Hijos afortunados de los Flamin' Groovies

El mismo a?o (1971) que The Eagles iniciaban en Los ?ngeles una triunfal carrera que durar¨ªa ocho a?os, el guitarrista Chris Wilson se incorporaba en San Franciso a unos ya legendarios y minoritarios Flamin' Groovies, que ten¨ªan seis a?os de carrera musical a sus espaldas. Desde entonces han pasado muchas cosas. Las ¨¢guilas dejaron de volar hace tiempo, pero el esp¨ªritu de los Flamin' Groovies se mantiene, como se pudo comprobar en Madrid el pasado fin de semana en la persona del mism¨ªsimo Chris Wilson, integrado en los Fortunate Sons, la banda de su viejo amigo y compa?ero de los Barracudas, Robin Wills.Con un solo disco en el mercado, los Fortunate Sons han conseguido levantar expectaci¨®n en su minigira espa?ola. Bajo el liderazgo de su cantante, guitarrista y compositor, Robin Wills, el grupo era esperado como una continuaci¨®n de los Barracudas, es decir, rock and roll norteamericano por m¨²sicos brit¨¢nicos.

La realidad se present¨® bien distinta, pues la incorporaci¨®n de Chris Wilson cambi¨® el eje del concierto. Su personalidad en la escena es tan fuerte que transform¨®, en el fondo y en la forma, la m¨²sica de los Fortunate Sons. Es un magn¨ªfico cantante y guitarrista, continuador de la mejor tradici¨®n folk-rock de la Costa Oeste norteamericana y depositario de una manera de entender la m¨²sica que integra al mismo tiempo clasicismo y novedad. Del carisma y fuerza de Chris Wilson se benefician los Fortunate Sons, que mantienen en Robin Wills un pilar fundamental. Los dos guitarristas se compenetraron a la perfecci¨®n, altern¨¢ndose en sus labores como acompa?antes y solistas y creando una excelente tela de ara?a instrumental sobre la que interpretaron algunos temas del Rising -el primer disco de los Fortunate Sons- y recuperaron canciones de los Barracudas y Flamin' Groovies.