La oposici¨®n laborista brit¨¢nica avisa del peligro de un enfrentamiento con la URSS a causa de las Malvinas
La oposici¨®n laborista brit¨¢nica advirti¨® ayer del peligro de una futura confrontaci¨®n no s¨®lo con Argentina, sino tambi¨¦n con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, por la decisi¨®n del Gobierno de declarar una zona de expansi¨®n pesquera de 150 millas en torno a las Malvinas, decisi¨®n que cafific¨® de "oportunista". Sin embargo, el secretario del Foreing Office, sir Geoffrey Howe, defendi¨® la decisi¨®n del Gobierno, anunciada el mi¨¦rcoles en la C¨¢mara de los Comunes, y manifest¨® que un conflicto cm la Uni¨®n Sovi¨¦tica es "muy poco probable".
Howe rechaz¨® igualmente la probabilidad de que la medida conduzca a una nueva confrontaci¨®n armada con Argentina."Gran Breta?a desea conseguir un acuerdo internacional pesquero para el Atl¨¢ntico sur", manifest¨® Howe en unas declaraciones a la BBC.
Por su parte, George Foulkes, uno de los portavoces laboristas de pol¨ªtica exterior, calific¨® la decisi¨®n del Gobierno conservador de "truco electoral" para aumentar la popularidad de la primera ministra, Margaret Thatcher, y dijo que la medida podr¨ªa conducir a "un nuevo estallido" en el Atl¨¢ntico sur. Para Foulkes existe el peligro de nuevos choques con Argentina y la posibilidad de un enfrentamiento entre pesqueros sovi¨¦ticos y buques brit¨¢nicos.
"No me extra?ar¨ªa que la se?ora Thatcher deseara secretamente que ocurriera algo antes de las pr¨®ximas elecciones generales", dijo Foulkes, en una referencia al incremento de popularidad de la primera ministra tras la derrota argentina en el conflicto de las Malvinas.
Oportunismo
En la mejor tradici¨®n brit¨¢nica de ignorar al adversario, Howe consider¨¦, en su respuesta en el mismo programa de la BBC, que esa afirmaci¨®n de oportunismo constitu¨ªa "una observaci¨®n indigna
Seg¨²n fuentes brit¨¢nicas, su tranquilizadora respuesta en torno a la posibilidad de un enfrentamiento entre pesqueros sovi¨¦ticos y los patrulleros de las Malvinas se debe aparentemente al hecho de que Londres puede haber recibido ciertas seguridades de que Mosc¨² no desear¨ªa provocar este tipo de incidentes en la zona.
La decisi¨®n brit¨¢nica de imponer una zona provisional de conservaci¨®n y administraci¨®n en torno a las Malvinas -Falklands Islands Interim Conservation and Management Zone (FICZ)-, que pr¨¢cticamente corresponde a la actual zona de protecci¨®n de las Malvinas establecida a ra¨ªz del conflicto de 1982, y cuya entrada est¨¢ vedada a todo tipo de barcos argentinos, tiene por objeto oficialmente la protecci¨®n de los bancos pesqueros del Atl¨¢ntico Sur, sometidos a un verdadero saqueo por parte de una serie de pa¨ªses, principalmente del bloque sovi¨¦tico y asi¨¢ticos.
La medida entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo 1 de febrero, y su vigilancia ser¨¢ encomendada a barcos y aviones civiles del Gobierno del archipi¨¦lago, aunque, en su anuncio a los Comunes, Howe dej¨® bien claro que el Gobierno brit¨¢nico no dudar¨ªa en utilizar la fuerza "para disuadir cualquier agresi¨®n argentina y mantener la integridad de la zona de protecci¨®n". A partir de esa fecha, cualquier barco que desee faenar dentro de la zona deber¨¢ proveerse de la oportuna licencia.
Seg¨²n cifras facilitadas por el Foreign Office, unos 600 pesqueros faenaron en aguas de las Malvinas en 1986, en comparaci¨®n con 485 el pasado a?o y s¨®lo 250 en 1984. Londres desea restringir el n¨²mero de pesqueros para la temporada enero-junio de 1987 a s¨®lo 200.
Sin embargo, a pesar de estas explicaciones, la decisi¨®n de Londres es eminentemente pol¨ªtica, y supone un nuevo reafirmamiento y un nuevo desaire al Gobiemo de Buenos Aires, precisamente cuando ¨¦ste acaba de firmar sendos convenios pesqueros con la URSS y Bulgaria.
El mensaje es claro: el Gobierno brit¨¢nico no reconocer¨¢ ning¨²n tratado que afecte a lo que considera sus aguas jurisdiccionales y, porsi hubiera alguna duda al respecto, junto al anuncio del establecimiento de las zonas de exclusi¨®n provisional, Londres se reserva el derecho a extender sus aguas jurisdiccionales en tomo a las Malvinas a 200 millas -la extensi¨®n de la zona de exclusi¨®n militar- y reafirma sus derechos sobre la plataforma continental, de acuerdo con los l¨ªmites marcados por la ley internacional, no sea que en el futuro se encuentre petr¨®leo.
El mantenimiento de la fortaleza Malvinas cuesta al Reino Unido unos 1.000, millones de libras esterlinas (190.000 millones de pesetas) en gastos militares, aunque, con la ampliaci¨®n del aeropuerto de Port Stanley -lo que permite llevar en un solo d¨ªa refuerzos por v¨ªa a¨¦rea-, este coste podr¨ªa reducirse a la mitad, al disminuir los efectivos militares permanentes.
[El Reino Unido solicit¨® ayer por escrito a la Comisi¨®n Europea que aborde el problema de la pesca en el Atl¨¢ntico Sur. Un portavoz de la Comisi¨®n, ¨®rgano ejecutivo de la CE, confirm¨® que Londres actu¨® sin consultar a sus socios en la Comunidad y que ten¨ªa derecho a ello bajo los acuerdos sobre las Malvinas en la legislaci¨®n comunitaria.]
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