?Se radicaliza Chile?

El hallazgo de arsenales de armas y el atentado en contra del general Augusto Pinochet, en el cual resultaron muertos cinco integrantes de su escolta, parece indicar que Chile est¨¢ siendo empujado hacia una espiral de radicalizaci¨®n, polarizaci¨®n y confrontaci¨®n. Se tiene la impresi¨®n de que se est¨¢ generando una din¨¢mica que podr¨ªa flevar a la militarizaci¨®n de la pol¨ªtica, en un escenario de guerra configurado por el estado de sitio decretado por el Gobierno -y la rigidez de ¨¦ste para abrirse al di¨¢logo y la negociaci¨®n con la oposici¨®n democr¨¢tica- y una f¨²erza ultraizquierdista, al parecer apoyada por el partido comunista, que act¨²a a trav¨¦s del Frente Manuel Rodr¨ªguez, que reivindic¨® tales acciones.Ambos polos se apoyan para conducir a una militarizaci¨®n de la pol¨ªtica: el Gobierno, porque demasiados militares siguen ocupando cargos de responsabilidad, desde ministros a subsecretarios, directores generales, rectores de Universidad y todos los intendentes y gobernadores del pa¨ªs; la oposici¨®n ultraizquierdista, porque cree que el empleo de todos los m¨¦todos de lucha llevar¨¢ a la derrota del r¨¦gimen.

?Qu¨¦ piensa el Chile real? ?Hay ra¨ªces en la sociedad chilena que apoyan esta din¨¢mica de militarizaci¨®n de la pol¨ªtica que obstruya cualquier salida pac¨ªfica? La respuesta categ¨®rica es no. Nadie ha apoyado las acciones terroristas y el ingreso de las armas salvo el partido comunista.

Tampoco el pa¨ªs real apoya una pol¨ªtica de radicalizaci¨®n. Pese a la crisis econ¨®mica y a la dureza del r¨¦gimen autoritario que utiliza su coerci¨®n de manera inflexible, los chilenos mantienen la sensatez pol¨ªtica que en el pasado llev¨® a que tuviesen una democracia pol¨ªtica.

Para afirmar la tesis del apoyo ciudadano a una salida pac¨ªfica utilizaremos una encuesta realizada en el Gran Santiago a la poblaci¨®n de 18 y m¨¢s a?os. Fue sobre una muestra de hogares triet¨¢pica, con 889 entrevistados, realizada por el Centro de Estudios de la Realidad Contempor¨¢nea de la Academia de Humanismo Cristiano, dirigida por el autor, y cont¨® con el apoyo de la Fundaci¨®n Ford. Es bastante ins¨®lito usar este instrumento, pero logramos hacer una encuesta en un momento en que no hubo una paz pol¨ªtica: durante el pasado. Mundial de f¨²tbol... Los resultados mostraron una notable, continuidad de la moderaci¨®n ciudadana y un alto apoyo a la democracia. Las encuestas en el autoritarismo no son un instrumento muy conflable, pero sirven para indicar tendencias ilustrativas del grado de apoyo o rechazo a cierto tipo de acci¨®n pol¨ªtica.

Los chilenos no se han radicalizado pol¨ªticamente por efecto del autoritarismo, sino que se ha producido un aumento de las posiciones de centro, que ahora ascienden al 41%, mientras que entre 1958 y 1973 fluctuaron entre el 18% y el 29%. Hay un peque?o sector que se declara de derechas, y tambi¨¦n es peque?o el que se dice de izquierdas (cuadro 1). La puntuaci¨®n media de la escala, de izquierda a derecha, de 1 a 10 es 5,5 (Espa?a es 5,6), autoclasific¨¢ndose el 83% de la muestra (similar a Italia).

En segundo lugar, el autoritarismo no ha conseguido un rechazo ciudadano hacia los partidos pol¨ªticos. En comparaci¨®n a la encuesta efectuada en febrero de 1973, es decir, seis meses antes del golpe de Estado, se ha producido una disminuci¨®n de quienes afirman que los partidos son indispensables para gobernar, pero tambi¨¦n han disminuido los que creen que no son indispensables, aumentando quienes no opinan (cuadro 2).

En tercer lugar, los chilenos son partidarios de las acciones pac¨ªficas que realiza la oposici¨®n y no de las violentas. Las medidas radicales son apoyadas por una ¨ªnfima proporci¨®n d¨¦ la ciudadan¨ªa, aun cuando existe un apoyo limitado a las acciones convencionales, como las huelgas, las marchas y las concentraciones (cuadro 3).

Parece ser que la larga experiencia autoritaria ha socializado a las personas a tolerar acciones del Gobierno como los allanamientos en las poblaciones, el propio estado de sitio e incluso el exilio, que es apoyado por el 12% (cuadro 4).

?Quiere esto decir que los chilenos apoyan el autoritarismo? No. Ante la pregunta: ?qu¨¦ es mejor para el futuro de Chile?, el 70% ¨®pt¨® por la democracia; el 5,2%, por un Gobierno autoritario, y s¨®lo el 13,2% prefiri¨® la continuidad del general Pinochet. En consecuencia, el apoyo a la democracia es alt¨ªsimo, frente al bajo apoyo a Pinochet.

En s¨ªntesis, el Chile real quiere la democracia pac¨ªficamente, que sigue siendo el camino adecuado para un pa¨ªs que ha sufrido much¨ªsimo.