Los ministros comunitarios de Transportes estudian hoy la liberalizaci¨®n de las l¨ªneas a¨¦reas

El Reino Unido est¨¢ enfrascado en sus intentos por conseguir la liberalizaci¨®n del transporte a¨¦reo en Europa, de la que debatir¨¢n nuevamente hoy los ministros de Transportes de los doce; pero para lograr su objetivo la actual presidencia brit¨¢nica de la Comunidad Europea (CE) parece dispuesta a no escatimar esfuerzos y presiones para convencer a sus socios de la necesidad de liberalizar la aviaci¨®n. Junto con Grecia, Portugal y Dinamarca, Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s reacio, a este proyecto brit¨¢nico.

La oposici¨®n de Espa?a "no es tanto porque est¨¦ contra el principio que lo sustenta, sino para tratar de salvar a su l¨ªnea a¨¦rea de bandera, Iberia", seg¨²n explic¨® un portavoz de la representaci¨®n espa?ola ante la CE. "Antepone", replic¨® una fuente allegada a la Comisi¨®n Europea, "el inter¨¦s de una compa?¨ªa obsoleta al de millones de usuarios espa?oles de la aviaci¨®n civil".Volar en avi¨®n dentro de Europa es mucho m¨¢s caro que en cualquier otra regi¨®n desarrollada del mundo. A pesar de que la distancia es equivalente, viajar en vuelo regular de Londres a Par¨ªs cuesta un 192% m¨¢s que desplazarse entre Nueva York y Washington porque en Estados Unidos impera la libre competencia, mientras en el viejo Continente las compa?¨ªas se reparten el mercado, fijan conjuntamente las tarifas y comparten los ingresos.

Desde 1982, el Gobierno de Margaret Thatcher ha liberalizado el espacio a¨¦reo brit¨¢nico, provocando con esta decisi¨®n un inmediato incremento del tr¨¢fico y de las frecuencias, un abaratamiento, de las tarifas y una mejora del servicio a bordo. Desde que en julio accedi¨® a la presidencia de la CE, la primera ministra est¨¢ empe?ada en exportar esta experiencia al resto del Continente.

Las reticencias de los otro smiembros de la Comunidad han obligado, sin embargo, al ministro brit¨¢nico de Transportes, John Moore, a edulcorar su ambicioso proyecto para lograr la unanimidad requerida hasta el punto de proponer solamente ahora algunas modificaciones de las reglas que rigen en Europa el funcionamiento de la aviaci¨®n comercial.

Las grandes l¨ªneas del plan de Moore consisten en permitir que el reparto de capacidad entre las compa?¨ªas a¨¦reas de dos pa¨ªses que enlazan sus respectivas ciudades no sea como ahora del 50% sino del 45-55% durante los dos primeros a?os y del 40-60% a partir del tercero.

Dos tipos de descuento

En lo referente a precios, la presidencia brit¨¢nica sugiere autorizar a las l¨ªneas a¨¦reas a establecer dos nuevos tipos de descuentos, que oscilar¨ªan entre el 10 y el 35% y entre el 35 y el 55% sobre la actual tarifa.

Por ¨²ltimo, el representante de Londres pide que cualquier compa?¨ªa pueda enlazar aeropuertos regionales situados en diferentes pa¨ªses de la CE sin restricci¨®n alguna y que en el itinerario con m¨¢s tr¨¢fico entre dos estados las autoridades de aviaci¨®n civil de uno de ellos permitan unilateralmenoperar a una o varias compa?¨ªas.

Los partidarios de la liberalizaci¨®n como Holanda, Irlanda y, en menor medida, la Comisi¨®n Europea, consideran excesivamente t¨ªmida la reforma de Moore aunque, en ¨²ltima instancia, la suscribir¨ªan. Mientras, Espa?a y los otros tres pa¨ªses defensores de las tesis conservadoras parecen s¨®lo dispuestos a aceptar una m¨ªnima modificaci¨®n del reparto de capacidad. Francia y Alemania Federal se sit¨²an en un grupo intermedio muy cercano a la postura brit¨¢nica.