Reagan: "North es un h¨¦roe nacional"
El presidente de EE UU culpa a la Prensa del 'Irangate'
El presidente norteamericano, Ronald Reagan, calific¨® al destituido asesor del Consejo Nacional de Seguridad, el teniente coronel Oliver North, como un "h¨¦roe nacional", durante u?a conversaci¨®n telef¨®nica sostenida con un periodista de la revista Time. La entrevista fue hecha el mi¨¦rcoles pasado, antes de que Reagan volara a su rancho de Santa B¨¢rbara, en California, para pasar all¨ª el fin de semana del D¨ªa de Acci¨®n de Gracias.
Sus sentimientos en los ¨²ltimos d¨ªas. Tengo que decir que una amarga bilis se me ha subido a la garganta estos d¨ªas. Nunca hab¨ªa visto tantos tiburones rondando como ahora que hay sangre en el agua. Lo que hace que me suba por las paredes es que esto no fue un fracaso hasta que ese periodicucho de Beirut public¨® el asunto. Yo les advert¨ª que la publicidad podr¨ªa echar todo a perder, que podr¨ªa causar la muerte de algunas personas.El env¨ªo de armas a Ir¨¢n. Los iran¨ªes vinieron a nosotros primero. Ellos quer¨ªan hablar de una mejora en las relaciones. Yo no estaba dispuesto a hacer nada mientras mantuvieran su apoyo al terrorismo. Les dijimos que si eran realmente sinceros deber¨ªan demostr¨¢rnoslo liberando a los rehenes. ?sa era una forma sencilla de probar su sinceridad. Luego se produjo la liberaci¨®n de tres de los rehenes. Est¨¢bamos esperando que en cualquier momento liberaran a otros dos. Sobre la Prensa recae la responsabilidad de que tal cosa no haya ocurrido.
El descubrimiento de que parte de los fondos pagados por los iran¨ªes hab¨ªan ido a parar a manos de la 'contra'. Edward Meese, ministro de Justicia, vino a verme la semana pasada, y primero me habl¨® de la posibilidad de que hubiera algo fuera de lugar. Me dej¨® entrever de qu¨¦ se trataba. El pasado lunes, por la tarde, volvi¨® a verme, y dijo que lo que hab¨ªa sospechado era verdad, que lo que me hab¨ªa sugerido anteriormente era cierto. Dijo: "Ya lo tenemos". Otro pa¨ªs estaba facilitando aquellas ventas de sistemas militares. Despu¨¦s, cobraban dinero de m¨¢s y, aparentemente, iban deposit¨¢ndolo en las cuentas bancarias de los l¨ªderes de la contra. No ¨¦ramos nosotros los que canaliz¨¢bamos ese dinero para ellos. Fue otro pa¨ªs. Me di cuenta entonces que har¨ªamos mal si no actu¨¢bamos inmediatamente. Le dije entonces que deber¨ªamos comunicarlo al Congreso y al pueblo norteamericano. Y lo hicimos. Ed [Meese] contin¨²a investigando los hechos. He nombrado un peque?o grupo para realizar una investigaci¨®n propia a fin de ver si podemos mejorar la forma de actuar del Consejo Nacional de Seguridad.
Oliver North. No me siento traicionado por ¨¦l. El teniente coronel North ha estado involucrado en todas nuestras operaciones: el caso del Achille Lauro, Libia. Tiene un excelente historial. Es un h¨¦roe nacional. Mi ¨²nica cr¨ªtica es que no me lo comunic¨® todo.
John Poindexter. El almirante Poindexter hab¨ªa o¨ªdo campanas sobre este tema, pero no profundiz¨® en ¨¦l. Es un excelente oficial de la Marina. Seg¨²n la tradici¨®n, incluso si est¨¢s durmiendo cuando tu barco se hunde, debes asumir tu responsabilidad. ?l lo hizo.
La Prensa. Todo este asunto habr¨ªa quedado reducido a su m¨ªnima expresi¨®n si no hubiera sido por la gran irresponsabilidad de parte de la Prensa. Les dije cuando esto estall¨® que hab¨ªa un mont¨®n de interrogantes a los que no podr¨ªa responder. Les dije: "Por favor, no arruinen esto". [David] Jacobsen, el reh¨¦n que acababa de ser liberado, les pidi¨® tambi¨¦n que no siguieran investigando.
El Congreso. La locura, el frenes¨ª en el Congreso, no es inusual para ellos. Esto no paralizar¨¢ al Gobierno. Lo har¨¢ todo m¨¢s dif¨ªcil para m¨ª, es cierto, pero no ten¨ªa m¨¢s remedio que arriesgarme.
Su opini¨®n, ahora, sobre si la conexi¨®n iran¨ª fue un error. Pienso que hicimos lo ¨²nico que pod¨ªamos hacer. No lo desapruebo. No creo que fuera un error. No ha funcionado como preve¨ªamos. Pero creo que es lo ¨²nico que pod¨ªamos hacer.
El da?o a su presidencia. Despu¨¦s de mi explicaci¨®n, el 84% de las llamadas que recib¨ª eran de apoyo. Jam¨¢s me hab¨ªa llamado tanta gente. Las cartas que llegan son a mi favor. Francamente, creo que cuando se conozca toda la verdad el pueblo ver¨¢ que lo que hicimos fue correcto. No me voy a esconder en un agujero. Voy a seguir adelante. Tengo un mont¨®n de cosas que hacer a¨²n en este puesto.
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