El viaje espa?ol de Jos¨¦ Mart¨ª
Am¨¦rica Latina es el producto ,del mestizaje entre las razas y civilizaciones precolombinas, la inmigraci¨®n de esclavos y la vitalidad de la aportaci¨®n espa?ola, constituyendo la m¨¢xima contribuci¨®n hist¨®rica de Espa?a, as¨ª como su m¨¢s importante punto de mira. De ah¨ª el que sea un continente al que estamos indisolublemente vinculados, aunque tenga su rumbo propio. Dada la geopol¨ªtica, la historia e incluso los intereses, podemos afirmar que sin estar al lado de Am¨¦rica Latina, inseparablemente enlazados con ella, carece de profundidad y plenitud el ser de Espa?a.Por eso tiene especial significaci¨®n que ahora se inaugure en Madrid un monumento elevado a Jos¨¦ Mart¨ª. Con Bol¨ªvar, San Mart¨ªn, Sucre, Ju¨¢rez y unos pocos m¨¢s, es uno de los padres indiscutibles de lo que ¨¦l llam¨® ?nuestra Am¨¦rica". No se trata de un personaje enterrado en el pasado, sino de un ejemplo vivo y un pensamiento con sentido contempor¨¢neo al que deben actidir quienes quieran captar la ownipleja mentalidad latinoamericana.
Todos los pueblos tienen hombres e ideales que adoptan como motivo de orgullo. Para Cuba, el padre de la patria, el maestro al que los cubanos veneran, cualquiera que sea su postura pol¨ªtica, es Mart¨ª.
Hijo de espa?oles, por su inalterable actitud indepen,dentista fue perseguido desde ,que en los albores de su juventud sinti¨® la llamada del patriotismo. Exiliado en Madrid, en 1871 inici¨® en la universidad Central la carrera de leyes, que a?os m¨¢s tarde terminar¨ªa en Zaragoza. Durante su estancia en Madrid, de la que guardar¨ªa un indeleble recuerdo, public¨® El presidio pol¨ªtico en Cuba. Una vez que sali¨® de Espa?a, pas¨® casi todo el resto de su vida en exilios diversos, y cuando se incorpor¨® a las filas de los combatientes cubanos fue muerto por balas espa?olas en la escaramuza de Dos R¨ªos, contando 42 a?os de edad.
Magn¨ªfico poeta, precursor del modernismo, es autor de Ismaelillo, los romances a su hijo, Versos sencillos, Versos libres y De la edad de oro. Se conserva tambi¨¦n una novela, en sayos, incontables cartas, una ingente obra como prosista, con el tema constante del af¨¢n de independencia. Adem¨¢s de ser un inquebrantable hombre de acci¨®n, en sus escritos y en su vida Mart¨ª fue un idealista que sab¨ªa infundir esperanzas.
Presencia en el Retiro
La vigencia de Jos¨¦ Mart¨ª en Cuba es algo f¨ªsico, a fuerza de entrar por los ojos. No hay ciudad cubana que carezca de una calle o de un monumento en honor del maestro cuyo pensamiento se transmite a la naci¨®n entera.
Desde hace mucho los habaneros pueden contemplar en su ciudad el monumento a Don Quijote y la espl¨¦ndida arquitectura colonial espa?ola. En el bello jard¨ªn madrile?o del Retiro est¨¢ el monumento a Cuba, pero nos faltaba el lugar dedicado expresamente a Mart¨ª. Al erigirse el nuevo monumento en el paseo de La Habana, tenemos en ¨¦l un s¨ªmbolo de la admiraci¨®n de Madrid hacia un hombre que ha legado ideas imperecederas. Como otros, proclam¨® que ser cultos es la ¨²nica manera de ser libres. Y de forma insuperable sintetiz¨® su grandeza moral diciendo que todas las glorias del mundo caben en un grano de ma¨ªz.
Mart¨ª valoraba fundamentalmente de Espa?a el esp¨ªritu rebelde, "franco, fiero, fiel, sin sa?a". Durante su estancia en Madrid y Zaragoza conoci¨® de cerca las virtudes con que se identificaba. Como sucedi¨® a tantas figuras espa?olas en su atormentado siglo XIX, sufrir¨ªa persecuci¨®n y exilio, pero supo remontarlo todo con su indomable personalidad, y hoy su esp¨ªritu sigue iluminando a cuantos se sientan cerca de la Am¨¦rica Latina.
No s¨®lo por su sangre espa?ola, sino por la universalidad de su pensamiento y por su ejemplo de lucha e integridad, que le hace eranarcarse en el paradigma quijotesco, Jos¨¦ Mart¨ª es parte integrante de nuestra historia. Con ¨¦l cobra savia esa rama espl¨¦ndida que es la cubanidad, nacida del ancho ¨¢rbol que podr¨ªa representar el mundo de habla espa?ola.
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