el que m¨¢s mata es el due?o del territorio. Pero vuestra pretensi¨®n de ser los jueces y los inquisidores del pueblo vasco no deja de ser un tanto paranoica.
Hab¨¦is intentado justificar el asesinato de Yoyes con razones completamente c¨ªnicas: "se traicion¨® a s¨ª misma", "muri¨® v¨ªctima de la cerraz¨®n de los poderes f¨¢cticos un d¨ªa cualquiera del 79", e Id¨ªgoras nos habla de "un c¨®digo establecido por los GAL", como si los asesinos siempre fueran los otros. Ni siquiera ten¨¦is la valent¨ªa de decir por qu¨¦ la asesinasteis; quer¨¦is confundir, intrigar, silenciar el asesinato porque sab¨¦is que ha avergonzado incluso a vuestros militantes de base.
Vali¨¦ndoos de la cobertura que os dan los desinformativos Punto y Hora, Egin y Argia, hab¨¦is extendido un c¨²mulo de mentiras y falsedades, tergiversando las sinrazones del asesinato con la negociaci¨®n. No hab¨¦is permitido a refugiados y a miembros de HB, en desacuerdo con el asesinato la menor cr¨ªtica; siempre con la excusa de que quienes os critican est¨¢n haciendo el juego al Gobierno central. Con id¨¦ntica excusa Franco prohib¨ªa la libertad de expresi¨®n. As¨ª, cualquier acci¨®n asesina es v¨¢lida.
Hab¨¦is asesinado a Yoyes porque dijo no a vuestra orden de integrarse en ETA, e incluso mostr¨® su desacuerdo con vuestro militarismo y con la descarada represi¨®n que estabais ejerciendo sobre los presos y los refugiados para que se mantengan "prietas las filas". Necesitabais en la direcci¨®n personas de las cualidades de Yoyes, y ante su respuesta negativa hab¨¦is optado por una venganza traicionera.
Los militaristas han asesinado a dos de los promotores de la alternativa KAS, Pertur y Yoyes, el uno representante de ETApm y la otra de ETAm. Ambos representantes de los sectores pol¨ªticos de ETA. ?Qu¨¦ casualidad! Hab¨¦is tergiversado el sentido inicial de dicha alternativa y no quer¨¦is testigos vivientes que no est¨¦n obcecados con vuestra alternativa militarista y teol¨®gica.
Sab¨¦is demasiado bien que Yoyes no era chivata y que no era de los GAL. La mejor prueba de vuestras mentiras es que las hab¨¦is lanzado por boca de un abogaducho expulsado en su d¨ªa de LAB por corrupto y marginado en los ¨²ltimos a?os por HB de Ordizia por sus neuras. Ahora le hab¨¦is recuperado para que soltara todo tipo de calumnias que oficialmente eran insostenibles. Falsedades parecidas se han publicado en Punto y Hora, sin firma, como era de esperar. ?Por qu¨¦ no cit¨¢is hechos concretos, acciones traicioneras cometidas por Yoyes? ?Dad pruebas, por favor!
?No hay perd¨®n para los militares! titulaba Punto y Hora (25 de septiembre de 1986), haciendo tambi¨¦n una referencia indirecta a un puesto militar navarro. Este cuaderno cuartelero canta el asesinato de Yoyes con el descaro de los peores tiempos franquistas. Sabemos qui¨¦n paga vuestros pufos econ¨®micos, pero de ah¨ª a llenar varias p¨¢ginas tan maquiav¨¦licamente... Adem¨¢s, ?con qu¨¦ derecho os sent¨ªs due?os de la vida o historia de Yoyes? Hitler pensaba que todo hombre que hab¨ªa formado parte de su partido era un instrumento a su servicio para siempre y un producto a ser consumido por la organizaci¨®n cuando era preciso. Id¨¦ntica es vuestra actitud.
Sois poderosos, hab¨¦is perfeccionado vuestra m¨¢quina de muertes con mayor perfecci¨®n que los GAL, que el Batall¨®n Vasco Espa?ol, casi a la par de la Gestapo. El "viva la muerte" de Mill¨¢n-Astray lo practic¨¢is con religiosidad, pensando que un d¨ªa resucitar¨¢ la Euskadi milenaria presidida por vuestra tiran¨ªa. ?Os hab¨¦is preguntado alguna vez para qu¨¦ tanto asesinato? ?Qu¨¦ hab¨¦is logrado con asesinar a Yoyes?
