Tregua Filipinas
EL ACUERDO que establece un alto el fuego, de 60 d¨ªas entre el Gobierno y la guerrilla es un paso decisivo en el desarrollo de la democracia en Filipinas. Desde hace 17 a?os la guerrilla ha sido una herida abierta: su fuerza y la intensidad de los combates han ido aumentando, sobre todo en la isla de Luz¨®n. Se calcula que entre 5.000 y 8.000 personas mueren cada a?o a causa de esos combates. El alto el fuego tiene ahora un car¨¢cter provisional: su objetivo es crear el clima para que puedan- iniciarse negociaciones sobre los problemas de fondo, encaminadas a erradicar la violencia armada de la pol¨ªtica filipina.La presidenta Aquino ha tenido que superar enormes obst¨¢culos. Cuando fij¨® el tope del 30 de noviembre para la firma del alto el fuego, muchos creyeron que era una meta imposible y que se vendr¨ªan abajo las negociaciones. La batalla m¨¢s dif¨ªcil la ha librado dentro de su Gobierno y de las fuerzas armadas. Los militares se opusieron a la negociaci¨®n: despu¨¦s de una guerra prolongada consideraban que negociar equival¨ªa a traicionar. La existencia de la guerrilla ha contribuido, adem¨¢s, a elevar el papel de los militares en la pol¨ªtica nacional y dividir a los que dentro del ¨¢mbito de las fuerzas armadas han mostrado veleidades golpistas desde el derrocamiento de Ferdinand Marcos, como es el caso proverbial de Ponce Enrile. Este efecto de fragmentaci¨®n entre los militares ha sido, indudablemente, un paso previo y decisivo para poder firmar el acuerdo.
En el otro campo, el alto el fuego es el resultado de una profunda rectificaci¨®n por parte de los comunistas -que se ha hecho no sin choques serios- de su anterior estrategia, basada en la lucha armada. Esa estrategia les llev¨® a marginarse del movimiento de masas, primero en las urnas y luego en las calles, que puso fin a la dictadura de, Marcos. La negociaci¨®n debe crear las condiciones para que sus reivindicaciones de reforma agraria y de cambios econ¨®micos y sociales puedan ser defendidos, en un marco democr¨¢tico. El PC ha dado vida ¨²ltimamente a organizaciones legales, como el Partido del Pueblo, para actuar entre las masas urbanas. Si este proceso sigue adelante ayudar¨¢ a incorporar a la vida democr¨¢tica a los sectores sociales m¨¢s pobres. Una ampliaci¨®n semejante de -los l¨ªmites de la vida pol¨ªtica mostrar¨¢ la urgencia de reformas sociales profundas para disminuir la extrema desigualdad social.
El plazo del alto el fuego tiene un valor- especial para resolver el problema n¨²mero uno de la democracia filipina: la aprobaci¨®n de la nueva Constituci¨®n en refer¨¦ndum convocado para el 2 de febrero. El alto el fuego cubre esa fecha. Si la Constituci¨®n es aprobada, el mandato de Aquino quedar¨¢ prolongado hasta 1992. Por eso, el acuerdo tiene un alcance hist¨®rico y la presidenta ha podido decir que el objetivo del alto el fuego es lograr una paz definitiva.
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