El Madrid mejor¨® su juego, pero fallo en el remate
El Madrid se qued¨® en la corta ventaja de un gol en su partido ante la Juventus, jugado con una enorme intensidad y con buen f¨²tbol por ambas partes. El Madrid llev¨® la iniciativa siempre, de la mano de Gallego -espl¨¦ndido- y Chendo, pero le fallaron Michel y Gordillo en las bandas y, sobre todo, el remate.Beenhakker cambi¨® el proyecto de equipo con que lleg¨® al Madrid y se decidi¨® a colocar de medio centro a un jugador capaz de mover la pelota, en lugar de lan hombre de corte, como venia haciendo hasta ahora. Gallego jug¨® en la media, donde lo hizo toda la temporada anterior, y el equipo lo agradeci¨®. Con un hombre, por lo dem¨¢s de espl¨¦ndida calidad y en muy buena forma, manejando bien el bal¨®n y decidiendo las aceleraciones y las pausas, el Madrid mejor¨® con mucho el aspecto que ven¨ªa ofreciendo esta temporada.
Adem¨¢s, Gallego tuvo un inesperado colaborador en Chendo. El otras veces lateral fue enviado al medio campo a marcar a Platini. Lo hizo perfectamente, pero adem¨¢s cuando el Madrid ten¨ªa el bal¨®n se ofrec¨ªa como la mejor alternativa para desequilibrar el sistema defensivo italiano. Faltos de forma Michel y Gordillo, el Madrid ve¨ªa muy disminuidas sus posibilidades de producci¨®n de juego por las bandas, y Gallego acudi¨® mucho a Chendo y ¨¦ste siempre le respondi¨®. De hecho, entre los dos fabricaron la jugada del gol de Butrague?o.
Enfrente, la Juventus jugaba muy respaldada en su ¨¢rea, con una defensa de cuatro hombres y otra l¨ªnea de cuatro unos 10 metros por delante del ¨¢rea. La espl¨¦ndida salida del Madrid desconcert¨® al equipo italiano, que aguantaba atr¨¢s como pod¨ªa pero encontraba problemas con las individualidades de Butrague?o y Hugo y con las subidas de Chendo.
Cuando lleg¨® el primer gol, el Madrid pod¨ªa sentirse tranquilo. Un gol en 20 minutos no estaba mal, y m¨¢s si se piensa que poco antes de eso hab¨ªan llevado un bal¨®n al palo, tras manotazo, eso s¨ª, de Tacconi. Pero la Juventus comprendi¨® que no pod¨ªa seguir tan encerrada atr¨¢s, y sali¨® hacia arriba tocando el bal¨®n con estilo y clase en el medio campo y consigui¨® as¨ª quitarse un poco al Madrid de encima.
De ah¨ª en adelante, el partido fue consumi¨¦ndose entre r¨¢fagas en que los apretones del Madrid produc¨ªan remates frecuentes -atrapados unos por Tacconi, otros rebotados en alguna espalda de las muchas que poblaban el ¨¢rea y otros simplemente desviados-, y rachas en que la Juventus recuperaba el resuello y volv¨ªa a tocar con calma en el medio campo, enffiando el juego del Madrid.
Mediada la segunda mitad empezaba a parecer dif¨ªcil que llegaran nuevos goles. Beenhakker sent¨® a Gordillo para sacar a Mart¨ªn V¨¢zquez, que en nada mejor¨® al anterior, y finalmente, a un cuarto de hora del final compareci¨® Santillana en lugar de Valdano, otro hombre en baja forma. Pero la Juventus tiene entre sus virtudes la de una gran seguridad en el juego a¨¦reo. Los centros cerrados son indefectiblemente para Tacconi, y para los m¨¢s abiertos cuenta con varios buenos cabeceadores defensivos, entre ellos el enorme Brio.
Sin dejar nunca la iniciativa, pero acusando un cansancio progresivo, el Madrid apret¨® hasta el final del partido, pero su juego se fue transformando cada vez M¨¢s en una sucesi¨®n de centros altos.
Al final, entre tangana y tangana -el partido se jug¨® con tina gran dureza y algunos chispazos cuyos principales culpables fueron Cabrini, Michel, Manfredonia y Hugo- se escap¨® el tiempo.
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