Volver a las andadas
Los presidentes de los grandes bandos han decidido abandonar la f¨®rmula, estrenada en las pasadas elecciones legislativas, de conceder de manera unitaria la financiaci¨®n a los partidos pol¨ªticos. En esta ocasi¨®n se ha decidido volver a las viejas tradiciones: cada entidad financiera negocia con los partidos de forma individualizada el volumen del cr¨¦dito que se les conceder¨¢ y las garant¨ªas que se ofrecen para hacer frente a esta operaci¨®n.Medios del sector financiero se?alaban que esta modificaci¨®n supone un retroceso ?mportante en cuanto a transparencia de las operaciones de cr¨¦dito a los partidos pol¨ªticos, porque de esta forma ser¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil llegar a conocer de verdad cu¨¢l es la cantidad que cada banco proporciona a cada organizaci¨®n. Con motivo de las elecciones legislativas del 22 de junio, 12 bancos firmaron ocho escrituras ante notario en las que se daba cuenta de lo que el consorcio bancario conced¨ªa a cada organizaci¨®n y, sobre todo, las condiciones globales de la operaci¨®n, entre las que se inclu¨ªan las garant¨ªas que se aportaban "para el buen fin de la operaci¨®n".
En las circunstancias actuales, se?alan fuentes del sector financiero, se ha vuelto a la vieja pr¨¢ctica de "cada uno concede lo que,considera bueno y nadie sabe ni el importe ni las condiciones". Esto representa, seg¨²n las mismas fuentes, volver a enterrar una cierta cantidad de dinero que nadie sabr¨¢ nunca cu¨¢nto es y sobre la que no habr¨¢ otra fiscalizaci¨®n posible que la inspecci¨®n del Banco de Espa?a como garante de que para todas las operaciones que puedan resultar fallidas existe una partida en el balance de los bancos que garantiza que no representa un quebranto patrimonial.
Ello significa, seg¨²n algunos representantes bancarios, menor transparencia informativa para el conjunto del sector, lo que redundar¨¢ en una p¨¦rdida de: imagen de independencia frente a los procesos electorales. En las ¨²ltimas elecciones algunos observadores se?alaron que la banca hab¨ªa apostado de forma descarada por una opci¨®n pol¨ªtica (al conceder al Partido, Reformista Democr¨¢tico una cantidad de dinero muy superior a lo que las encuestas se?alaban que pod¨ªa llegar a obtener). Adem¨¢s, esta opci¨®n result¨® la gran perdedora de la batalla electoral. Este temor a que se conozcan las cifras es lo que puede explicar la vuelta al modelo antiguo.
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