Espa?a: la Carmen moderna

Ella se llama Carmen, tiene los ojos chispeantes, sujeta un clavel entre los dientes, lleva el ritmo bajo las faldas y el flamenco en la sangre; es ardiente y vengativa. As¨ª es como cree conocerse a la mujer espa?ola, el estereotipo que han creado la ¨®pera y el cine. Y frente a ella est¨¢ don Juan, el conquistador, el supermacho, el poder masculino. Carmen y don Juan simbolizan la pareja espa?ola: ella le seduce y rechaza, ¨¦l la consigue; la mujer coquetea, el hombre domina. As¨ª funciona el mito. Sin embargo, la realidad espa?ola es distinta.En Madrid y Barcelona las mujeres visten vaqueros y no llevan sujetador bajo la blusa, fuman en plena calle como los hombres, beben whisky, e incluso se ba?an en las playas sin la pieza superior. Por el contrario, los espa?oles se han quedado anticuados: muestran excesivo vello en el pecho, lanzan miradas edulcoradas y ponen excesivo sentimiento en las frases. ( ... )

Todav¨ªa hay en Espa?a 15.000 monjas que llevan una vida dura y austera en 9.000 conventos. Tan s¨®lo han cerrado 16 conventos en los ¨²ltimos 20 a?os. Anualmente ingresan 300 novicias, con una edad media de l7a?os, que prescinden del amor terrenal en aras de una felicidad eterna posterior. Dedican cinco horas diarias a la oraci¨®n y seis horas al trabajo, con el que consiguen ingresos que permiten su subsistencia. ( ... )

En el seno de las familias el reparto de tareas no se ha alterado. El cuidado de la casa y de los ni?os sigue siendo cosa de mujeres. ( ... ) Los espa?oles se muestran reacios a prescindir libremente de sus privilegios de macho. Incluso j¨®venes intelectuales, que suelen afirmar de s¨ª mismos "yo soy m¨¢s feminista que las mujeres", manifiestan alergia a las tareas dom¨¦sticas.

, 25 de octubre