Decenas de miles de filipinos piden en el entierro de Olalia la dimisi¨®n del ministro de Defensa
ENVIADO ESPECIAL, Decenas de miles de personas pidieron ayer en la calle la dimisi¨®n del ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, en la mayor manifestaci¨®n de protesta que se celebra en Manila desde la muerte de Benigno Aquino, en 1983, y la primera en la que participan representantes pol¨ªticos de la guerrilla comunista, que se mantienen en la clandestinidad. Al mismo tiempo que un largu¨ªsimo cortejo acompa?aba los restos del dirigente izquierdista Rolando Olalia, la presidenta Coraz¨®n Aquino advirti¨® que su Gobierno no tolerar¨¢ que se haga un mal uso de la democracia y la libertad que Filipinas recuper¨® en febrero pasado.
Entre las banderas que participaron en la marcha de ayer se pudo ver por primera vez la del Frente Democr¨¢tico Nacional (FDN, representante pol¨ªtico de la guerrilla), junto a la que marchaban los dos representantes de los alzados en armas en las negociaciones de paz con el Gobierno: el ex periodista Satur Ocampo y Antonio Zumel.Ambos viven actualmente en la clandestinidad y s¨®lo aparecen p¨²blicamente para acudir a las reuniones con el Gobierno, que son convocadas de forma secreta.
En un momento del desfile, Ocampo se dirigi¨® a la multitud, que lo acogi¨® con aplausos, algunos pu?os en alto y gestos de apoyo a la guerrilla.
Durante la larga manifestaci¨®n, los participantes gritaron de forma insistente contra Ponce Enrile, al que responsabilizan del asesinato de Rolando Olalia. Una de las pancartas dec¨ªa: "Rambo Enrile, vete a Hawai".
En algunos momentos las protestas incluyeron al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Fidel Ramos, pero nunca se lanzaron gritos contra la presidenta Aquino.
Por el contrario, algunos de los dirigentes que pronunciaron discursos afirmaron que esta demostraci¨®n de fuerza de la izquierda iba dirigida a respaldar a la presidenta frente a los "intentos de militarizaci¨®n de su Gobierno".
La autoridad del Gobierno
Mientras tanto, en una intervenci¨®n ante un grupo de empresarios, Cory Aquino manifestaba que el Gobierno no va a permitir que se imponga la anarqu¨ªa en el pa¨ªs."No podemos dar a nadie el derecho de abusar d¨¦ la democracia, ni podemos autorizar ning¨²n plan que amenace la autoridad del Gobierno", declar¨® la presidenta.
El traslado del cad¨¢ver de Rolando Olalia desde la capilla de la universidad de Filipinas hasta el cementerio fue una manifestaci¨®n de duelo que ocup¨® la ciudad durante 12 horas.
Los actos empezaron con una misa oficiada por una docena de sacerdotes en el mismo lugar en el que el cuerpo de Olalia ha permanecido desde que el dirigente fue asesinado el pasado viernes. A la ceremonia religiosa asistieron algunos miembros del Cuerpo Diplom¨¢tico, entre ellos un representante de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, pero los bancos reservados para el Gobierno permanecieron vac¨ªos.
Tras los f¨¦retros
Varios miles de personas, trabajadores en su mayor parte, siguieron el cami¨®n en el que se trasladaron los f¨¦retros con los restos de Olalia y de su ch¨®fer, asesinado en el mismo atentado. Otros grupos de manifestantes se organizaron en distintas calles de la ciudad, en algunas de las cuales levantaron barricadas que crearon un verdadero caos de tr¨¢fico durante todo el d¨ªa.Todos convergieron horas despu¨¦s en una plaza del centro de la ciudad donde dirigentes de las organizaciones que presid¨ªa Olalia, Kilusang Mayo Uno (Movimiento Uno de Mayo) y partido NG Bayan (Partido del Pueblo), pronunciaron varios discursos.
En ese momento se encontraban reunidas alrededor de 100.000 personas, seg¨²n distintas fuentes, aunque la polic¨ªa mencion¨® la cifra de 50.000; una cadena de televisi¨®n habl¨® de "cientos de miles" y los organizadores cre¨ªan contar con medio mill¨®n de participantes en ese momento.
Desde ese lugar, el cortejo se dirigi¨® al cementerio por un camino que bordea el palacio presidencial de Malaca?ang, donde la seguridad hab¨ªa sido ostensiblemente reforzada ayer, bloqueando incluso las calles que dan acceso al edificio.
La Polic¨ªa y el Ej¨¦rcito no hicieron acto de presencia en ning¨²n otro punto del recorrido de 22 kil¨®metros que cruz¨® la marcha, ni siquiera para impedir la instalaci¨®n de barricadas. Pese a la tensi¨®n creada por la jornada de violencia de la v¨ªspera y al temor de enfrentamientos entre los manifestantes y militantes ultraderechistas, el d¨ªa transcurri¨® sin incidentes rese?ables.
Por otra parte, la comisi¨®n especial investigadora del asesinato de Rolando Olalia, presidida por el ministro de Justicia, Neptal¨ª Gonz¨¢lez, inform¨® ayer que hab¨ªan sido interrogados en relaci¨®n con el caso dos polic¨ªas, que posteriormente fueron puestos en libertad.
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