Mequetrefe
S¨®lo por la gloriosa resurrecci¨®n del t¨¦rmino mequetrefe ha merecido la pena la muerte pol¨ªtica de Fraga. Acaso la fuga del gallego sea una cat¨¢strofe para la derecha espa?ola, pero el reencuentro con esta feliz palabra de origen portugu¨¦s, puesta en circulaci¨®n por nuestros editorialistas al instante de la estampida, enriquece notablemente la vida del pa¨ªs. Era un vocablo en busca de su oportunidad, que ten¨ªamos en la punta de la lengua mordida, y ya no hay quien lo pare. El mequetrefe: ¨¦sa era la figura literaria, pol¨ªtica, jur¨ªdica y empresarial que nos faltaba e ilumina el patio de luces nacional con su redonda fon¨¦tica.Despu¨¦s de darme una vuelta por las tres columnas deliciosas que el Corominas concede a la apasionante vida y aventuras etimol¨®gicas del mequetrefe, no logro entender c¨®mo rayos pudimos arreglarnos hasta ahora sin este precioso t¨¦rmino. ?D¨®nde est¨¢n esos imprescindibles ensayos titulados Sobre el ser y el qui¨¦n de los mequetrefes; Jud¨ªos, moros, cristianos, chapuzas y mequetrefes; La rebeli¨®n de los mequetrefes; La realidad hist¨®rica del mequetrefe; Espa?a, un enigma mequetrefe, o, sencillamente, Cr¨ªtica de la raz¨®n mequetrefe? Ser¨ªa injusto conceder el m¨¦rito del rescate ling¨¹¨ªstico a esa pandilla de brutos que llevan meses dedic¨¢ndose al deporte de navajear por la espalda al c¨¦sar de Villalba. Es indudable que los segundones aliancistas ocupan un lugar destacado en el hit parade de las viejas artes ib¨¦ricas de la mequetrefer¨ªa, pero no es monopolio suyo. ?C¨®mo olvidarse de la espl¨¦ndida cosecha de mequetrefes que producen las autonom¨ªas, del automequetrefe de Banca Catalana, de ese juez que intenta batir el r¨¦cord mundial de interrogar abortistas, de los duelos sevillanos de la Expo-92, del pelmazo posmequetrefe cultural de la movida, de ese laber¨ªntico mester de mequetrefer¨ªa parido de las elecciones vascas? De las infinitas versiones, me quedo con la portuguesa de Bluteau. Dijo mequetrefe a un espa?ol por "ver tudo, dizer mal de tudo e n?o fazer nada". Era 1715 y nos retrat¨® en 1986.
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