Cuy¨¢s modera los objetivos de medallas para 1992

LUIS G?MEZEl secretario de Estado para el Deporte, Rom¨¢ Cuy¨¢s, utiliz¨® la moderaci¨®n para explicar los planes ol¨ªmpicos espa?oles con vistas a los Juegos de 1992, al comparecer ayer ante la Comisi¨®n de Cultura del Senado y exponer los objetivos de medallas. Cuy¨¢s matiz¨® que las cifras publicadas -seg¨²n las cuales se pueden lograr entre 27 y 29- corresponden a objetivos dise?ados por las federaciones ol¨ªmpicas, y explic¨® que es injusto utilizar las medallas como baremo, aunque hay buscar una participaci¨®n digna

Rom¨¢ Cuy¨¢s intervino ante la comisi¨®n para explicar la actividad del Gobierno relacionada con la elite deportiva y encaminada hacia los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona en 1992, en los que la participaci¨®n espa?ola debe aspirar a mostrarse con Ia dignidad suficiente". Para ello parti¨® de la experiencia resultante del Mundial 82 de f¨²tbol que "pareci¨® un fracaso para la sociedad espa?ola por el resultado de la selecci¨®n nacional". Cuy¨¢s no anunci¨® un plan espec¨ªfico sino que resumi¨® los planes ya existentes desde 1984 y que coinciden con los per¨ªodos ol¨ªmpicos. Asimismo, signific¨® los objetivos que se hab¨ªan marcado las diferentes federaciones ol¨ªmpicas para los Juegos de 1992 y que se resumen en la aspiraci¨®n de conseguir cerca de 27 medallas.Pol¨ªtica deportiva

Cuy¨¢s emple¨® parte de su intervenci¨®n de 48 minutos en argumentar que el baremo de la medalla, como medida de la eficacia de una pol¨ªtica deportiva encaminada a la elite, es injusta. El secretario de Estado record¨® los casos de otros Juegos Ol¨ªmpicos en los que el organizador no consigui¨®, dijo, una cantidad elevada de medallas, como M¨¦xico (9, de ellas 4 en boxeo), Montreal (Canad¨¢ consigui¨® 11, 8 en nataci¨®n), M¨²nich (40 para la RFA), Tokio (29 para Jap¨®n). Agreg¨® que de las 731 medallas que se pondr¨¢n en juego en 1992, 13 deportes acaparar¨¢n el 85%: "en atletismo se dan 116, por s¨®lo 3 en baloncesto, por poner un ejemplo". As¨ª, Cuy¨¢s prefiri¨® hablar de diplomas en lugar de medallas, dado que el diploma es una distinci¨®n por estar entre los ocho primeros, "por tanto entre los mejores", y concluy¨® se?alando que seis a?os es un espacio corto para la formaci¨®n de deportistas de elite, "aunque Espa?a no parte de cero".

En la segunda parte de su argumentaci¨®n, Cuy¨¢s hizo balance de la pol¨ªtica deportiva del Gobierno socialista, se?alando los incrementos presupuestarios habidos durante su gesti¨®n, la p¨¦rdida de toda dependencia del deporte para con las quinielas y algunas reformas en la estructura deportiva. Se?al¨® que el censo de deportistas de elite asciende a 1.500, con cerca de 200 t¨¦cnicos, y que en los ¨²ltimos cinco a?os han accedido a la pr¨¢ctica deportiva cerca de dos millones de ciudadanos. Hizo hincapi¨¦, finalmente, en el desequilibrio que existe en lo referente al deporte femenino, "donde nuestra posici¨®n no es favorable", dijo.

Con respecto a los Juegos de 1992 se?al¨® que la participaci¨®n m¨¢xima posible de atletas espa?oles se eleva a 677, y dijo que los objetivos de las federaciones se sit¨²an entre 20 y 30 medallas.

Tras su argumentaci¨®n, Cuy¨¢s respondi¨® a preguntas de varios senadores, sobre temas dispares como el deporte en la escuela, en la mujer, transferencias auton¨®micas o la necesidad de mayores presupuestos y la coincidencia general de que los Juegos de 1992 son una gran oportunidad para el deporte espa?ol. S¨®lo el senador Antonio Valverde, del PDP, aludi¨® a que Cuy¨¢s hab¨ªa sido requerido para mostrar un plan de preparaci¨®n ol¨ªmpica para 1992 y que, "no lo ha cumplido", raz¨®n por la cual solicit¨® incluso la comparecencia del presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, dado que se?al¨® que "hay mucho en juego".

Cuy¨¢s se limit¨® a exponer que los planes ol¨ªmpicos se realizan desde 1984, una vez que terminaron los Juegos de Los ?ngeles, y a se?alar que los gastos anuales en Deporte en Espa?a se acercaban a los 70.000 millones de pesetas, sumando las inversiones de organismos oficiales y privados, "una cantidad suficiente de la que las quinielas s¨®lo aportan cerca de un 20%, lo que significa una inversi¨®n de la tendencia con relaci¨®n a hace diez a?os". Por otra parte, indic¨® que de las auditor¨ªas efectuadas en 1985 a todas las federaciones no se ha extra¨ªdo ni un s¨®lo resultado negativo.