Si a Yoyes la hubieran asesinado los GAL, hoy la habr¨ªais convertido en h¨¦roe. Necesit¨¢is muertos para tener h¨¦roes. Necesit¨¢is asesinar para decir que luch¨¢is. No sab¨¦is m¨¢s que matar y poner condecoraciones. Igual que todos los militaruchos. En cambio a Yoyes la hab¨¦is convertido en culpable de todas vuestras frustraciones, de vuestra inutilidad, de vuestra incapacidad mental para negociar.
La ¨²nica solidaridad que manten¨¦is entre vosotros es la de la desesperanza, solidaridad miserable porque est¨¢ basada en el terror mutuo. Hab¨¦is intentado aterrorizar hasta a Enbata simplemente porque cuestion¨® vuestra honestidad en el asesinato de Yoyes. Abogados, refugiados y personas de diferentes comit¨¦s de Euskadi norte no se han atrevido a testimoniar p¨²blicamente el rechazo a vuestra barbarie porque os tienen miedo, y nos han enviado pruebas de su dolor en privado. El comunicado de los presos queriendo justificar el crimen nos viene a decir que los reinsertos reconocen la situaci¨®n democr¨¢tica espa?ola y que favorecen la selectividad de la represi¨®n. A ver si os enter¨¢is que el primer reconocimiento oficial de la situaci¨®n democr¨¢tica espa?ola fue hecho por todos aquellos que volvieron a Euskadi sur con la amnist¨ªa de 1977; pero por eso no se mat¨® a nadie. Entonces, no; y ahora, ?por qu¨¦ s¨ª? Posteriores reconocimientos de la situaci¨®n democr¨¢tica espa?ola los hab¨¦is hecho vosotros mismos al aceptar que HB fuera legalizado por el Gobierno espa?ol. La amnist¨ªa, el indulto, la reinserci¨®n... fueron decisiones del Estado espa?ol tomadas por la lucha llevada por el pueblo vasco, y Yoyes no fue de las que menos luch¨®. Habl¨¢is de una selectividad de la represi¨®n. ?C¨®mo pod¨¦is afirmar que la capacidad de precisi¨®n de la polic¨ªa espa?ola es debida a la reinserci¨®n? La polic¨ªa ha perfeccionado sus m¨¦todos por evoluci¨®n propia, como lo ha hecho cualquier polic¨ªa de un pa¨ªs europeo. ?Qu¨¦ ped¨ªs, la represi¨®n indiscriminada de la ¨¦poca de Franco? ?No quer¨¦is que la polic¨ªa detenga a los culpables? ?No os dais cuenta de que eso es propio del fascismo?
El drama vuestro est¨¢ en que asesinatos como el de Yoyes quer¨¦is que se conviertan en acciones patri¨®ticas y heroicas; pero eso no es posible porque el pueblo vasco no es tan idiota como os gustar¨ªa que lo fuera para aceptar vuestras barbaridades. Un ejemplo claro lo ten¨¦is en Ordizia, donde el clima represivo que hab¨¦is establecido ha irritado a propios y a extra?os. Una exiliada chilena, que circunstancialmente se encontraba en la reuni¨®n municipal de Ordizia el d¨ªa 10, sali¨® pasmada de la demostraci¨®n fascista que realizasteis. Al no tener apoyo de gente con una m¨ªnima capacidad de raciocinio, acarreasteis a los padres de los presos cont¨¢ndoles la farsante historia de que sus hijos estaban en la c¨¢rcel por Yoyes.
Est¨¢is encharcados en la sangre que irracionalmente est¨¢is vertiendo en Euskadi. Yo no s¨¦ qu¨¦ ser¨ªa mejor para Euskadi: que os suicidarais o que fuerais al campo de Las Bardenas, con vuestros hom¨®logos los fachas espa?oles, a disparar vuestras Parabellum. El s¨¢bado d¨ªa 18 se homenajear¨¢ a una persona que quer¨ªa caminar profundizando en la libertad de la persona, que quer¨ªa seguir viviendo para enriquecer su vida y la de su entorno, que quer¨ªa "transformar en conciencia la experiencia de vida m¨¢s vasta posible" (Malraux), como apunta en su agenda. El pueblo de Ordizia tiene derecho a expresar su reconocimiento a la persona que ha vivido y luchado con dignidad. El pueblo os permite a los de ETA-HB expresaros libremente, y esperamos que el d¨ªa del homenaje nos dej¨¦is en paz y os absteng¨¢is de realizar las diversas manifestaciones represivas que hab¨¦is hecho en Ordizia los ¨²ltimos d¨ªas. Hubi¨¦semos preferido no celebrar ning¨²n homenaje a Yoyes porque la necesit¨¢bamos viva y no muerta. Una vez que la hab¨¦is asesinado, dejadnos en paz. ?Es que no hab¨¦is desahogado lo suficiente vuestro sadismo?
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