La 'cumbre' europea evita debatir los problemas comunitarios m¨¢s acuciantes

Los jefes de Estado y de Gobierno de los doce -por Espa?a participa el presidente Felipe Gonz¨¢lez- inician ma?ana, viernes, una cumbre en la capital brit¨¢nica en la que no ser¨¢n debatidos los problemas m¨¢s acuciantes con los que se enfrenta la Comunidad Europea (CE).

El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Delors, afirm¨® ayer decepcionado que este organismo "hubiese preferido que los grandes temas que le preocupan fuesen abordados durante el Consejo Europeo" de Londres. El secretario del Foreign Office, Geoffrey Howe, le hab¨ªa contestado de antemano, el martes, al declarar que si algunos asuntos iban a ser dejados de lado era porque "los Gobiernos no pod¨ªan examinarlos en profundidad mientras no reciban propuestas del Ejecutivo europeo".La primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, que preside la CE hasta finales de a?o, envi¨® a finales del mes pasado una carta a sus hom¨®logos europeos en la que les sugiere que, despu¨¦s del almuerzo que les ofrecer¨¢ el viernes a mediod¨ªa la reina Isabel II, empiecen a discutir la situaci¨®n econ¨®mica y m¨¢s especialmente sobre el paro y las "peque?as empresas que tienen un papel esencial en la creaci¨®n de puestos de trabajo".

Inspirado en el modelo norteamericano, que parad¨®jicamente redujo la desocupaci¨®n facilitando el despido, el enfoque que el plan de la jefa del Gobierno brit¨¢nico da a la lucha contra el paro no es compartido por varios pa¨ªses, empezando por Espa?a, ni tampoco por Delors que, aludiendo a las intenciones de Thatcher, recalc¨® que no se asociar¨¢ ,la ese supuesto remedio milagroso". "No se bromea", a?adi¨®, "con la pobreza de las gentes".

El otro gran eje del di¨¢logo deber¨ªa ser, seg¨²n la misiva de Thatcher, la puesta en marcha, prevista para 1992, de ese gran mercado interior europeo en el que no subsistir¨¢n obst¨¢culos a la libre circulaci¨®n de las personas, capitales, servicios y mercanc¨ªas, y al que los ministros dieron el lunes en Bruselas un apreciable espaldarazo, al adoptar 13 medidas de armonizaci¨®n de sus respectivas legislaciones.

Gran Breta?a est¨¢ especialmente interesada en conseguir la liberalizaci¨®n del transporte a¨¦reo, mientras Gobiernos como el de Madrid insisten en la necesaria solidaridad entre el Norte y el Sur del Viejo Continente, para evitar que la creaci¨®n de este espacio abierto permita a los miembros ricos invadir a los pobres.

Descartado el visado conjunto

De este segundo gran punto del ¨®rden del d¨ªa se deduce el tercero y ¨²ltimo enunciado por la primera ministra, cuando explica en su carta: "Si queremos promover la libertad de movimiento dentro de la Comunidad, tenemos tambi¨¦n que intensificar la cooperaci¨®n" en la lucha contra el terrorismo y el tr¨¢fico de droga, sobre todo en las fronteras externas de la CE. La aprobaci¨®n de un visado conjunto para los doce parece, sin embargo, descartada.

Pero si la agenda de los asistentes al Consejo Europeo est¨¢ cargada, no figuran en ella temas tan importantes como la reforma de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n, que consagra fortunas a comprar y almacenar unos excedentes en auge, y cuyos crecientes gastos dificultan la reorganizaci¨®n de los fondos estructurales sobre los que tanto cuenta Espa?a para atenuar las diferencias de desarrollo entre las regiones ricas y pobres de la CE.