"Espa?a se ha convertido en una colonia econ¨®mica de Europa"
"Europa ha convertido a Espa?a en una colonia econ¨®mica con las leyes del Mercado Com¨²n. Europa no existir¨¢ por culpa de los excesos de ego¨ªsmo y de incomprensi¨®n de la realidad propia y mundial". La afirmaci¨®n corresponde a Rom¨¢n Perpi?¨¢ Grau, el abuelo de nuestros m¨¢s prestigiosos economistas actuales, premio Pr¨ªncipe de Asturias en ciencias sociales en 1981, nacido en Reus (Tarragona) hace ahora 84 a?os, que dedica su tiempo "a gozar y divertirse con libros, conferencias y art¨ªculos" en los que recoge su preocupaci¨®n de siempre: "Que el Estado no nos tenga por s¨²bditos, sino por ciudadanos. Que Espa?a no sea para el Estado, sino el Estado para los espa?oles".
Fundador del Centro de Estudios Econ¨®micos Valencianos en 1930, est¨¢ considerado como el gran maestro de la corriente estructural y experto en el funcionamiento de la econom¨ªa internacional. Claro exponente del liberalismo econ¨®mico, Rom¨¢n Perpi?¨¢ recuerda que en teor¨ªa econ¨®mica no se explica el intercambio m¨¢s que partiendo de una libertad de comercio", que nunca se ha dado, aunque en determinados sistemas se acerca un poco, pero la teor¨ªa econ¨®mica pura es imposible"."Europa ha propugnado el liberalismo comercial", comenta Perpi?¨¢ Grau, "pero ahora resulta que se encierra dentro de s¨ª misma con proteccionismos. ?No indica eso que hoy no preside la raz¨®n, sino la absurdidad?"
Su idea de que nuestro pa¨ªs ha sido colonizado econ¨®micamente por el resto de Europa se fundamenta en un libro escrito por el franc¨¦s Delaisi, Les deux Europes.
Delaisi afirma que hab¨ªa dos Europas, la del caballo de vapor (industrializada) y la del caballo de sangre (agraria), y se preguntaba para qu¨¦ necesita la Europa industrializada tener colonias si las puede tener en sus mismas puertas, afirmando que hab¨ªa que colonizar esa Europa de caballos de sangre.
Perpi?¨¢ Grau considera que "si la industrializada era una zona rica, nosotros lo ¨¦ramos m¨¢s", pero no quiere hablar sobre si Espa?a pod¨ªa seguir al margen de la Comunidad Europea, "porque ¨¦se es un tema largo y pol¨ªtico, y yo no quiero hablar de pol¨ªtica".
El ego¨ªsmo mundial
En su opini¨®n, el ego¨ªsmo mundial impide cualquier juicio sobre una posible evoluci¨®n del empleo en los pa¨ªses industrializados, y se muestra pesimista sobre el futuro: "Yo s¨®lo veo crecimiento de ese ego¨ªsmo y de esa falta de solidaridad humana, lo que genera un panorama de descomposici¨®n social en todo el mundo, porque ha llovido para todos".?C¨®mo puede influir en la econom¨ªa internacional la nueva legislaci¨®n fiscal de Estados Unidos, profesor?
Perpi?¨¢ considera que el presidente Reagan est¨¢ rodeado de economistas asesores que le proponen muy diferentes dosis de sistemas matem¨¢ticos que drogan a la econom¨ªa y consiguen fines que se proponen y que a la larga producir¨¢n consecuencias insospechables. Esta situaci¨®n es consecuencia de una fe ciega en los diversos sistemas de la actual teor¨ªa econ¨®mica, y lo cierto es que Estados Unidos hace a?os que se est¨¢ moviendo con soluciones a medio plazo.?Y qu¨¦ habr¨ªa que hacer ante esa situaci¨®n?
El abuelo de los economistas espa?oles es rotundo. Lo l¨®gico en econom¨ªa ahora ser¨ªa no creer tanto en el progreso indefinido y saber acomodarse, cuando es necesario, a no provocar progresos imposibles en ciertas ¨¦pocas. Por eso hablo de drogas, que provocan una euforia, pero despu¨¦s ¨¦sta se paga.
'Delenda est Europa'
Rom¨¢n Perpi?¨¢ preside en Alicante las Primeras Jornadas de Econom¨ªa Espa?ola, organizadas por la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo de Santander y la universidad de esta ciudad, en colaboraci¨®n con otros organismos p¨²blicos, para analizar la situaci¨®n y perspectivas del sector terciario. Recuerda su conferencia de este verano, en Santander, sobre el origen y consecuencias de la Comunidad Econ¨®mica Europea, y recurre al ejemplo de la Grecia antigua, "en la que cada Estado iba por su lado"."Es posible", afirma este viejo profesor, que reitera su desinter¨¦s por hablar de temas pol¨ªticos, "que hoy se pueda aplicar a Europa lo que se aplic¨® entonces a Cartago, porque, si se sigue actuando desde puros ego¨ªsmos, delenda est Europa".
Para ¨¦l, "nuestro mundo est¨¢ dividido por poderes guerreros y un desprecio del Tercer Mundo, antes explotado en lo que interesaba a los pa¨ªses industrializados". Insiste en que "cada pa¨ªs es un animal de especie distinta", y apunta una soluci¨®n evidentemente filos¨®fica: "La soluci¨®n es que en nuestro interior hallemos los principios humanos que permiten la convivencia.
Sin esta renovaci¨®n, el pol¨ªtico nada puede hacer, s¨ª no es drogando a la gente para conducirla a donde quiere, tanto en cuestiones econ¨®micas como en sus costumbres".
A sus 84 a?os, Rom¨¢n Perpi?¨¢ se define como un ¨¢crata, aunque matiza: "Lo soy porque entre todos me han hecho ¨¢crata".
Rom¨¢n Perpi?¨¢ aspira a continuar sus d¨ªas "tranquilo y sin protagonismos", y se siente "muy satisfecho" del nivel actual de la ciencia econ¨®mica espa?ola, por considerar que "ha dado pasos de gigante".
En la apertura de las jornadas de Alicante sobre econom¨ªa es pa?ola explicaba con satisfacci¨®n a los centenares de economistas y que asist¨ªan al acto: "Estoy contento porque hace 50 a?os yo estaba pr¨¢cticamente solo, y ahora me veo rodeado de estupendos economistas que fueron alumnos m¨ªos y de muchos j¨®venes que quieren ser economistas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.