Como Groucho Marx

Venimos observando con cierta frecuencia en las p¨¢ginas de EL PAIS que cuando se trata de ilustrar noticias referidas al ministro de Sanidad, don Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, se reproducen fotograf¨ªas donde el encuadre del se?or ministro le hace adquirir un asombroso parecido con el no menos benem¨¦rito don Groucho Marx.Estando formados los abajo firmantes, para nuestra desgracia, en las habilidades de la lectura entre l¨ªneas, no deja de preocuparnos que temas tan fundamentales como el aborto, el envenenamiento por la colza, la clase m¨¦dica, las hamburguesas que comemos, etc¨¦tera, nos sean servidos por una cara que al menos induce a la confusi¨®n, cuando no al gui?o cachondo y c¨®mplice.

No en vano dicen los profesionales que el medio condiciona y determina el mensaje que desea transmitirse. Af¨¦itese, pues, el bigote o se le prsenta de espaldas, o tercie el ombudsman, porque, de lo contrario, no vamos a tomarle en serio-