M¨¢s de cinco grandes pesqueros argentinos, dentro de la zona de exclusi¨®n
M. P. Al menos cinco grandes pesqueros argentinos congeladores de altura se encuentran en estos rnomentos dentro de la nueva circuriferencia de exclusi¨®n econ¨®mica decretada por el Reino Unido en torno a las islas Malvinas. Y seg¨²n declaraciones del ,almirante Jos¨¦ Toribio Merino, triunviro de la Junta Militar chilena, recogidas en Buenos Aires, el pasado lunes se avistaron en aguas internacionales del Pac¨ªfico 80 pesqueros sovi¨¦ticos y polacos rumbo al Atl¨¢ntico Sur.
Medios period¨ªsticos argentinos especulan sobre la posibilidad de que los acuerdos pesqueros entre Buenos Aires y Mosc¨² incluyeran la participaci¨®n de la empresa hispano-sovi¨¦tica Sovhispan, ahora dedicada al faenaje en los caladeros canarios.
La ansiedad reside aqu¨ª en la hip¨®tesis de un enfrentamiento entre pesqueros sovi¨¦ticos y unidades de la Armada brit¨¢nica. De ello se deducir¨ªa el nivel de respaldo a la democracia argentina de Washington y Mosc¨², y se teme que la zona devenga en un arabesco lateral de la confrontaci¨®n entre las dos grandes potencias, con todos los plateis rotos pagados por Argentina.
El Gobierno de Buenos Aires, en su comunicado sobre la ampliaci¨®n brit¨¢nica de su zona de exclusi¨®n econ¨®mica, aduce que es "jur¨ªdica y pol¨ªticamente inaceptable, al recaer sobre espacios mar¨ªtimos sobre los que la Rep¨²blica Argentina ejerce derechos de soberan¨ªa y jurisdicci¨®n". "La conservaci¨®n de los recursos pesqueros invocada en la declaraci¨®n brit¨¢nica", contin¨²a la nota oficial, "constituye en realidad un pretexto para tratar de justificar la adopci¨®n de la medida".
Obviamente, pese a las medidas militares cautelares adoptadas por Buenos Aires, lo ¨²ltimo que se espera es un choque armado. Los radicales en el poder en la Argentina, moderados, eternamente dubitativos, reclarnados del krausismo espa?ol, empe?ados en la recuperaci¨®n de la imagen internacional del pa¨ªs, har¨¢n cualquier cosa menos tomarse dos whiskies de m¨¢s y empe?arse en una guerra como la que organiz¨® el teniente general Leopoldo Fortunado Galtieri entre los vapores de su cerebro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.