Menos y m¨¢s que un mito

Kenny Burrell tiene condiciones para ser un mito. Toca la guitarra, que no es mala cosa para empezar. Algunos de sus discos se han convertido en leyendas. Por ejemplo, Guitar forms, o Midnight blue, de cubierta tantas veces imitada.Pero, en escena, Kenny Burrell desmiente esas condiciones. No lleva vestimenta espectacular, ni da saltos por el escenario. Va en contra de los tiempos. ?stos han hecho virtud exclusiva de la rapidez, lo que llev¨® a un cr¨ªtico hastiado a crear la figura del guitarrista ametralladora. Burrell da valor a otras cosas: musicalidad, reposo, swing, hondura. No usa artilugios para deformar el sonido; es un artista de l¨ªneas claras, expresi¨®n que se usa para las historietas, y que aqu¨ª tiene perfecto sentido. En el Alcal¨¢ Palace, con el acompa?amiento impecable del bajo David Jackson y el bater¨ªa Kenny Washington -formidable con las escobillas-, Burrell dio una lecci¨®n de bop duro en su variante Detroit, que es la version mas suave de ese inquebrantable estilo. Exhibi¨® su maestr¨ªa en dos preciosas baladas: My ship y Spring can really hang you up the most, interpretadas a guitarra ac¨²stica

Antes hab¨ªa actuado Kevin Eubanks, que s¨ª es de los r¨¢pidos. No le falta sentimiento, y, en temas como Freddie Freeloader y Nardis puede hacer las veces de un Wes Montgomery m¨¢s acelerado y fr¨ªo, lo segundo en parte por responsabilidad del grupo. En ¨¦ste, el percusionista Mino Cinelu estuvo en su mejor plan Actor's Studio, con ese adem¨¢n de perdedor interesante que a Sal Mineo le quedaba tan propio. El p¨²blico aplaudi¨® mucho sus solos y los del bater¨ªa Gene Jackson, en parte porque no estuvieron mal, y en parte porque al personal le gusta el caceroleo.