La quinta del 71 de las Fuerzas Armadas filipinas
El Movimiento Reformista, a caballo entre lo militar y lo pol¨ªtico
Detr¨¢s de todos los intentos de golpe de Estado producidos en Filipinas tras el derrocamiento de Ferdinand Marcos, desde la toma del hotel Manila en el pasado julio hasta el reciente golpe del s¨¢bado noche, pasando por la operaci¨®n Dios salve a la reina de septiembre aparecen unas siglas, RAM, que corresponden a un Movimiento Reformista de las Fuerzas Armadas Filipinas y que engloban a oficiales y generales j¨®venes que cargaron con todo el peso de la revoluci¨®n de febrero de este a?o que llev¨® a Coraz¨®n Aquino al poder.
Pero ?qu¨¦ es el RAM?, ?de qu¨¦ ideolog¨ªa son sus miembros? ?qu¨¦ persigue? Ninguna de estas preguntas tiene respuesta clara porque ni siquiera los mismos integrantes del movimiento se quieren definir a s¨ª mismos de forma clara. Gozaron de la mayor estimaci¨®n cuando en febrero pasado respaldaron la iniciativa del entonces ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, de rebelarse contra Marcos, amotina ron sus tropas y sacaron sus tanques a la calle. Fueron entonces una copia de los militares portugueses de la revoluci¨®n de los claveles.En este momento pasaron, sin embargo, a convertirse a nivel popular en los Enrile's boys o los RAMbos, y su prestigio entre los civiles decreci¨® al mismo ritmo en que se demostraba la implicaci¨®n del ex ministro de Defensa a quien reconocen como l¨ªder, en sucesivos intentos de golpe de Estado para los que ni siquiera hizo ascos a una alianza con seguidores de Marcos. Estos episodios dieron s¨²bitamente al RAM la imagen de un grupo ultraderechista que quiere reinstaurar en Filipinas el antiguo r¨¦gimen, pero este criterio no es aceptado por las fuentes que creen conocer a fondo este movimiento.
"Los miembros del RAM no est¨¢n unidos por principios ideol¨®gicos. Entre ellos puede haber militares de derecha, incluso de extrema derecha, pero tambi¨¦n de izquierda. Les unen s¨®lo dos principios: el anticomunismo y el nacionalismo", opina un investigador de este fen¨®meno. Un diplom¨¢tico de un pa¨ªs asi¨¢tico cree que el RAM se puede comparar al grupo de oficiales nacionalistas que llev¨® al poder a Nasser en Egipto tras derrocar al rey Faruk.
El RAM naci¨® a principios de 1984 como fruto de una conversaci¨®n de caf¨¦ entre compa?eros de la promoci¨®n de 1971 de la Academia Militar de Filipinas, preocupados por la situaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs, que en ese momento asist¨ªa a la descomposici¨®n definitiva de la dictadura tras el asesinato del dirigente opositor Benigno Aquino. Su primera aparici¨®n p¨²blica fue en febrero de 1985, cuando, con ocasi¨®n de la graduaci¨®n de una promoci¨®n de la escuela militar, marcharon vestidos con camisetas en las que estaba inscrita la frase: "Estamos juntos". El jefe del movimiento, el coronel Gregorio Honasan, y sus principales dirigentes pertenecen a la promoci¨®n de 1971, y la mayor¨ªa de los miembros a las promociones comprendidas entre ese a?o y 1974, por lo que casi todos son ahora coroneles y tenientes coroneles. Es dif¨ªcil precisar el n¨²mero exacto de miembros del grupo, entre otras razones porque el Ej¨¦rcito no quiere revelar la cifra de oficiales actualmente en activo. Los expertos le atribuyen 300 altos oficiales y ellos mismos afirman tener 6.000 miembros en todas las escalas del Ej¨¦rcito.
Distintas fuentes discrepan sobre la influencia que este grupo tiene dentro del Ej¨¦rcito. Mientras un portavoz militar opina que es "peque?a", otros observadores creen que es "la tendencia m¨¢s seguida dentro de las fuerzas armadas, especialmente por las clases m¨¢s bajas, que saben que los actuales reformistas ser¨¢n pronto jefes del Ej¨¦rcito".
