Existe el riesgo de provocaciones, seg¨²n un dirigente campesino filipino

"El alto el fuego firmado por el Gobierno de Coraz¨®n Aquino y la guerrilla constituye un motivo de alegr¨ªa y optimismo para los filipinos", dijo ayer en Madrid Isagani Serrano, poeta y dirigente del Movimiento para la Reconstrucci¨®n Rural de Filipinas, una agrupaci¨®n de base que tiene su fuerza en los sectores campesinos del archipi¨¦lago. "Pero hay razones suficientes", dijo, "para creer que los sectores que se oponen a la legitimaci¨®n de la insurgencia intensificar¨¢n las provocaciones a la guerrilla para sabotear el proceso de paz que se ha puesto en marcha".Seg¨²n Serrano, la reciente reestructuraci¨®n del Gobierno filipino tiene dos lecturas: "La destituci¨®n del general Juan Ponce Enrile constituye un elemento positivo para la consolidaci¨®n democr¨¢tica del pa¨ªs, pero la marcha de los miembros civiles y liberales del Gobierno -que fueron nombrados por la propia presidenta- es una victoria del Ej¨¦rcito, que sigue siendo esencialmente derechista".

Serrano considera que el Gobierno de Cory Aquino ha logrado importantes progresos en la defensa y el respeto de los derechos humanos, pero todav¨ªa "es d¨¦bil en el campo econ¨®mico y pol¨ªtico". ,

Serrano opina que el problema clave al que tiene que hacer frente el Gobierno filipino es el de la reforma agraria, porque "la redistribuci¨®n de la tierra es el tel¨®n de fondo de la insurgencia y, por tanto, de la paz". "De hecho, las plazas fuertes de la insurgencia coinciden con las ¨¢reas donde es m¨¢s despiadado el sistema feudal, basado en un grupo limitado que es due?o de casi todas las tierras , y una mayor¨ªa que no tiene nada" .

"Es cierto que los terratenientes conservan un gran poder en nuestro pa¨ªs y se van a oponer a cualquier intento de redistribuci¨®n de la tierra. Sin embargo, Cory Aquino cuenta con el consenso y, apoyo necesario para abordar la reforma agraria sin que ello ponga en peligro su gobierno. Lo que ahora necesita es decisi¨®n", a?ade. En su opini¨®n, la oposici¨®n del Ej¨¦rcito a las negociaciones se debe a las estrechas relaciones entre militares y terratenientes.