Los hechos, como son

Observo que Barcelona y Sevilla se aprestan a ser puntos centrales -con el gran apoyo de toda Espa?a- en la conmemoraci¨®n del V Centenario del Descubrimiento, chapuza, error o lo que se quiera decir (que de todo se dice) de Am¨¦rica.Los cuentos y los viajes tienen un principio y un final; una salida y una llegada. Y lo que despu¨¦s venga podr¨¢ ser muy bueno -y bueno tambi¨¦n ser¨¢ el celebrarlo-, pero siempre ser¨¢ una consecuencia, un hecho secundario.

La historia en cuesti¨®n, la historia del descubrimiento de Am¨¦rica, la historia de] primer viaje, empieza en La R¨¢bida / Palos de la Frontera, puntos de salida en Espa?a, y termina en Bayona de Galicia / Palos de la Frontera, puntos de llegada en Espa?a.

Hasta ahora, nadie cita esto oficialmente y nada se ha o¨ªdo de que en La R¨¢bida -tan vac¨ªa de objetos y de libros sobre el tema- ni en Palos de la Frontera -tan abandonado el sitio de embarque y llegada que da asco y verg¨¹enza verlo con un podrido y elocuente casco de madera clamando en el paisaje- vaya a haber luces reflejas de la exposici¨®n, ni asimismo de que a Bayona la Real vaya a llegar un ligero fulgor de la llama ol¨ªmpica.

Si se celebra el descubrimiento sin la intervenci¨®n destacada de los principales protagonistas geogr¨¢ficos, pues podr¨ªa pensarse que el Gobierno de una naci¨®n le concede apoyo a dos ciudades de esa misma naci¨®n para organizar las gabelas de una exposici¨®n internacional y de unos Juegos Ol¨ªmpicos usando corno velo tramoy¨ªstico lo de? quinto centenario. Magn¨ªfico fuera que las tres carabelas -perd¨®n, dos carabelas y una nao- hubieran salido de Sevilla, arribado a Nueva York y llegaran, de regreso, a Barcelona. ?Qu¨¦ estupenda venta de imagen se tendr¨ªa! Pero los hechos son como son y el primerviaje a Am¨¦rica fue como fue. Acaso convenga recordarlo.