J¨®venes generales
En las filas del RAM se encuentran tambi¨¦n algunos j¨®venes generales, se cree que alrededor de media docena, bien preparados y con muchas posibilidades de llegar en un corto plazo a cargos de responsabilidad dentro de las fuerzas armadas. Entre ellos, est¨¢ Eugenio Ocampo, recientemente ascendido, que es, adem¨¢s, doctor en Ciencias por la universidad de Harvard y es conocido por haber escrito en el pasado varios art¨ªculos reclamando el respeto a los derechos humanos entre las filas militares.Los elementos m¨¢s activos del grupo est¨¢n formados pol¨ªticamente, seg¨²n un experto, en el ambiente contestatario que se dio en el pa¨ªs a finales de los a?os sesenta y principios de los setenta, precediendo a la implantaci¨®n de la ley marcial en 1972. Muchos de los actuales miembros del RAM eran entonces agitadores universitarios en los mismos c¨ªrculos de los que surgi¨® tambi¨¦n el partido comunista en 1968. El mismo hombre que crear¨ªa el partido comunista filipino, Jos¨¦ Mar¨ªa Sison, daba por esos a?os conferencias en la academia militar.
El com¨²n denominador de la contestaci¨®n entonces era el nacionalismo y el antimperialismo, aunque este mismo argumento convirti¨® a unos en comunistas y a otros en sus enemigos. El RAM, o gran parte de sus miembros, se mantiene, sin embargo, impregnado, seg¨²n los que lo han investigado, de un cierto cariz antinorteamericano.
"El Movimiento Reformista pretende cambiar las fuerzas armadas y acabar con la ¨¦poca de Fabi¨¢n Ver [el jefe de Estado Mayor con Marcos]", declara un alto oficial que no es miembro del RAM. "Quiere construir un ej¨¦rcito profesional y terminar con la idea de un ej¨¦rcito privado al servicio de una familia o una persona. Algunos de sus miembros son aut¨¦nticos idealistas".
El RAM no persigue un Gobierno dictatorial, a juicio de varios observadores. Algunos de sus portavoces han declarado en distintas ocasiones que su ideal es "un Gobierno democr¨¢tico liberal, como el que ahora mismo hay vigente".
Pero por encima de eso est¨¢n interesados en que el pa¨ªs recupere conceptos como el de la integridad moral, con un Gobierno "honrado y eficaz" y un Ej¨¦rcito fuerte, unido y con influencia en la vida pol¨ªtica.
El general Ocampo explicaba recientemente en una entrevista: "Creernos que las fuerzas armadas deben estar implicadas en todos los aspectos del Gobierno porque podr¨ªamos serle de ayuda al Gobierno y a todo el pa¨ªs. Ser relegados a los cuarteles ser¨ªa desaprovechar talentos".
Lo mismo opina otro reciente general, tambi¨¦n miembro del RAM, Edgardo Abenina: "Las fuerzas armadas no tienen un papel s¨®lo en el momento de la revoluci¨®n; tambi¨¦n en tiempos de reconciliaci¨®n tienen que tenerlo". Ambos generales aceptan que los miembros del RAM est¨¢n politizados, "en cuanto esto supone estar conectados con el medio ambiente que nos rodea".
Entre las filas del RAM hay, evidentemente, oficiales que recelan de la pol¨ªtica del actual Gobierno por varias razones. En primer lugar, como explic¨® el coronel Voltaire Gazmin, presidente del grupo de seguridad que rodeaba en el Ministerio de Defensa a Ponce Enrile, porque la mayor¨ªa de los actuales gobernantes "desconf¨ªan del Ej¨¦rcito" al haber sido dirigentes de oposici¨®n a Marcos y haber sufrido la represi¨®n militar.
El m¨¢s claro exponente es la propia presidenta Aquino, cuyo marido fue asesinado por personas relacionadas con las fuerzas armadas mientras se supon¨ªa que estaba bajo vigilancia militar. "Odian a los militares", dice Gazmin, "est¨¢n permanentemente estudi¨¢ndonos o reexamin¨¢ndonos, especialmente porque, aunque nos llamemos ahora las nuevas fuerzas armadas, somos b¨¢sicamente los mismos". La segunda raz¨®n de la rivalidad del RAM con el Gobierno es que, seg¨²n una fuente militar, "algunos de sus oficiales creen que las reformas que exig¨ªan no se han implantado". Especialmente, su demanda de mayor participaci¨®n del Ej¨¦rcito en la pol¨ªtica contra la guerrilla.
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